lunes, 24 de febrero de 2014

N° 344 - MAS SACO LARGO QUE NUNCA

MAS PRESIDENTA QUE NUNCA.......................


La relación de la pareja presidencial llevada al ejercicio del poder, es una experiencia singular para diversas disciplinas (como la psicología y la historia) y no solo para la política en general. Que un hombre que ejerce la máxima autoridad de una nación. Que un personaje que representa el Poder Supremo y que como militar  (por formación) le da a ese valor o a ese poder (supuestamente) un carácter diferente al que le da el ciudadano común y corriente, por lo que representa en su vida, el don mando. Que ese ciudadano, que tiene nombre y apellido y que se llama Ollanta Humala Tasso, no tenga vergüenza ni pudor en aceptar o en afirmar y reafirmar con sus actos y su conducta política, que su pareja sentimental, su compañera, su esposa; no solo comparte el poder que emana del pueblo, sino que  tiene mayor peso político, inteligencia y capacidad  que él; resulta patético y doloroso para una sociedad basada en códigos  "machistas". Una distorsión más en un país pintoresco y lleno de contradicciones. 

Hay una dramática ironía en esta alegoría de la política peruana actual. Frente a una historia que se duele por no tener una clase política dirigente, de solera y de nivel; en los hechos, en la realidad y en la verdad, el líder máximo de la nación, el personaje que encarna el poder supremo, es un hombre que esta siendo constantemente caricaturizado (lo que parece no importarle) porque depende emociona y políticamente  de su mujer. 

Un mandatario que se muestra  inseguro y que necesita permanentemente a la pareja a su lado; por problemas que presumiblemente provienen de un hogar autoritario y que han sido alimentados por una relación de pareja, en la que la política, rompe el molde tradicional  de los roles de genero y los convierte en una sociedad conyugal y en una sociedad política, donde como el macho dominante es la mujer; eso hace que los sueños, las visiones, las ambiciones y los objetivos que ella tiene personalmente (en lo político) necesitan expresarse como elemento de dominación-subordinación frente a ese poder supremo reconocido, del que ella es (ante sus limitaciones) el operador, el organizador, el facilitador y el articulador, para satisfacer su ego y su vanidad personal y no para tener una visión de estado o de estadista. Un hecho que sirve para desnudar al personaje y para descubrir sus traumas existenciales y el verdadero objetivo de su actuación en política.

Después de la grosera y grotesca mala manera como sale el Sr. César Villanueva. Después de que Nadine Heredia mostrara su poder, su manejo político y su fuerza, poniendo en evidencia la falta de autoridad, de mando y las limitaciones del poder del Presidente Humala, lo menos que se podía esperar es que en la juramentación del nuevo gabinete, la figura presidencial  se exhibiera única, asumiendo en solitario la responsabilidad de sus decisiones. Y lo que vemos es a un Humala ingresando orondo de la mano de su mujer. De la mano del personaje que esta causando todo este estropicio.  De la mano de la femina que viene co-gobernando el país, humillando la figura presidencial y caricaturizando el machismo con el que se moteja a la sociedad peruana.  Más allá de los círculos de poder que rodean a la pareja presidencial y que se benefician de él; aunque pueda parecer broma creo que habría que pensar seriamente en derrocar a Ollanta Humala: Por una simple, patriótica, nacionalista, revolucionaria y democrática razón: Por Cojudo.

 

domingo, 23 de febrero de 2014

N° 343 - VENEZUELA

MADURANDO EL FUTURO:

El poder, las visiones adánicas,  las ideologías, los intereses, la personalidad del individuo, la institucionalidad, la sociedad y el estado, son conceptos que generan situaciones políticas, hechos históricos. La crisis venezolana, es el resultado de un proceso político, social y económico, en el que lo que esta en debate, es el concepto de la democracia representativa, a partir de lo que se ha llamado "el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo" del que hablaba tanto Hugo Chávez y que hoy repite Nicolás Maduro.

A partir del desgaste de la clase política tradicional, de la debacle  del ACUERDO DE PUNTO FIJO que genero la caída de Pérez Jimenez y el bi partidismo llanero, que termino con un gran descontento social, con grandes niveles de despilfarro de recursos públicos y de corrupción; Venezuela se encontro en una coyuntura política que le dio la espalda a la política tradicional y con ciudadanos a la búsqueda de un líder mesiánico que genere el cambio y que se detuvo en la figura de Hugo Chávez. En la construcción de un proyecto político bolivariano, socialista, basado supuestamente en criterios de igualdad y de mejores condiciones de vida, que terminarían democratizando las decisiones de  poder y construyendo una sociedad sin diferencias de clase ni desigualdad.

El problema es que estos conceptos son históricamente un mito. Que la realidad venezolana muestra un país fraccionado, un gobierno sustentado en el poder militar y popular  de las milicias urbanas. En el clientelaje popular de las masas empobrecidas a las que Chávez reivindico, pero favoreció también demagógicamente, fracturando el equilibrio económico, la riqueza y la estabilidad que da el petroleo. Frente a un país que como Venezuela no es una republiqueta, el drama llanero tiene que ser obligatoriamente enfrentando por la comunidad internacional,  desde la formal regulación del derecho internacional que determina las relaciones entre los estados. Respetando el principio de soberanía y la no intervención en asuntos internos de otros países, más allá de las folclóricas declaraciones de la política de consumo interno y de las muestras de preocupación o  buenos oficios de la opinión pública. 

El punto de quiebre, puede y debe darse en la medida que los derechos humanos, las libertades democráticas, los valores y los principios se vean desbordados por el autoritarismo y el abuso del poder. En las contradicciones internas del propio régimen, en la falta de liderazgo y en la fragilidad y en la realidad del día a día esta la mayor debilidad del régimen de Maduro para mirar con optimismo el futuro. Las dictaduras tarde o temprano terminan siendo una historia negra.


sábado, 22 de febrero de 2014

N° 342 - ÉTICA, POLÍTICA Y PODER

CENAIDA URIBE, SECADA Y CÍA:



En una sociedad como la nuestra, la falta de institucionalidad, la precariedad de valores éticos y morales, la existencia de una cultura de la viveza que prevalece sobre una frágil cultura cívica y política, donde lo que se prioriza, es el interés personal o de grupo, sobre los intereses de las mayorías. La política o el ejercicio de la acción política -sin partidos, sin una clase dirigente en el verdadero sentido del término, con liderazgos que terminan desdibujándose en la demagogia y el populismo; donde lo que impera es la mediocridad, el oportunismo y el servilismo militante- se ha envilecido y desprestigiado. 


Vivimos una democracia formal, electoral, en la que sin un proyecto definido de nación, el ejercicio del poder termina en manos de la economía, de los intereses que predominan en el modelo impuesto y vivimos o sufrimos gobiernos como el de Humala, donde la improvisación, la falta de ideas, la corrupción y los intereses particulares, se articulan en un proyecto político familiar, que llegando como la "opción del cambio"  busca mantenerse en el poder, bajo banderas supuestamente "nacionalistas" y dentro de una democracia parlamentaria, de personajes  de antología, que tienen la responsabilidad de evacuar las normas sociales (leyes) que regulan la sociedad y el estado. El problema es que detrás de esa representatividad, de esa labor legislativa (que también le compete al ejecutivo) de esas normas, hay poder e intereses. Un poder y un interés que a lo largo de nuestra historia ha sido por lo general usado en beneficio propio.

Si uno analiza el caso del resguardo a la vivienda de López Meneses o el aumento de los sueldos de los ministros (que sin vuelta atrás) es una muestra de autoritarismo y de un arbitrario poder que desconoce su procedencia popular y la inconveniencia de semejante aumento. Si uno se detiene en lo expresado por la Congresista Cenaida Uribe, sobre su negada relación con el dueño de PUNTO VISUAL y su trafico de influencias o la defensa de Lourdes Flores a un personaje como Secada, que lo menos que trasluce como individuo, es la falta del equilibrio emocional  necesario para tomar decisiones de estado.  Si uno se detiene en la conducta política de un simple Secretario General Nacional de un partido cualquiera, que sabiendo que una dirigente juvenil, no tiene los requisitos para asumir un cargo, la mantiene ilegalmente para someterla o manipularla en función de sus propios intereses: En todos estos casos estamos frente a un problema ético, que tiene un marco político que desnaturaliza el ejercicio del poder que en mayor o menor grado detentan los actores.

El gran problema del mundo actual, de la política criolla en general. De lo que viene en las próximas elecciones municipales o en las Elecciones Generales del 2016, es que el bienestar general, la inclusión, el progreso, las mejores condiciones de vida y la seguridad; se quedan en el marco teórico, en la retórica, en la abstracción ideológica y el discurso político, que puede ser  propio de la religión o de la filosofía. Una propuesta que se queda en el ideal de lo que debería ser. Pero que no se traduce ni se convierte en realidades tangibles, visibles, objetivas. En veracidad y en verdad. En ese progreso material que debe encarnar  y materializar la política.

Aquí hay un primer problema que tiene que ver con la sinceridad de las promesas, con la capacidad del político y sus valores, con la subestimación del elector por quienes nos gobiernan, por considerarnos vulnerables o manipulables a la delegación del poder que otorgan; por ser esta una sociedad ignorante o sin capacidad de reacción frente al uso y el abuso del poder que delega. Una consideración que de una u otra manera, hay que repetirlo hasta la saciedad, reproduce el escenario que tienen las cúpulas partidarias  al interior de los partidos, donde los oportunistas, los ayayeros y los serviles que abundan, hacen sus grupos y se alinean en función de su poca inteligencia, de su escasa capacidad y de sus grandes intereses. Con partidos sin una amplia base social, con partidos tomados por minorías que se quedan en la sensualidad y la arrogancia de la posibilidad de poder o de poder real, incapaces de materializar las necesidades de las mayorías nacionales, la moral social objetiva se ve sustituida por la individual y el individuo cree o termina creyendo que lo que hace es bueno no solo para el sino para la sociedad. 

Los "fines superiores de estado" que se esconden detrás del ilegal resguardo a la casa de López Meneses; las ideas de una brillante voleyvolista pero mediocre y torpe política, que cree que "hace su trabajo", que no hay nada ilegal en favorecer a la pareja que niega públicamente, porque todo se limita a usar la palabra de moda y llamar "delincuente" a quien la acusa. La absurda actitud de Lourdes Flores Nano de minimizar una agresión de Secada, bajo el paraguas de la brillantez intelectual y de la juventud, por el juego interno del poder; o por último, en el caso del dirigente que mantiene una ilegal y nula nominación para utilizarla, someterla o controlarla en un beneficio que cree que es partidario y para el éxito de su gestión. En todas estas decisiones, lo que prima es el argumento fallido de que "el fin justifica los medios".

Y lo concreto y lo real, es que desde nuestra perspectiva en congruencia con el pensamiento de Kant, el hombre debe ser tratado como un fin y no como un medio; que hay una dialéctica indisoluble entre los fines y los medios. Que el patrón para medir la licitud de una acción tiene que ver con la persona humana y con principios éticos que van más allá de la visión personal y que se encuentran íntimamente ligados a su responsabilidad con lo social, con el interés común. Un medio siempre se va a justificar con algún fin, pero como decía Hegel, eso de que "el fin justifica los medios" resulta trivial. Si casos como los que comentamos en éste artículo, se terminan diluyendo por el  interés personal o de grupo, por el manejo político de la perpetuación, del control del poder o de la dominación, seguiremos de elección en elección comprando humo. Sin capacidad para construir una clase dirigente que le de a nuestros hijos el país con el que soñaron algún día los que nos antecedieron en el tiempo. Con una sociedad sin valores éticos ni morales, sin educación, ni cultura, el crecimiento o la bonanza económica,  termina como siempre favoreciendo a los pocos que concentran o se acercan al poder. Lo demás es historia conocida.


jueves, 13 de febrero de 2014

N° 341 - MI HOMENAJE A DON ALBERTO BENAVIDES


La vida de mi familia y por ende mi vida, esta marcada por su relacion con una empresa a la que mi padre le dedico su vida. Una compañía que tiene el sello personal de un hombre, de un apellido y una  familia, entregada a la tarea de hacer país con visión de futuro; al desarrollo exitoso de la actividad minera, con el compromiso de elevar el nivel de vida de la población circundante a las zonas donde desarrollan sus actividades y a generar trabajo para miles de familias peruanas. Eusebio Mansilla Barrientos, mi padre,  fue por muchos años, Contador General de Buenaventura y uno de los hombres que estuvieron en  la etapa inicial de la empresa que fundara Don Alberto Benavides de la Quintana. Por esas circunstancias, mi infancia transcurrió entre el viejo local de la empresa, en un segundo piso de la Cdra. 9 del Jr. Azangaro (un edificio que ya no existe) donde yo jugaba despreocupadamente con esas antiguas máquinas de cálculo de manivela. Tiempo después,  de allí se pasó al amplio local de la Plaza Washington, donde me entretenía entre el patio de descargas y la estación de radio, en la que  escuchaba anonadado a Don Juanito Carrión, comunicándose con la mina a la voz de "Chaccua..Chaccua...aquí Lima, Cambio". Un ritual en el que el nombre de "Chaccua" cambiaba con tonos diferentes por "Julcani" , por "Orcopampa"  o "Huachocolpa" y que resultaba un espectáculo bastante divertido para mi. 

En la Plaza Washington, que queda entre las avenidas Arenales y Arequipa y frente a la Residencia del Embajador de Estados Unidos, el monumento era circundado por un gran banco oval de cemento, que tenía eco y donde uno podía jugar con su propia voz o escuchar lo que hablaban los que estaban al otro extremo. Cuando hace algunos años, vi la Plaza sin esa estructura oval, algo de mi infancia se indigno por el atentado a tan venerable recuerdo. En ese local cuando acompañaba a mi padre -antes que se pasara el Departamento de Contabilidad al costado de la casa de España en la misma Plaza- solía ver pasar a Don Alberto Benavides por los pasillos,  apurado, siempre bonachón. Yo husmeaba en la entrada de su oficina y por esos días, esperaba el fin del año, los regalos de navidad y las celebraciones. Cuando ya mayor he ido de visita al local de Mario Villaran, al que mi padre no llegó; siempre me invadió  un sentimiento de nostalgia por los momentos vividos; cuando me dieron un cheque de doce soles -que en ese entonces era un buen dinero- por lo que fue mi primer trabajo, por haber revisado unas cuentas o porque esa sinfonía de ruidos y movimientos en el patio de descargas, sumada  al ritual de la comunicación por radio de Don Juan Carrión, eran parte  de mi vida y me hacían feliz.

Don Alberto Benavides de la Quintana ha muerto está tarde (Miercoles 12) a los 93 años y no puedo dejar de sentir pena, por el deceso de un hombre al que mi padre conoció en su verdadera dimensión y que conjuntamente con mi madre, nos enseño a respetar y a apreciar por sus calidades personales y su capacidad profesional y empresarial. Mi padre conoció al Ingeniero Benavides en 1939, en la Mina Atacocha, cuando Don Alberto era estudiante del Segundo año de Ingeniería, de lo que en ese entonces, era la Antigua Escuela de Ingenieros del Perú. En 1952 Don Mario Samame Boggio, con quien también trabajo mi padre, lo puso nuevamente en contacto con Don Alberto; que en ese entonces, asumía el reto de fundar Buenaventura, al arrendar Julcani con opción de compra a la Cerro de Pasco Corporatión.

Mientras vivió mi padre, de esa etapa fundacional de Buenaventura, hay una historia que él y el Ingeniero Benavides siempre repetían; y que hace dos años -cuando lo visite por última vez- se la volví a escuchar a Don Alberto. Era el 06 de Febrero de 1952 (Buenaventura como tal se fundo un año después) los ingenieros de la Cerro de Pasco Corporatión habían dejado Julcani y Don Alberto y mi padre se quedaron solos en la mina, pues el Ingeniero Elmer Vidal -otro de los fundadores de Buenaventura- había viajado a Lima. En medio de esa soledad, una copiosa lluvia comenzó a caer en Julcani y a ambos les invadió un sentimiento de incertidumbre -que indudablemente los marco de por vida- por lo que significaba la empresa que se emprendía y lo que implicaba el futuro. Entre cafés y temas de conversación que iban y venían, buscando disipar la tensión del momento, ambos acordaron poner un poco de música para alegrarse.......Y la primera noticia que escuchan es "Ha fallecido JORGE VI de Inglaterra", lo que les resulto irónico y risible.

La muerte de Don Alberto Benavides de la Quintana, es indudablemente una gran perdida para la minería peruana y para el país. Su visión empresarial, su capacidad profesional y su calidad humana, quedan grabadas en su obra, en lo que es y representa Buenaventura para el Perú. Hace 32 años cuando murió mi padre, Don Alberto escribió un afectuoso y sentido artículo en EL MUQUI (la revista de Buenaventura) sobre él. Hoy me toca a mi, lamentablemente, escribir sobre el sentimiento de pesar, que nos genera a mis hermanos y a mi su deceso. Nos quedamos con esa tarde de Febrero de 1952; con mi madre hablando con  afecto y admiración de Doña Elsa, mientras encargaba las flores por su cumpleaños. Con esos puros sobre su escritorio due Don Alberto siempre tenía y con esa sencillez y hombría de bien que lo caracterizo a lo largo de su fructífera existencia.

miércoles, 12 de febrero de 2014

N° 340 - TREINTA LUCAS

EL AUMENTO A LOS MINISTROS:


Uno de los grandes problemas de nuestra clase política, de nuestra clase dirigente; es que
históricamente y por lo general, andan de espaldas al pueblo, ignorando a la opinión pública y subestimando la tolerancia y la pasividad del pueblo frente a sus gobernantes y al ejercicio del poder por parte de estos.  En este marco conceptual -en el que el ejemplo más reciente es el de "la repartija"- en el asunto del incremento de sueldo a los Ministros de Estado, creo que basta un simple ejercicio de lógica, de realismo y de sentido común, para comprobar que es una medida arbitraria, inoportuna,  articulada por un gobierno, que por su mediocridad es incapaz de que personalidades de prestigio acepten formar parte del ejecutivo y que para no quedar mal frente al poder, ponen como pretexto los bajos sueldos.

No cualquier hijo de vecino tiene el privilegio de ser Ministro de Estado; el cargo implica un servicio al país que tiene un alto valor, un plus adicional, que le permite al funcionario tras dejar el cargo, conseguir un empleo en organismo internacionales o en el sector privado y ganar o recuperar lo que en dinero, dejo de ganar mientras ejerció el cargo. Adicionalmente a lo anterior, hay en el ejercicio del cargo, gastos de representación y otras gollorias, que para un ejecutivo, empresario o técnico de primer nivel terminan siendo una inversión, un servicio al país que no  puede negarse por un bajo sueldo, sino por razones politicas del gobierno a servir. 

El aumento de sueldos ha sido presentado como una recuperación del nivel adquisitivo de los sueldos de los más altos cargos de la burocracia estatal (los mismos que se tenían durante el gobierno de Alejandro Toledo socio de éste gobierno) después de que inicialmente se expresó que era para reclutar mejores técnicos. El problema es que los ministros son personajes políticos, que el aumento es al Presidente, a los Ministros y a los altos cargos de la burocracia estatal y no a técnicos calificados del aparato estatal. El problema es que el aumento debió darse inicialmente a los que menos ingresos reciben. Que no hay una escala de remuneraciones definida. Que como diversos sectores tienen aspiraciones embalsadas, ante la grita popular y que el previsible rechazo,  un gobierno políticamente débil va más tarde o más temprano que dar marcha atrás.

Una vez más nuestra clase política nos presenta un sainete de sus incongruencias, de su falta de criterio. Humala que no tiene nivel de estadista, que es un aventurero que llego a la Presidencia de la República. Que es un hombre sin formación política, ni formas y maneras democráticas, es la prueba palpable que nuestros liderazgos hablan de la necesidad de un centro político al que todos quieren pertenecer, pero se van a los extremos por demagogia, por incapacidad  o simplemente porque por la soberbia del poder terminan perdiendo la perspectiva.


  

martes, 11 de febrero de 2014

N° 339 - HERESI VENDE EN SAN MIGUEL

EL VIEJO LOCAL MUNICIPAL:


Salvador Heresi es un político capaz, un alcalde cuya que  gestión en términos generales, se puede calificar de exitosa, tan es así que su última reelección, la gano con un 40% de los votos, a pesar de documentadas denuncias periodísticas por enriquecimiento ilícito, que en la Contraloría General de la República duermen el sueño de los justos. Al final en la última elección de Heresi en San Miguel,  primo la teoría de que "más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer"  ante la desconfianza y el descrédito de la clase política y de la crisis de los partidos.


Ante la eventualidad de que Heresi postule a la Alcaldía de Lima, sus "herederos políticos" o los compañeros de travesía en su experiencia municipal, que se creen con derecho a sucederlo, por el pasado-presente común;  ya estan en campaña, se toman fotos con niños emulando a Cristo, pintan paredes, multiplican panes y peces, toman la presión, sanan enfermos y se presentan como leales continuadores de la obra de Don Salvador o como patas, amigos, carretas o los mejores vecinos del distrito,  para gobernarlo a partir del próximo año; aunque no vivan en el distrito, porque la sacrificada  política criolla, ha hecho que vivan en lugares de mayor abolengo, que este distrito, al que el fierro y el cemento lo esta tugurizando.

Y en lo sustantivo, el gran déficit de Heresi, de sus herederos regidores y apostólicos supuestos continuadores; es que la gestión municipal esta agotada, que no tiene ideas. Que todo se circunscribe a retorica y efectismo, a los ingresos por las edificaciones, que acelerada e indiscriminadamente, se levantan en San Miguel, sin planificación, ni obra complementaria para mitigar el impacto social y lo que es peor, por mero mercantilismo. El mismo mercantilismo, que hace que -sin considerar los fines y objetivos, las políticas públicas y el compromiso municipal con su comunidad- ponga Heresi en venta el viejo local municipal de la Av. Bertollotto, que es un activo que por principio no puede ser vendido. Que puede servir para construir un complejo cultural, multipropósito, con galería de arte, auditorio y ambientes para actividades diversas.

Como todo es billete para los actuales miembros de la comuna sanmiguelina, como la política de la municipalidad, es hacer caja y cosmetología municipal, para que unas camionetas den la impresión que hay seguridad; para que unos parquecitos arreglados, signifiquen ornato e inquietud  por la ecología, aunque no se preocupe el Sr. Heresi, su Concejo y sus herederos políticos por la disminución del porcentaje de área verde por habitante. Por esas y otras razones, el viejo local que tiene un valor significativo en la implementación de políticas municipales de carácter cultural, se pone absurdamente en venta; lo que implica falta de imaginación, de compromiso con la comunidad, mercantilismo barato y presunción de conductas delictivas porque no se puede desprender de un bien al que se le puede dar un uso municipal con proyección en el tiempo.

Por estas razones nosotros vamos a denunciar el hecho, vamos a buscar firmas y a movilizar a la comunidad  para evitar este absurdo despropósito. Ese viejo edificio no es propiedad del Sr. Heresi, ni de quienes componen su Concejo Municipal. El viejo local es del Distrito, es del vecino, es un activo que  no puede minimizarse ni malversarce de esa vil forma.


domingo, 9 de febrero de 2014

N° 338 - 1879: MI MISIÓN EN CHILE

JOSE ANTONIO DE LAVALLE:






Cuando leí las memorias del Embajador García Belaunde sobre el diferendo limítrofe con Chile y el fallo de La Haya, lo primero que pensé es que nuestro Embajador esta reeditando un valioso documento histórico, como lo hiciera en 1879, su colega, Don JOSÉ ANTONIO DE LAVALLE, Embajador Plenipotenciario del Perú en Chile, quien recibió como encargo del Presidente Prado, el interponer sus buenos oficios ante las mapochos para evitar una guerra entre Chile y Bolivia; conflicto  que de una u otra manera nos terminaría perjudicando.

Lo valioso de estas memorias, de  documentos como éstos, es que como podrá comprobar el lector con esta reseña y dentro de la perspectiva histórica (el libro de Lavalle fue publicado en 1979, por el Instituto de Estudios Marítimos del Perú, con un tiraje de 2,000 ejemplares) de cara al futuro; lo relevante es que estamos frente a una información de primera mano, mucho más apegada a la realidad de los hechos,  que termina fracturando mitos y medias verdades y nos acerca, por la pluma de su protagonista, a la verdad histórica.

El libro de Don José Antonio de Lavalle, rompe por ejemplo, con la creencia de que los chilenos se opusieron sin razón ni derecho al impuesto y posterior expropiación del Presidente Hilarión Daza, de la Compañía Autónoma del Salitre y Ferrocarriles de Antofagasta del que nos hablan en secundaria los libros de historia. Lo concreto y lo real es que chilenos y bolivianos habían firmado en 1874, un tratado que  supuestamente buscaba sanjar el diferendo limítrofe y mantenía el límite entre ambas naciones en el paralelo 24°; pero el tratado establecio en su artículo 4°, que por 25 años no se podían incrementar tributos en las personas, industrias y capitales chilenos, entre los paralelos 23° y 24°. 

El Presidente Daza, que era una especie de Nicolás Maduro para esas épocas, desconoce estólidamente el tratado firmado, subestima a Chile por su insistencia diplomática para tratar   su diferendo con Argentina por la Patagonia y confía en que el Perú, en razón del  Tratado Defensivo Secreto (que no fue para nada secreto) que suscribieran en 1873 y que no fue ratificado por el Congreso, iba a respaldar a Bolivia sin condición alguna.

Desde el punto de vista geopolítico, el Perú a pesar de que la causal era responsabilidad de Bolivia, no podía ser imparcial, no podía darle la espalda a Bolivia o dejar a ésta librada a los intereses chilenos, para que a posteriori, estos dos países,  se aliaran  contra el Perú, para darle a Bolivia una salida por Arica que era un acceso mucho más cercano que el de La Paz a Antofagasta. En el contexto descrito, ante la intransigencia y el capricho de Daza, con la aplicación del impuesto, la expropiación y la absurda declaración de beligerancia (Si Perú estaba militarmente mal, Bolivia estaba en nada) Chile encontró el pretexto necesario para invadir la Provincia de Litoral y hacerse sin mucho esfuerzo de las riquezas que ya sus connacionales explotaban. Con histriónico y caricaturezco patrioterismo y demagogia, así como un falso sentido de la realidad, Hilarión Daza ignora que el 95% de la población y de los capitales en esa zona son Chilenos o británicos y que desde La Paz se hacia la distancia en quince días mientras que un par de días era la travesía desde Chile. Daza con quien la historia no es complaciente, sin sentido de estadista, con su decisión es el que causa la mediterraneidad de Bolivia. 

Las memorias de Lavalle tienen  135 años después una actualidad impresionante, no solo desde el punto de vista de nuestra precariedad militar, sino de las formas, maneras y estrategias de la diplomacia sureña, cuyo discurso político difiere de sus hechos. El Embajador Lavalle, gran amigo del Presidente Pardo, le critica a éste su ceguera de no comprar buques que equipararan el poder de fuego de los blindados chilenos, en una época en la que el predominio de la Guerra se definía en el mar. Y muestra en un texto equilibrado, y bien escrito, su malestar ante la inacción de la clase política nacional por la compra de los mapochos, de cañones Krupp de última generación,  por más que el país estuviera en crisis económica y financiera.

En lo sustantivo, la solución al conflicto estaba en someter la cuestión a un arbitraje, pero este procedimiento era inviable, invadido el territorio boliviano, declarada la guerra a Chile por parte de Bolivia. Reivindicado por Chile militarmente, un territorio que decía suyo, era muy difícil que se retirara de los territorios ocupados y que Bolivia sin que las tropas chilenas salgan del país, derogara el impuesto y la posterior expropiación que había generado el conflicto. Según el relato de Lavalle las exigencias de uno y otra era irreconciliables y por tanto difícil la posición del Perú, por mas que en privado, altos funcionarios chilenos o miembros importantes de la clase política, como Domingo Santa María por ejemplo, fueran claros en señalar las graves consecuencias de una guerra entre el Perú y Chile. 

Lavalle es preciso en señalar las razones políticas y financieras que empujan a Chile a una guerra entre el Perú y Bolivia, sobre todo contra nosotros (que parece ser el objetivo en la lucha por el predominio del Pacífico) porque el desprestigio del gobierno por el manejo de la situación con Argentina, la renovación del Congreso y las presiones de los intereses económicos alrededor del negocio del guano y del salitre, parecen conducir la situación en una sola dirección que no lastime el orgullo nacional y esta es, la de hacer la guerra a países más débiles, menos institucionalizados y que son (como en el caso del Perú) competencia directa en el predominio del Pacífico Sur.

Para Lavalle y sobre todo para los intereses peruanos, la misión era bastante difícil y las consecuencias previsibles. Desconocer el tratado hubiera significado una alianza chileno-boliviana, por la que Tacna y Arica pasarían a ser la compensación por Antofagasta y Cobija. Mención aparte merecen conversaciones privadas de Lavalle con el Presidente Anibal Pinto para quien Chile no ocupo territorio boliviano alguno, sino que  reivindico los propios y en el sentido que no podían ir en contra de los sentimientos del pueblo y de la opinión pública chilena. Al final, Chile una vez que queda formalizado el conocimiento del "Tratado Defensivo Secreto" entre Bolivia y  nuestro país, le declara la guerra al Perú.

Por esas ironías dela historia uno de los actores diplomáticos de esos tiempos es el Embajador Chileno Carlos Walker Martínez, que quien sabe si es ancestro del ex Canciller Chileno y una de las cosas que a muchos debe sorprender es que JUAN DE ARONA que es el nombre de una calle de san Isidro,  era el seudónimo de Don Pedro Paz Soldán y Unanue, un personaje importante de nuestra literatura y la política de esos tiempos. En lo que se refiere a Don José Antonio de Lavalle, fue un diplomático y un político importante, llego a ser congresista, suscribio el TRATADO DE ANCÓN, fue prisionero en Chile por más de un año y es una de las figuras poco conocidas pero relevantes de esa dolorosa etapa de nuestra historia.

Finalmente, haciendo un poco de política ficción, especulando, yo me atrevo a pensar que la inteligencia británica, cercana a la DINA, ha tenido activa participación en conocer el fallo por anticipado, que el miembro chileno en el tribunal, fue importante y que como se desprende del artículo de VELAVERDE de la semana pasada, fue un error no haber nombrado un connacional en el cargo.