MAS PRESIDENTA QUE NUNCA.......................
La relación de la pareja presidencial llevada al ejercicio del poder, es una experiencia singular para diversas disciplinas (como la psicología y la historia) y no solo para la política en general. Que un hombre que ejerce la máxima autoridad de una nación. Que un personaje que representa el Poder Supremo y que como militar (por formación) le da a ese valor o a ese poder (supuestamente) un carácter diferente al que le da el ciudadano común y corriente, por lo que representa en su vida, el don mando. Que ese ciudadano, que tiene nombre y apellido y que se llama Ollanta Humala Tasso, no tenga vergüenza ni pudor en aceptar o en afirmar y reafirmar con sus actos y su conducta política, que su pareja sentimental, su compañera, su esposa; no solo comparte el poder que emana del pueblo, sino que tiene mayor peso político, inteligencia y capacidad que él; resulta patético y doloroso para una sociedad basada en códigos "machistas". Una distorsión más en un país pintoresco y lleno de contradicciones.
Hay una dramática ironía en esta alegoría de la política peruana actual. Frente a una historia que se duele por no tener una clase política dirigente, de solera y de nivel; en los hechos, en la realidad y en la verdad, el líder máximo de la nación, el personaje que encarna el poder supremo, es un hombre que esta siendo constantemente caricaturizado (lo que parece no importarle) porque depende emociona y políticamente de su mujer.
Un mandatario que se muestra inseguro y que necesita permanentemente a la pareja a su lado; por problemas que presumiblemente provienen de un hogar autoritario y que han sido alimentados por una relación de pareja, en la que la política, rompe el molde tradicional de los roles de genero y los convierte en una sociedad conyugal y en una sociedad política, donde como el macho dominante es la mujer; eso hace que los sueños, las visiones, las ambiciones y los objetivos que ella tiene personalmente (en lo político) necesitan expresarse como elemento de dominación-subordinación frente a ese poder supremo reconocido, del que ella es (ante sus limitaciones) el operador, el organizador, el facilitador y el articulador, para satisfacer su ego y su vanidad personal y no para tener una visión de estado o de estadista. Un hecho que sirve para desnudar al personaje y para descubrir sus traumas existenciales y el verdadero objetivo de su actuación en política.
Un mandatario que se muestra inseguro y que necesita permanentemente a la pareja a su lado; por problemas que presumiblemente provienen de un hogar autoritario y que han sido alimentados por una relación de pareja, en la que la política, rompe el molde tradicional de los roles de genero y los convierte en una sociedad conyugal y en una sociedad política, donde como el macho dominante es la mujer; eso hace que los sueños, las visiones, las ambiciones y los objetivos que ella tiene personalmente (en lo político) necesitan expresarse como elemento de dominación-subordinación frente a ese poder supremo reconocido, del que ella es (ante sus limitaciones) el operador, el organizador, el facilitador y el articulador, para satisfacer su ego y su vanidad personal y no para tener una visión de estado o de estadista. Un hecho que sirve para desnudar al personaje y para descubrir sus traumas existenciales y el verdadero objetivo de su actuación en política.
Después de la grosera y grotesca mala manera como sale el Sr. César Villanueva. Después de que Nadine Heredia mostrara su poder, su manejo político y su fuerza, poniendo en evidencia la falta de autoridad, de mando y las limitaciones del poder del Presidente Humala, lo menos que se podía esperar es que en la juramentación del nuevo gabinete, la figura presidencial se exhibiera única, asumiendo en solitario la responsabilidad de sus decisiones. Y lo que vemos es a un Humala ingresando orondo de la mano de su mujer. De la mano del personaje que esta causando todo este estropicio. De la mano de la femina que viene co-gobernando el país, humillando la figura presidencial y caricaturizando el machismo con el que se moteja a la sociedad peruana. Más allá de los círculos de poder que rodean a la pareja presidencial y que se benefician de él; aunque pueda parecer broma creo que habría que pensar seriamente en derrocar a Ollanta Humala: Por una simple, patriótica, nacionalista, revolucionaria y democrática razón: Por Cojudo.