domingo, 15 de marzo de 2009

N° 59 - CONDON...ACION APRISTA


POPULISMO Y DEMAGOGIA


La historia política del Perú esta llena de frases efectistas y de cliche, de políticas y acciones que supuestamente se fundan en el interés y el beneficio popular, en los pobres y en los más necesitados. Medidas populistas, efectistas y demagógicas que terminan al final de cuentas perjudicando al pueblo, volviendo más pobres a los pobres, perturbando el equilibrio financiero, la caja fiscal y materializando ese salto al vació por el que siempre ha apostado la irresponsabilidad y el sectarismo de la clase política peruana. Actos de gobierno que terminan ocasionando el efecto contrario al que fue o es materia de su inspiración.

Alan García Pérez, han sido siempre un político populista, un hombre de verbo ágil y de reflejos rápidos para disponer de lo que es patrimonio de todos los peruanos, en beneficio propio y bajo el argumento (claro está) de que se trata de políticas de estado, de preocupación por los pobres. La misma”filantrópica, democrática y nacionalista” preocupación que nos llevó a los peruanos a la mayor hiperinflación de nuestra historia, bajo el pretexto del ímpetu juvenil, del deseo de hacer cosas y de la inexperiencia gubernamental.

Hoy un Alan García maduro, regordete, liberal, sin oposición política, gobernando no solo con doce apóstoles, sino con el gran capital (con los grupos de poder nacionales y transnacionales) como tiene un proyecto político personal para ser en el 2016 nuevamente Presidente de la República; sigue su libreto populista, demagógico y clientelista de 1985; sigue disponiendo de la cosa pública a voluntad, haciendo lo que le viene en gana con los bienes del Estado y condonando deudas del BANCO DE MATERIALES, que lo que hace es instaurar la política del no pago, la consagración de la viveza criolla, que perjudica al deudor que aunque pobre, ha honrado su deuda con BANMAT, que ofende al ciudadano común y corriente que paga impuestos, en una vorágine populista que incluye normas para legalizar despojos e invasiones de tierras y leyes supuestamente anti crisis saltándose la majestad del Congrezoo. Y lo primero que debería hacer García si actuara en justicia y sin demagogia, en estos actos de gobierno, es devolverles la plata a los acreedores pobres del BANCO DE MATERIALES que si pagaron su deuda.

No hay un estudio serie de capacidad de pago, del nivel de pobreza de los beneficiarios, no hay un estudio del perjuicio para las arcas fiscales, todo es voluntarismo, demagogia; adjetivos, insultos y agravios para quienes critican su decisión. Al iluminado y todo poderoso Alan García, solo le interesa que lo entiendan el 90% de los ciudadanos pobres del Perú, porque no quiere que voten contra él sino por él. Y es que en éste país la gente no tiene cultura política, ni educación, ni conciencia del interés colectivo y mucho menos concepto de nación. Y a las mayorías empobrecidas del Perú, a las que el crecimiento y el progreso de las estadísticas, de las cifras gubernamentales no alcanza, lo único que saben hacer mayoritariamente frente a los políticos es estirar la mano, agachar la cabeza, aplaudir, aunque después voten contra ellos. Y como los políticos lo saben, alientan eso, no solo dentro de los partidos políticos donde las cúpulas están rodeadas de puro hueso y poca carne, de cuadros poco calificados (con muchos deseos de figuración y de mejora económica a partir del cargo público) sino también en las ciudades donde las masas ignorantes claman por justicia social, por igualdad, por progreso y bienestar ante un hombre que es un maestro de la política criolla y que aunque ya no cante: “Sigue siendo el Rey” de la demagogia y el populismo. García insulta, dice que no dijo con un cinismo espeluznante; García condona, encapsula deudas, regala tierras ajenas, protege supuestamente a los pobres. Y mientras el chinito solo “nos metía la yuca”, este es más osado, más audaz, "más democrático"……..y nos va a joder.

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