sábado, 21 de marzo de 2009

N° 61 - LA MEMORIA PERUANA

Y LAS LIMITACIONES DEL DERECHO INTERNACIONAL:

La presentación de la Memoria Peruana a la Corte Internacional de Justicia de la Haya, es la expresión de los hechos y de los fundamentos de derecho, en los que se sustenta la demanda presentada en Enero del 2008 por el Perú. La posición del país frente al diferendo marítimo con Chile, es sin lugar a dudas un trabajo técnico jurídico de primer nivel, que ha significado la unidad de criterio de diversos sectores del país, pero que no puede ser manejado o utilizado con triunfalismo ni con patriotismo demagógico, para conseguir réditos políticos, como los que impulsaron la definición de la controversia, por un gobierno como el de Toledo que necesitaba un elemento aglutinador frente a su desgaste político o como lo que han significado, las líricas, odálicas, demagógicas y aburridas declaraciones de los líderes políticos peruanos frente al tema.

En lo sustantivo, la posición peruana se basa en el hecho de que, ante la existencia de una superposición de las zonas marítimas proyectadas desde las costas del Perú y de Chile, la Corte debe delimitar el área de la controversia mediante una línea equidistante que signifique derechos exclusivos del Perú sobre el triangulo externo que se forma (casi 70,000 Km2) y que se encuentra dentro de nuestras doscientas millas de mar territorial.

El problema es que el proceso va a ser materia de un estrategia jurídico política y diplomática del país sureño, que mantenga el predominio marítimo chileno sobre la zona, una estrategia que dilate el fallo. Que pasa por plantear la excepción de incompetencia bajo el argumento de que el Tribunal no tiene competencia para resolver un asunto ya definido con anterioridad por acuerdos de pesca que, firmados en los años 50 del siglo pasado, definen el límite marítimo entre los dos países.

Que la razón jurídica nos asiste, que existen precedentes, que el texto de los acuerdos no menciona la palabra límites o el vocablo acuerdo, es un hecho secundario frente a la necesidad de que en principio el fallo nos sea favorable y que Chile acepte una resolución, que si le es contraria puede no acatar, basándose en el principio de soberanía y en la fuerza de las armas. La desobediencia norteamericana en 1986 ante el fallo adverso por su participación militar en Nicaragua, es un claro ejemplo de las limitaciones del derecho internacional y por ende, del poder de la Corte Internacional de Justicia de la Haya, para cumplir y hacer cumplir sus fallos, Consejo de Seguridad incluido.

El gobierno del Perú y su clase política, deben actuar con prudencia, sin triunfalismo ni demagogia; deben iniciar una ofensiva diplomática para obligar a que Chile exprese esa voluntad de respeto frente al fallo de la Corte Internacional de Justicia de la Haya. El problema no es el frente interno (más allá de los excesos y las poses patrioteras de los políticos) el problema es el frente externo. La diplomacia chilena siempre ha sabido moverse mejor que la peruana en cuestiones de conflictos bilaterales. Durante la Guerra del Pacífico diversas compras de armas y navíos fueron bloqueadas; tiempo después, en el contexto del Tratado de Ancón, se terminaron quedando con Arica, en los cincuentas sacaron acuerdos de pesca por los que mantienen el statu quo y hoy en día, el Tratado de Libre Comercio, le es por donde se le mire, mayoritariamente ventajoso para sus intereses e inversiones en el país. En el mundo contemporáneo, las relaciones internacionales tienen un peso específico y un valor significativo frente a los intereses de las naciones, en un contexto en el que la justicia, es humana (no divina) y no todo lo justa que quisiéramos. Al final la historia de nuestros vecinos del sur es una clara demostración de que aquello de "Por la razón o por la fuerza", no es solo un lema: Es una norma de convivencia que no tiene nada de pacífica.

viernes, 20 de marzo de 2009

N° 60 - ¿ MIERDAS..........?


CLAUDIO PIZARRO Y LOS PERUANOS:



Claudio Pizarro que ha sido descubierto evadiendo impuestos y haciendo negocios a expensas del sudor, las habilidades y las piernas de sus colegas de profesión; personajes que por lo general no tienen más ética que la del buen contrato que compre un auto de lujo o les permita un mejor status social; dice que los peruanos son una mierda. Y los peruanos nos preguntamos si realmente lo somos. Yo creo que es un exceso y una inexactitud.

Los peruanos somos gente amable, gente amigable, al extraño y al forastero lo invitamos a casa, le hablamos en diminutivo, le brindamos nuestra amistad, lo arropamos; claro que cuando entramos en confianza, cuando el extraño se convierte en amigo, en compañero de trabajo o en colega de profesión o de partido, la cosa cambia. Sentimos que estamos en competencia y somos mezquinos, envidiosos, egoístas. Como todo sabemos, como somos incapaces de reconocer el error y somos figurettis, nos queremos quedar siempre con la última palabra, pretendemos ponerle siempre la ceraza al pastel, evitamos que el prójimo nos supere, progrese o sea más que nosotros. No sabemos trabajar corporativamente, por eso no tenemos un concepto de nación. conciencia de lo colectivo. Y es que el peruano se ha acostumbrado a pensar primero en él, segundo en él y tercero en él.

Los peruanos no somos una mierda. Somos pendejos que es otra cosa. Y el problema es que mientras en otros países el pendejo es el tonto, en el Perú la acepción de pendejo es ser vivo, criollo, atrasador, chamullero. Y la criollada de los faenones, la que que inaugura hospitales que no funcionan, que no cumple lo que promete, nos ha costado un alto precio. No respetamos las normas, las reglas de juego de una sociedad civilizada, de una cultura de la convivencia con visión de futuro y de progreso. Y nuestra pendejada nos ha llevado a ser una sociedad que no aprende del error, que ha desarrollar una cultura chicha que aparenta lo que no es. La hipocresía del mestizaje, la costumbre de dar vueltas sobre lo mismo, la argolla y el trinquete; el sectarismo y el desprecio por el cholo, por el misio, por la cosa pública; la solidaridad de la granjería y del interés subalterno.

Si los peruanos fuéramos una mierda, no andaríamos siempre tratando de quedar bien con todos, aliándonos con el poderoso y engañándonos a nosotros mismos. Claudio Pizarro es una muestra de todo lo anterior; quiso ser pendejo, defenderse de la documentada acusación, insultando, escupiendo al cielo, apelando a la envidia para cubrir un negociado o un enjuague que no resiste la ética ni la ley. No hay que confundirse; el calificativo es un exceso. Hablar de la caca de los peruanos es otra cosa.

domingo, 15 de marzo de 2009

N° 59 - CONDON...ACION APRISTA


POPULISMO Y DEMAGOGIA


La historia política del Perú esta llena de frases efectistas y de cliche, de políticas y acciones que supuestamente se fundan en el interés y el beneficio popular, en los pobres y en los más necesitados. Medidas populistas, efectistas y demagógicas que terminan al final de cuentas perjudicando al pueblo, volviendo más pobres a los pobres, perturbando el equilibrio financiero, la caja fiscal y materializando ese salto al vació por el que siempre ha apostado la irresponsabilidad y el sectarismo de la clase política peruana. Actos de gobierno que terminan ocasionando el efecto contrario al que fue o es materia de su inspiración.

Alan García Pérez, han sido siempre un político populista, un hombre de verbo ágil y de reflejos rápidos para disponer de lo que es patrimonio de todos los peruanos, en beneficio propio y bajo el argumento (claro está) de que se trata de políticas de estado, de preocupación por los pobres. La misma”filantrópica, democrática y nacionalista” preocupación que nos llevó a los peruanos a la mayor hiperinflación de nuestra historia, bajo el pretexto del ímpetu juvenil, del deseo de hacer cosas y de la inexperiencia gubernamental.

Hoy un Alan García maduro, regordete, liberal, sin oposición política, gobernando no solo con doce apóstoles, sino con el gran capital (con los grupos de poder nacionales y transnacionales) como tiene un proyecto político personal para ser en el 2016 nuevamente Presidente de la República; sigue su libreto populista, demagógico y clientelista de 1985; sigue disponiendo de la cosa pública a voluntad, haciendo lo que le viene en gana con los bienes del Estado y condonando deudas del BANCO DE MATERIALES, que lo que hace es instaurar la política del no pago, la consagración de la viveza criolla, que perjudica al deudor que aunque pobre, ha honrado su deuda con BANMAT, que ofende al ciudadano común y corriente que paga impuestos, en una vorágine populista que incluye normas para legalizar despojos e invasiones de tierras y leyes supuestamente anti crisis saltándose la majestad del Congrezoo. Y lo primero que debería hacer García si actuara en justicia y sin demagogia, en estos actos de gobierno, es devolverles la plata a los acreedores pobres del BANCO DE MATERIALES que si pagaron su deuda.

No hay un estudio serie de capacidad de pago, del nivel de pobreza de los beneficiarios, no hay un estudio del perjuicio para las arcas fiscales, todo es voluntarismo, demagogia; adjetivos, insultos y agravios para quienes critican su decisión. Al iluminado y todo poderoso Alan García, solo le interesa que lo entiendan el 90% de los ciudadanos pobres del Perú, porque no quiere que voten contra él sino por él. Y es que en éste país la gente no tiene cultura política, ni educación, ni conciencia del interés colectivo y mucho menos concepto de nación. Y a las mayorías empobrecidas del Perú, a las que el crecimiento y el progreso de las estadísticas, de las cifras gubernamentales no alcanza, lo único que saben hacer mayoritariamente frente a los políticos es estirar la mano, agachar la cabeza, aplaudir, aunque después voten contra ellos. Y como los políticos lo saben, alientan eso, no solo dentro de los partidos políticos donde las cúpulas están rodeadas de puro hueso y poca carne, de cuadros poco calificados (con muchos deseos de figuración y de mejora económica a partir del cargo público) sino también en las ciudades donde las masas ignorantes claman por justicia social, por igualdad, por progreso y bienestar ante un hombre que es un maestro de la política criolla y que aunque ya no cante: “Sigue siendo el Rey” de la demagogia y el populismo. García insulta, dice que no dijo con un cinismo espeluznante; García condona, encapsula deudas, regala tierras ajenas, protege supuestamente a los pobres. Y mientras el chinito solo “nos metía la yuca”, este es más osado, más audaz, "más democrático"……..y nos va a joder.

domingo, 8 de marzo de 2009

N° 58 - LO QUE SE CALLAN LAS MUJERES...CONGRESISTAS


A PROPÓSITO DEL DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER.




Yo no creo que la Sra. Maria Luisa Cuculiza, ni la Sra. Keiko Fujimori, ni Charo Sasieta, ni Lourdes Alcorta o la Sra. Karina Beteta, por citar algunos nombres de ilustres parlamentarias representen necesariamente a la mujer peruana. Son el rostro femenino de la política, que es otra cosa. Nadie le quita sus meritos personales, su capacidad para llegar al Congreso; que trabajen leyes a favor de la mujer que quedaron archivadas en otras legislaturas; las presenten como propias, concilien con un APRA necesitada de votos y se ganen el jamón. No se les puede quitar el mérito de que trabajan por el país, que medio ahombradas y achoradas, se rasguen las vestiduras para pedir que las mujeres tengan alternancia en las listas parlamentarias, por su condición de mujer y no por capacidad o inteligencia; con lo que antes que la preocupación ajena se aseguran la propia y el tentar la reelección. Pero de allí a decir que representan a la mujer peruana me parece un exceso. Porque la mujer peruana esta reresentada por gente más simple, más sencialla, sin intereses subalternos. Porque la política es sinónimo de poder y el poder en el Perú es por lo general expresión de interés personal o partidario, decorado con vocación de servicio y preocupación por los grandes problemas nacionales. No son todos los políticos es cierto, pero esa es la pobre imagen del hacer política en el Perú.

En el “Día Internacional de la Mujer”, no creo que sea justo hablar en singular, porque la pluralidad resulta coquetamente encantadora. Las hay de sabores y olores diferentes, de medidas, tallas y de colores de piel diversos; de idiosincrasias y personalidades distintas. Pueden variar en su forma de relacionarse con los hombres, en su manera de ver y enfrentar la vida, en la opción de ser madre o no, hecho que al final de cuentas no la hace ni más ni menos mujer. Pero allí están, acompañando y recreando nuestro paso por la vida, construyendo un hogar y una familia a nuestro lado, ayudándonos a entender el mundo; despertando en nosotros esa experiencia única del amor, de la sexualidad y del placer.

La evolución de la humanidad, marca la asunción de la mujer a nuevos roles en la sociedad (un nuevo papel al que no necesariamente se han opuesto los hombres) que se ha ido puliendo en la medida que el mundo se ha ido desarrollando, haciendo más complejo en sus relaciones, en su desarrollo tecnológico, en su evolución cultural, a punto tal que ha obligado a la mujer a dejar su tradicional papel de subordinada al varón, de madre, de ama de casa , para seguir siendo eso y asumir adicionalmente, esos roles que eran antes exclusivos del hombre.

En el fondo la discriminación es aparente, selectiva, no es total. Lo que hay es una lucha por la igualdad que nunca se va a poder lograr porque la sociedad es gobernada por el hombre y esta construida así desde los tiempos bíblicos, tal como lo consignan las sagradas escrituras. Y es que antes que una lucha por la liberación femenina, hay una lucha por pasar del macho a la hembra dominante. Una realidad que se ha dado en determinados momentos de la historia, en algunas sociedades. Que hoy se da en algunos hogares, en muchas familias, donde la mujer, la madre es la que trabaja, la que genera ingresos, la que es la cabeza de la familia, independientemente de que tenga compañero o no. De que este compañero asuma en la relación un papel de subordinación por razones que no necesariamente son económicas.

A partir de lo anteriormente expuesto, como entender en medio de una sociedad dirigida por el macho dominante, en un mundo marcado por la desigualdad social, que se pueda hablar desde la perspectiva femenina, de discriminación de manera absoluta y general, sin valorar la serie de privilegios, consideraciones, visiones y posicionamiento social por el factor maternidad de la que gozan las mujeres por su sola condición de mujer. En lo sustantivo, es bueno dejar constancia que hay discriminación, que no hay igualdad, que hay violencia contra la mujer, fundamentalmente por dos razones, por ignorancia (y por no decir por cojudas) digamos por tontas. La mujer que es más instruida o educada tiene a la mano, los medios y la información para evitar el maltrato, si no lo hace por falta de carácter, por la familia, los hijos o “por amor”, es enteramente su responsabilidad.

No es lo mismo y sobre todo en países como el nuestro, una mujer blanca con educación, con un nivel económico significativo, proveniente de un estrato social alto, que una mujer cobriza, con segundo de primaria, en extrema pobreza y que vive en un pueblo joven. En esa diferencia de personas de un mismo género, lo más probable es que la primera no sea nunca discriminada, marginada, tratada como desigual o lo sea menos que la mujer pobre. Y es que debemos tener claramente establecido el hecho de que es la falta de educación, la falta de cultura, la pobreza, la que expone a la mujer a la discriminación, a la violencia, al maltrato, a la exposición a un machismo ignorante.

En el Día Internacional de la Mujer, creo que es bueno instaurar el Día Internacional del Hombre, evitar que se haga demagogia con lo de la discriminación, que se evite manipular o traficar con el tema y con la condición de mujer. Lo importante son las políticas, la docencia, los ejemplos. Últimamente ha habido uno, el de la mujer del Puma Carranza y ninguna de las congresistas de la república dijo nada, porque como son políticas les interesan los votos y no ir contra la corriente o chocar con “La Trinchera” que llevó al Congrezoo al Gordo Gonzáles. Aunque el error de la mujer por falta de amor, por un aparente maltrato físico, moral y psicológico, le significa que la voten de su casa, que la discriminen, que la exhiban malamente en la prensa; que el marido manipule a las hijas, le impida verlas y la deje sin plata; el Puma es del pueblo, "lo partieron, lo atrasaron" y ese lúpulo no pasa, porque en el fondo hay machismo pues. Porque como ellas quieren los votos del pueblo, ese tema es mejor no tocarlo. Por allí va la cosa. No valores, principios, convicción, docencia, sino oportunismo, electoralismo y demagogia. Por eso creo que hay que centrar el tema de la discriminación de la mujer. Por eso digo que las congresistas de la república, no necesariamente representan a la mujer. Y que por eso se callan.


sábado, 7 de marzo de 2009

N° 57 - LOS ANCLAJES DE LA CLASE POLÍTICA PERUANA


LAS DECLARACIONES DE FOXLEY Y EL TLC:


El Canciller Chileno Eduardo Foxley, se convirtió en una versión más diplomática y refinada del General Donayre, dijo criticando a los congresistas nacionales que presentaron la demanda de in constitucionalidad al TLC firmado con Chile, que los políticos peruanos están anclados en el siglo antepasado, lo cual no es cierto porque están anclados en el tiempo nomas. Pero él no puede decirlo, no puede expresarse así, no puede ofender a quienes nosotros si podemos enrostrar en la cara; su espíritu de cuerpo, su demagogia, su oportunismo y su mediocridad, en aras de sagrados intereses de la patria, entre los que figuran primero el suyo.

Foxley que es la cabeza visible de una de las diplomacias más eficientes y reputadas del continente, sabía que no podía expresarse de esa manera, que no podía condenar en esos términos el rechazo de un sector de la clase política peruana al TLC con su país. Pero la relación con nosotros es bastante compleja y diversa, tiene su lado adjetivo, sus puyazos, su folklorismo latinoamericano y su momento para cobrar facturas pendientes. Facturas como la de las bolsas del general de la alegría. Y Foxley dijo lo que dijo porque es la mejor manera de que Chile exprese a la clase política peruana lo que piensa de ella, porque saben que ya no hay en el Perú políticos de solera como los que cobijo antaño, hombres de la talla de Luís Alberto Sánchez o Manuel Seoane o el mismo Armando Villanueva. Hoy la clase política peruana es “el Dr” Velásquez Quesquén, el “Dr Anaya”, el “Dr Torres Caro” o la “Dra Cuculiza” para cumplir con la igualdad de géneros, aunque no nombremos a otras ilustres congresistas, que achoradas, ahombradas y rasgandose las vestiduras, creen que el ser mujer y no la inteligencia las debe mantener en el Congreso de la República. Políticos de gesto y de pose, de cubileteo, de intriga y de trinquete. Como Alan García cuyos labios hablan de futuro del Perú, pero cuya mente y corazón están fijados en el 2016.

Porque si en algo nos diferenciamos de Chile, es que no solo no lo podemos alcanzar en su capacidad bélica, sino en su concepto de nación, en su institucionalidad y en el nivel de su clase política, una clase política con una visión y un concepto de Estado, forjado desde la época de Diego Portales y consolidada en el tiempo. Porque el Perú puede tener un crecimiento sostenido, pero tiene igualmente pobreza y su clase política no puede (por sus taras) hacer estado y construir una nación. Porque aquí cada quien ve su interés personal y su conveniencia, porque tenemos políticos que se quedan en la coyuntura, en la elección y el electoralismo y que en lugar de mirar el futuro del país, lo que miran es el futuro propio.

Y los anclajes reales de la clase política peruana, de los que Chile tiene conciencia desde 1879 (por eso lo del siglo antepasado) es esa falta de líderes y de estadistas que a veces no sabemos valorar en su momento, como Belaunde y Paniagua. Es esa caricatura que convierte en populismo de estado un gobierno inaugurando hospitales que no funcionan. Es la realidad de un sistema de partidos, de una partidocracia en la que lo único que hay es mediocridad, mezquindad, demagogia y clientelismo y que (en lugar de dar a luz) termina abortando personajes que juran por Dios y por la plata, que cutrean con facturas bambas de pollo a la brasa, que en privado afirman que primero tienen que ver su interés personal. Esos son los padres de la patria, esa es la elite política del Perú esa es nuestra clase dirigente, la que nos conduce a un futuro que siempre nos ha sido esquivo, que siempre se nos va postergando y vemos lejano.

Al final este TLC es la prueba de la irresponsabilidad política de quienes ocupan el poder en el Perú; de la necesidad de activos políticos de los gobiernos de turno a cualquier precio. Por tratarse de Chile este TLC debió obligatoriamente pasar por el Congreso, debió merecer un amplio y detallado debate. Pero como se trata de Chile, Alan García la pega de gran hermano del Pacífico, de latinoamericano, de amigo de Chile y ve en el TLC una forma de negociación por lo bajo o de concesión sin papel por lo de la demanda marítima. Claro que la clase política peruana, olvida históricamente que el araucano nos ve como cholitos, que se siente superior, que se sabe más fuertes. Y como su inversión económica es mayor nos van a terminar engullendo y no van a hacer ninguna concesión en lo de la demanda marítima. García comprenderá entonces ante los tambores de guerra; que con los chilenos, se es estratega, negociador o cojudo.