CUMPLE CIEN AÑOS:
Los poetas no se festejan, simplemente se leen. Esa es una manera de celebrarlos. JMN
CAMBIO DE NOMBRE:
A los amantes de las bellas letras
Hago llegar mis mejores deseos
Voy a cambiar de nombre a algunas cosas.
Mi posición es ésta:
El poeta no cumple su palabra
Si no cambia los nombres de las cosas
¿Con qué razón el sol
Ha de seguir llamándose sol?
¡ Pido que se le llame Michifuz
El de las botas de cuarenta leguas!
¿Mis zapatos parecen ataúdes?
Sepan que desde hoy en adelante
Los zapatos se llaman ataúdes
Comuníquese, anótese y publíquese
Que los zapatos han cambiado de nombre
Desde ahora se llaman ataúdes.
Bueno, la noche es larga
Todo porta que se estime a sí mismo
Debe tener su propio diccionario
Y antes que se me olvide
Al propio dios hay que cambiarle de nombre
Que cada cual lo llame como quiera:
Ese es un problema personal.
DISCURSO FÚNEBRE:
Es un error creer que las estrella
Puedan servir para curar el cáncer
El astrólogo dice la verdad
Pero en este respecto se equivoca.
Médico, el ataúd lo cura todo.
Un caballero acaba de morir
Y le ha pedido a su mejor amigo
Que pronuncie las frases de rigor,
Pero yo no quisiera blasfemar,
Solo quisiera hacer unas preguntas.
La primera pregunta de la noche
Se refiere a la vida de ultratumba
Quiero saber si hay vida de ultratumba
Nada más que si hay vida de ultratumba.
No me quiero perder en éste bosque.
Voy asentarme en esta silla negra
Cerca del catafalco de mi padre
Hasta que me resuelvan mi problema
Alguien tiene que estar en el secreto.
Cómo no va saber el marmolista
O el que le cambia la camisa al muerto
¿El que construye el nicho sabe más?
Que cada cual me diga lo que sabe,
Todos estos trabajan con la muerte
¡Estos deben sacarme de la duda!
Sepulturero, dime la verdad,
Cómo no va a existir un tribunal,
¡O los propios gusanos son los jueces!
Tumbas que parecéis fuentes de soda
Contestad o me arranco los cabellos
Porque ya no respondo por mis actos,
Solo quiero reír y sollozar.
Nuestros antepasados fueron duchos
En la cocinería de la muerte:
Disfrazaban al muerto de fantasma,
Como para alejarlo más aún,
Como si la distancia de la muerte
No fuera de por sí inconmensurable.
Hay una gran comedia funeraria.
Dícese que el cadáver es sagrado,
Pero todos se burlan de los muertos
Con que objeto los ponen en hileras
Como si fueran latas de sardinas
Dícese que el cadáver ha dejado
Un vacío difícil de llenar
Y se componen versos en su honor.
¡Falso porque la viuda no respeta
Ni el ataúd ni el lecho del difunto!
Un profesor acaba de morir.
¿Para que lo despiden los amigos?
¿Para que resucite por si acaso?
¡Para lucir sus dotes oratorias!
¿Y para que se mesan los cabellos?
¡Para estirar los dedos de la mano!.
En resumen, señoras y señores,
Solo yo me conduelo de los muertos.
Yo me olvido del arte y de la ciencia
Por visitar sus chozas miserables.
Sólo yo, con la punta de mi lápiz,
Hago sonar el mármol de las tumbas.
Pongo las calaveras en su sitio.
Los pequeños ratones me sonríen
Porque soy amigo de los muertos.
Estoy viejo, no se que me pasa.
¿Por qué sueño clavado de una cruz?
Han caídos los últimos telones
Yo me paso la mano por la nuca
Y me voy a charlar con los espíritus.
LA MONTAÑA RUSA:
Durante medio siglo
La poesía fue
El paraíso del tonto solemne
Hasta que vine yo
Y me instale con mi montaña rusa.
Suban, si les parece.
Claro que yo no respondo si bajan
Echando sangre por boca y narices.