
Sobre el Boom Inmobiliario, Heresi expreso que calcula que la inversión inmobiliaria en el distrito, es antojadizamente del orden de los Mil Millones de Dólares (US 1,000´000,000.00) y que San Miguel es el distrito que mas ha crecido en todo el país. Acostumbrado a cifras sin rigor ni criterio técnico, como los porcentajes que publicita (por todo el distrito) en el combate a la delincuencia por el Serenazgo (delincuencia que no se ha reducido) resulta poco serio y demagógico lanzar cifras sin sustento, sin explicar como se llegó a la misma.
En el contexto anteriormente descrito, me llamo la atención que candidatos que ya están en campaña en San Miguel, mandando sus "tarjetitas" por navidad, año nuevo, día del padre, de la madre y hasta de la tía. Candidatos que regalan cocinas, pescado, electrodomésticos y víveres o que como el Sr. Bless, hacen su campaña en la puerta de la iglesia y con la complacencia del pariente cura -para que la gente se convenza que los políticos son unos "santos varones" y que su preocupación por el país es auténtica- se queden en el fácil expediente de la prebenda por el voto y no les interese el debate de ideas, la propuesta. Ese es el gran drama de la política peruana.
Nadie duda de la gran inversión que significa para el país, el boom inmobiliario, que San Miguel es uno de los distritos donde se viene incrementando la propiedad horizontal, donde se viene construyendo un buen numero de edificios, sobre todo en lugares como la Av Costanera de cara a la Costa Verde, donde la renovación urbana es importante y significativa desde le punto de vista urbano y arquitectónico, para una ciudad que aunque tarde comenzó ya a mirar al mar.
El problema es que la responsabilidad de la autoridad municipal, va más allá de cambiar la zonificación para facilitar la construcción; va más allá del mercantilismo de los ingresos y las ganancias que se obtienen por licencias y trámites diversos. El desarrollo inmobiliario tiene que ir de la mano de una planificación estratégica que priorice la calidad de vida del vecino. Un vecino que como en el caso de la urbanización Maranga por poner un ejemplo, pierde su privacidad y el carácter residencial de manera acelerada y desproporcionada, al no haber parámetros urbanísticos que le den carácter de exclusividad a determinadas zonas, donde solo existan casas de tipo residencial; donde no pueda haber edificaciones de altura.
El Sr. Heresi mira el boom inmobiliario como cajero y no como alcalde. No hay en su gestión, preocupación alguna o plan definido, para que las autoridades competentes cambien las redes de agua y desagüe; no hay una estrategia de su gestión para mitigar la presión demográfica con relación a las áreas verdes o a la congestión vehicular. Si no hay una planificación ordenada y si no se define mediante estudios técnicos, un techo determinado a este boom inmobiliario, que es una responsabilidad de los políticos; las generaciones posteriores van a tener que enfrentar la crisis y esto es irresponsable, porque quienes son gobierno, tienen que ver activos y pasivos, tienen que evaluar aspectos positivos y negativos y gobernar con visión de futuro y no en función del rédito político, del corto plazo.
Si los alcaldes o los que pretender reemplazarlos en el cargo, ven la política como el simple hecho de llegar al sillón comunal, de regalar "cositas" o de traficar con la imagen de dios para llegar al municipio; y ya en el cargo, ven el crecimiento inmobiliario desde la perspectiva del ingreso o simplemente como ganancia; estamos jodidos. En un país donde generalmente se trabaja al champazo, estas cosas nos van a terminar pasando la factura.