CRONICA DE UN ENTIERRO ANUNCIADO:
Escribo cumpliendo 65 almanaques, entendiendo el valor de estar todavía poniendo los pies sobre la tierra, dando gracias a los dioses por tener como balance una vida feliz, sin necesidad de poder o de dinero para ser yo, cumpliendo la promesa que me hice de ser rebelde a los veinte y seguir siéndolo a los sesenta, recordando en el día a día esa enseñanza de mi padre de huir de la mediocridad. Y como la vida esta llena de contradicciones y yo estoy vivo, creo que ese elan vital me impulsa a escribir sobre la muerte. Sobre la muerte de Abimael Guzmán Reynoso para ser más preciso; el líder de Sendero Luminoso, que lleva ya doce días congelado en la morgue del Callao, con ley de sepultura propia, protocolo y adjetivos de todo tipo -adjetivos justificados por cierto- en un país que es un exceso de retórica, pero Don Abimael al momento de escribir estos textos, sigue entero y sin convertirse en polvo.
Es que en un país en el que lo principal es accesorio y lo accesorio principal, teniendo un prisionero condenado a cadena perpetua, siendo una certeza que se iba a morir en prisión, nadie en todos estos años estableció un protocolo para su funeral y se termina dando una ley que aunque no lo cita, es una ley con nombre propio, que termina siendo ilegal e inconstitucional, ante el silencio cómplice de todos, porque el muerto apesta.
Y en medio de todos los adjetivos y la condena que merece este señor y este movimiento que sembró violencia y terror en el país, lo concreto y lo real, es que en un país sin ciudadanos y sin ciudadanía y sin memoria histórica ni colectiva, no se ha educado a la juventud sobre lo que ha significado este fenómeno violentista en la historia republicana y la prueba esta en Ayacucho, donde los jóvenes dicen no saber sobre la violencia y el terror vivido en esa región, "me han contado" expresan y eso es triste escucharlo.
Y es bueno indicar que tampoco se ha interiorizado sobre lo que origino el fenómeno violentista de orientación más camboyana que maoísta o el del modelo pro cubano, como el MRTA. Y por eso estamos padeciendo un gobierno infiltrado por pro senderistas y presidido por un maestro, rondero, campesino y sindicalista, secuestrado por sus socios políticos, sus limitaciones y su miedos. Y aunque no queramos reconocerlo, la posibilidad de que más tarde o más temprano el drama se repita, existe. Y se puede repetir mientras se den las desigualdades sociales que parasitan en nuestra sociedad, mientras tirios y troyanos vean el Estado como un botín, mientras campee la ignorancia en nuestra sociedad y los demagógicos llamados a una unidad que no hemos conseguido en 200 años de vida republicana, por la falta de un concepto y de una realidad como nación y por no entender el valor de lo colectivo como sociedad.
En ese contexto histórico, recordaba que la asonada terrorista nos encontró sin inteligencia operativa, porque antes de asumir el gobierno de Belaunde, los militares desaparecieron los archivos de inteligencia sobre el fenómeno terrorista y un gobierno timorato como el de Belaunde, que prefirió considerarse un gobierno de "transición" frente a los militares, no denuncio el hecho, hasta un par de años después, cuando se vio desbordado por la violencia senderista y militarizo equivocadamente el combate a la subversión.
Y después de ello mucha agua a corrido bajo el puente y tras la captura de Guzmán, nuevamente la laxitud de un estado lleno de carencias, llevo a los "cantos de sirena" de una victoria que no fue tal, porque el germen persiste y paso al plano politico, donde los partidos que son más franquicias electorales que partidos políticos, por estar más interesados en el poder, no lo combatieron; y en ese escenario se produjo la desactivación del GEIN, que debería o debio seguir haciendo inteligencia, porque como dijo Guzmán lo que él sembró sigue en la mente de mucha gente. Gente que hoy tiene poder y posiciones de poder.
Y pasando lo días, Don Abimael Guzmán Reynoso, sigue en la Morgue del Callao, tan frio como un "Whisky en las rocas" y no lo entierran por tres razones, "por miedo, por miedo y por miedo". Lo que prueba que el Senderismo no ha muerto. Que el "Pensamiento Gonzalo" tiene todavía seguidores. Y que yo mejor me voy a seguir disfrutando de seguir vivo, esperando finalmente, cuando lo hacen polvo a Don Abimael Guzmán.