EL ARTE Y ENSARTE DE NUESTRA REAL POLITIK:
Nuestra política es definitivamente surrealista; alejada de la razón, del sentido común, de criterios morales o estéticos; enfrentada con las formas de hacer política seria. No hablo ni siquiera de política decente, porque eso sería generalizar que todos los políticos son pillos y aunque hay una gran mayoría en giro, una generalización de ese tipo, termina siendo ofensiva con nosotros mismos como sociedad, no solo porque los elegimos, sino porque finalmente, no es verdad que todos los políticos son corruptos o defienden sus propios intereses. .....el problema es que los que no son corruptos, ante una sociedad poco institucionalizada, poco contestataria, sin educación, sin cultura cívica, con desigualdad y con masas empobrecidas, sin partidos o con partidos que son clubes de amigos (que controlan) se sienten seres superiores. Y como no hay partidos, sino ghetos políticos, el país gracias al poder que ostentan termina convirtiéndose en una especie de chacra personal.
Nuestra política es definitivamente surrealista; alejada de la razón, del sentido común, de criterios morales o estéticos; enfrentada con las formas de hacer política seria. No hablo ni siquiera de política decente, porque eso sería generalizar que todos los políticos son pillos y aunque hay una gran mayoría en giro, una generalización de ese tipo, termina siendo ofensiva con nosotros mismos como sociedad, no solo porque los elegimos, sino porque finalmente, no es verdad que todos los políticos son corruptos o defienden sus propios intereses. .....el problema es que los que no son corruptos, ante una sociedad poco institucionalizada, poco contestataria, sin educación, sin cultura cívica, con desigualdad y con masas empobrecidas, sin partidos o con partidos que son clubes de amigos (que controlan) se sienten seres superiores. Y como no hay partidos, sino ghetos políticos, el país gracias al poder que ostentan termina convirtiéndose en una especie de chacra personal.
Y los últimos hechos son sintomáticos. Frente a una realidad objetiva, a diversas versiones sobre un mismo hecho, a marchas y contramarchas, el ex Presidente Alejandro Toledo y su anaranjada esposa, terminan con la folklórica versión, de que ellos han sido simples agentes inmobiliarios de su ricachon amigo Joshep Maiman y como en esa familia, son todos tan ocupados, tan "académicos", no saben nada de la vida y negocios de la suegra o de la madre. Por último, en una mezcla de autoritarismo y candidez, expresan ante las contradicciones existentes, que se trata de su palabra frente a los de los personajes que han testificado en su contra.
El resultado es que gracias a Toledo y a su mujer, los ex presidentes de esta cuasi república bananera que es el Perú, terminan siendo empleados, achichincles o simples agentes inmobiliarios, de empresarios millonarios; con lo cual se caricaturiza la majestad del cargo. Lo que es penoso, porque si en el tema de los inmuebles solo se tienen indicios de choreo, en la salida ésta, de que son mandaderos de Maiman; hay sí la seguridad de que Toledo se arrastra frente al poderoso con dinero y eso abre una puerta, que lleva con lógica, a presumir su fascinación por el poder del dinero o por el dinero que da el poder. Una interpretación que por lógica elemental, los devuelve al hecho de que el dinero de los inmuebles es presumiblemente de ellos. Conjetura que desde el punto de vista psicoanalítico se refuerza con la pintura que tienen en la entrada de su casa, donde Toledo y su esposa aparecen como una reencarnación de Manco Capac y Mama Ocllo.
En esa dirección, resulta igualmente surrealista la persistente actitud desde el poder, de personajes comunes en la política peruana, sin personalidad, temperamento, perfil propio y con marcada proclividad para agachar la cabeza, para justificar todo o paa cumplir ordenes, como el Ministro Jimenez; que es un buen hombre, un profesional honesto, un personaje bien intencionado, pero que no dio la talla como Presidente del Consejo de Ministros y al que sus declaraciones sobre el nuevo avión presidencial, el hecho que no somos México ni Colombia o la histeria del pueblo con relación a la inseguridad ciudadana; le significaron por fin dejar el cargo y que lo reemplace un hombre que siendo Presidente Regional, esperamos le de dignidad al cargo y haga de la descentralización y de la inclusión de los más pobres su bandera.
Y en ese lienzo donde se gráfica nuestra manera de ser o de entender la política, en ese surrealismo criollo que ni el crecimiento económico, ni la disminución de la pobreza, ni la nueva y amplia "clase media" parecen cambiar; tenemos un Presidente de la República, que en cada discurso que se pega por calles y plazas, manda saluditos de su mujer cuando ella no esta y un congresista como "Hurtecho" que se robo los sueldos de sus empleados, pero que suspendido cobra, porque los congresistas se dan sus propias leyes. Y por último, somos un país donde el gobierno festeja la "Semana de la Inclusión" , la semana de los más pobres, en un lujoso hotel, dándole una cachetada a la pobreza.
Al final estamos acostumbrados a algo que no es política pero que es política, que transforma la realidad, que tiene siempre imágenes ambiguas, que cuestiona el concepto de ser peruano, sus sueños y fantasías en su conexión con la realidad. Es mentira que dios es peruano. El que nació en el Perú fue Breton.
Y en ese lienzo donde se gráfica nuestra manera de ser o de entender la política, en ese surrealismo criollo que ni el crecimiento económico, ni la disminución de la pobreza, ni la nueva y amplia "clase media" parecen cambiar; tenemos un Presidente de la República, que en cada discurso que se pega por calles y plazas, manda saluditos de su mujer cuando ella no esta y un congresista como "Hurtecho" que se robo los sueldos de sus empleados, pero que suspendido cobra, porque los congresistas se dan sus propias leyes. Y por último, somos un país donde el gobierno festeja la "Semana de la Inclusión" , la semana de los más pobres, en un lujoso hotel, dándole una cachetada a la pobreza.
Al final estamos acostumbrados a algo que no es política pero que es política, que transforma la realidad, que tiene siempre imágenes ambiguas, que cuestiona el concepto de ser peruano, sus sueños y fantasías en su conexión con la realidad. Es mentira que dios es peruano. El que nació en el Perú fue Breton.