jueves, 28 de julio de 2022

N° 581 - PROPONIENDO UN CAMINO......

PARA QUE CASTILLO VAYA A LA CARCEL:



La Constitución Política del Perú, es un Contrato Social y el Contrato Social, es no solo un conjunto de principios jurídicos y políticos, para el buen funcionamiento del Estado, que tiene una base ética y moral, que es desde el punto de vista filosofico y  ontologico de mayor valor y anterior a ese acuerdo de voluntades o de consenso, que expresa una constitución como la que  nos rige, nos regula en cuanto a líneas maestras y que estamos obligados a respetar.

Desde el punto de vista jurídico, un contrato es un acto jurídico y el acto jurídico de acuerdo al Código Civil, se interpreta en cuanto a sus clausulas -articulados si se trata de la Constitución- unas por medio de otras, atribuyendose a las dudosas el sentido  que resulte  del conjunto de todas. Y digo esto porque me parece un absurdo, que se interprete el 117° Constitucional  en su sentido estrictamente jurídico, formal, sin entender que una Constitución es un organismo vivo, que tiene un sentido jurídico, un sentido politico, uno cultural y otro sociologico, que no debe ignorarse. 

En el contexto anterior, interpretar rigidamente el 117° Constitucional, en el sentido que solo se puede acusar al Presidente de la República, durante su periodo, por traición a la patria, por impedir las elecciones  establecidas -generales, regionales, municipales-  por disolver el Congreso o por impedir su reunión y la de los organismos electorales, es aceptar que en una democracia, el hombre que "representa a la nación", puede como en el caso de Pedro Castillo ser un corrupto, un ladrón, el jefe de una organización criminal y permanecer en el cargo hasta el final de su mandato, para ser procesado recien tras dejar el cargo; porque según la interpretación jurídica a la que han llegado los sectores ilustrados del Perú, no hay posibilidad de materializar una denuncia e impulsar un proceso, por hechos diferentes al 117° constitucional. Es decir la dignidad de un pueblo, los principios, la moral y la etica publica, se someten al poder, por la estabilidad política en un pais totalmente inestable y sin rumbo fijo, que ha perdido o esta perdiendo lo poco construido en institucionalidad.

Y aquí se engarza el gran drama nacional de la hora presente, una clase politica repudiada por la sociedad que no da la talla,  partidos politicos que son solo franquicias electorales, politicos de caricatura y uña larga y un descredito total del ejercicio del poder y de lo que representa la democracia; agudizado por un hombre como Pedro Castillo, que es finalmente, ese disparo a la cabeza de una sociedad como la peruana -que anunciamos en este blog siempre-  sin ciudadanos, sin ciudadania, sin un concepto de nación y capturado por una clase política, que no tiene clase -desde la perspectiva de la vocación de servicio al pueblo- ni esta constituida por politicos, sino por mercenarios, oportunistas, acomodaticios y mediocres, aunque con honrosas excepciones como siempre.

En el escenario descrito, el inmovilismo social producido por la ignorancia de las masas, que las elites politicas y los gobiernos ineficaces se han preocupado de mantener, le da a un hombre como Castillo cierto respaldo de gente que cree que todavía los representa en sus reivindicaciones de clase, ignorando que el poder impone su verdad y que frente a ese juego de tronos de post verdades, el criterio, la razón y el analisis son importantes. Y ante los indicios abundantes y razonables, los incondicionales de Castillo y su brazo político en el Congreso, piden pruebas y las Fuerzas Armadas, avergonzadas aún, por el triste papel que cumplieron en el fujimorato y  que se esconden en ese absurdo concepto de que "no son deliberantes", tampoco se pronuncian ante esta descomposición no solo del estado de derecho, sino de la moral, los valores y los principios que sustentan un país.

Si el Minisiterio Público, ha dado el paso valiente y jurídico, de investigar los latrocinios y las corruptelas de este personaje que ejerce la primera magistratura de la nación, solo para defenderse y mantenerse en el poder, lo que le corresponde es la acumulación de pruebas y las conclusiones de ley. No hay ningun impedimento legal para que con esas pruebas informe al Congreso Nacional sobre las contundente pruebas que hay en las cinco carpetas fiscales que corren en investigación en contra de Pedro Castillo Terrones y que van a contar pronto con la confesión del ex Ministro Silva. Con ese contundente y jurídico informe y la presión de hechos que calienten la adormilada calle y arrinconen a "los niños" y a los de la bancada oficialistale toca al Congreso hacer su parte. No creo que en ese escenario, la vacancia no logre los votos necesarios  para que el Chotano y su banda vaya a la carcel por incapacidad moral. Como reza un poema de César Calvo se necesitan "Los elementos propicios: Un arbol incocente, alguna cuerda". 

(*) Despues de escuchar el Mensaje a la Nación, que fue un monumento al cinismo, a la improvisación, a la demagogia y al populismo, queda claro que Pedro Castillo y su gente van a insistir solo en mantener el poder  y en defenderse de las imputaciones para evitar la cárcel.


viernes, 15 de julio de 2022

N° 580 - EL COMBATE DE CONCEPCION

 CORAZONES EN LA CATEDRAL DE SANTIAGO:


Concepción es un primoroso pueblo en la serrania de Perú, que es una provincia de la Regíon Junín -se han dado cuenta que hasta en los documentos oficiales se sigue usando la denominación departamento- sus principales atractivos turísticos, son el Convento de Ocopa, la Laguna de Pomacocha y una Virgen de 25 metros y 80 toneladas de peso -Virgen de la Inmaculada Concepción- que es la más alta del Perú y la segunda más alta de Sudamerica, después del Cristo del Corcovado.

En esa Ciudad, se produjo los días 9 y 10 de julio de 1882, uno de los combates mas cruentos de la Guerra con Chile y que significo el "Día de la Bandera" para los mapochos, asi como para nosotros, lo es el 07 de junio de 1880, Día de la Batalla de Arica. En el contexto anterior, yo estoy lejos de lanzar odas a una victoria peruana, el objeto de este articulo es reseñar ese combate, mostrar lo que era la cultura de la guerra, cuando no había mayores instrumentos para defender los derechos humanos y cuando la humanización de la guerra era todavía lejana. Y digo esto porque excesos se dieron de ambos lados, porque en esos días todo era "ojo por ojo y diente por diente"  y las cosas en materia de derechos humanos en tiempos de guerra, se limitaban al intercambio de prisioneros, a documentos como la Declaracion del Congreso de Ginebra de  1874, a los Manuales de los Ejercitos en la Guerra  de Cesesión Norteamericana  y a la Declaración de  San Peterburgo de 1864,  que terminaban siendo letra muerta  a la hora de la batalla. 

Es recien con los juicios de Nuremberg, donde se sientan las bases para la humanización de la guerra y la sanción a los excesos. Es a partir de la Segunda Guerra Mundial,  cuando se estructura realmente una legislación orgánica sobre la materia. Insisto sobre el tema,  porque en los escenarios de la Guerra del Pacífico en 1879, el repase era parte de la cultura de la guerra en el Siglo XIX. En la refriega, en el enfrentamiento, en el combate, el nombre de "enemigo", despertaba odios y excesos de ambos lados, un sentimiento de venganza. Al final la guerra termina sacando siempre  las más bajas pasiones, olor a sangre y atrocidades de ambos lados.

En el caso chileno, el repase, las violaciones, el robo de bienes culturales, la falta de respeto a la vida y al patrimonio de ciudadanos extranjeros, dio origen a deseos de venganza por los peruanos y a juicios de indemnización por potencias extranjeras defendiendo los intereses de sus con-nacionales, despues de la guerra, sobre las que se ha escrito en éste blog (1). Por el lado peruano, tanto chilenos como ciudadanos chinos, "colies" chinos, que colaboraron con el ejercito chileno, fueron objeto de mutilaciones de cadaveres que se exhibian por partes en los caminos por los que discurria el ejercito de enemigo, indudablemente para despertar miedo en las tropas invasoras  y eso generaba igualmente deseos de revancha.

En  1882, las montoneras de Cáceres ponian en jaque al ejercito chileno. Un ejercito que buscaba acabar una guerra que desde Santiago, comenzaba a ser cuestinada, por el gasto que representaba en vidas humanas y en dinero. Lynch y Canto perseguian  a Cáceres por las serranias del Perú, pero las enfermedades  como el tifus y el clima eran el mejor aliado de la sagacidad, el genio militar y el conocimiento del terreno del Brujo de los Andes. 



Concepción era en ese entonces un pueblo de 4,000 habitantes, con cuatro manzanas dobles, tachonadas por comercios y casas de ciudadanos extranjeros -que fueron los pruncipales testigos de los hechos pues no se conoce parte de guerra peruano sobre el combate- y de vecinos adinerados, como el  Sr. Luis Duarte, partidario y peón de faena,  tiempo despues de Iglesias, que persiguio a Caceres con la División del Coronel chileno Arriagada, por la sierra norte del Perú, materializando la traición del General cajamarquino, al que Alan García  traslado al Panteón de los Héroes, en un acto que  no resiste menor analisis, dado el papel que jugo este en la paz con los chilenos, en un momento en el que la sociedad sureña ya queria la paz; el costo de la invasión era significativo en un escenario en el que  la gesta breñera de mantenerse, hubiera significado una paz en mejores condiciones para el Perú  

En Concepción el Coronel Canto, había instalado una guarnición de 77 hombres (cuatro oficiales, un hombre del Lautaro y 72 soldados del Chacabuco)  sin caballería,  concentrando el grueso de su división en Tarma. Por indicación de Cáceres, el Coronel Juan Gasto avanza sobre Concepción; no hay cifras exactas de la tropa entre ejercito regular y los montoneros, que toman los cerros circundantes, pero eran un número inmensamente superior. 

A las 2 de la tarde, el Coronel Juan Gasto -que murio tiempo despues  en Huamachuco- envia al Capitan chileno,  Ignacio Carrera Pinto  -sobrino del Presidente Anibal Pinto-  un pedido de rendición, considerando las fuerzas sueriores con las que contaba. El Capitan Carrera Pinto apela al procer de la Independencia de Chile, José Manuel Carrera, de quien era nieto, para rechazar rendirse y manifestar su disposición a combatir. 

El cuartel chileno expresan las fuentes consultadas, ocupaba inicialmente el costado oriente de la plaza, Carrera Pinto, ordena cubrir las cuatro bocacalles de acceso a la Plaza de Armas. Ante la superioridad de las fuerzas peruanas, las tropas chilenas se repliegan a la iglesia en medio de muestras de indudable valor y tras nutrido fuego y ataque a la bayoneta de las tropas de Carrera Pinto, que las van diezmando, terminan replegandose a la iglesia, donde al llegar la noche, esta es  incendiada. Tras sucumbir todo el destacamento, en medio de muestras de inegable valor -que era tambien parte de la cultura de la guerra en ese entonces donde lo que contaba era morir con honor- los cadaveres son vejados y hasta una cantinera (de las tres que acompañabana sus esposos) y su niño -nacido esa misma noche-  fue asesinado. 

Lo concreto y lo real es que no hubo sobrevivientes. Que los horrores de la guerra quedaron allí, en medio de  la persecusión y la venganza desatada después del combate, por las tropas de Canto, tras llegar a la ciudad y ver la masacre de sus hombres. En medio de ese escenario, los corazones de los oficiales fallecidos fueron extraidos de sus cuerpos y reposan desde entonces en la Catedral de Santiago.

(1) Los Arbitrajes Chilenos despues de la Guerra del Pacífico N° 563, Buscarlo en Etiquetas como "Guerra con Chile"


sábado, 9 de julio de 2022

N° 579 - EL DIARIO DE EDWIN JOHN PENTON:

 A BORDO DE LA FRAGATA BLINDADA COCHRANE:


Yo tengo sana envidia por la producción bibliográfica chilena sobre la Guerra del Pacífico, sobre sus investigaciones, sobre sus archivos, uno de ellos de invalorable valor aunque es mas bien, producto del latrocinio de la guerra, es el archivo documental del Mariscal Domingo Nieto, robado de Palacio de Gobierno durante la ocupación Chilena y sobre el que nada hace el Estado peruano para recuperarlo.

Nuestra carencias en ese sentido, creo que van más allá del trauma por la derrota, tienen que ver con la indiferencia de nuestra clase dirigente por educar al pueblo, por la cultura, por crear conciencia sobre el hecho más traumático de nuestra historia republicana; por evaluar a fondo las razones por las que perdimos la guerra; por interiorizar con espiritu de enmienda, el desempeño y las taras de nuestras élites gobernantes -que aun se reproducen. Y lo drámatico de la situación, es que a casi 150 años de ese hecho luctuoso y de cara a que a mediados del presente siglo, la historia puede repetirse, por la necesidad del agua, que sera el guano y el salitre ambicionado por nuestros vecinos del sur, para irrigar las deserticas tierras que nos arrebataron y que hoy forman parte del norte chileno; nuestras fuerzas armadas estan en una situación bastante precaria con relación a quienes hoy como ayer, tienen importantes inversiones en el país. No hay una decidida tarea de renovación de material de guerra por parte de nuestra clase politica, a pesar de ver como actualizan los chilenos sus elementos militares. No son hoy nuestras envejecidas armas un elemento de disuación frente a cualquier agresión externa.



Al integrar a mi biblioteca, un libro sobre la Guerra del Pacifico, el Diario de Edwin John Penton a Bordo de la Fragata Blindada Cochrane - 1878/1882, publicado por la  Corporación del Patrimonio Marítimo de Chile en el 2017, no dude en compartirlo con mis lectores, con la misma ilusión de un niño con su juguete nuevo, a pesar de andar con las limitaciones de tiempo para escribir, que son parte de las preocupaciones y los apremios propios de mi oficio de abogado. Y lo hago en la medida que este texto, aporta datos de un testigo  de excepción, de una fuente chilena de primera mano sobre el Combate de Angamos, que se complementa con los partes oficiales del Capitan de Fragata Melitón Carbajal, del Teniente Primero Pedro Garezón y del  Primer Ingeniero del Huascar, el norteamericano Samuel Mac Mahon, que murio indigente y alcoholico, en el manicomio del Cercado de Lima en 1894, lugar donde había sido internado por su esposa cuatro años antes.

Edwin John Penton, Oficial de Mar de Primera Clase de la Marina de Chile, nacio en Southampton, Inglaterra en 1834 y murio de cáncer en la misma ciudad en 1888, especializandose en Construcción e Inspección Naval, en 1875 fue contratado por el gobierno chileno como Inspector Técnico de Obras para representar su intereses durante la construcción de los dos acorazados que habían mandado  construir  los sureños en 1872; su diario, tiene vital importancia no solo por  estar a bordo del Cochrane, sino porque fue uno de los primeros en abordar el Huascar despues de terminado el combate y tambien al conducirlo a Valparaiso, donde estuvo trabajando con los carpinteros durante la travesia  taponeando los agujeros de la coraza del monitor para que llegara a puerto. Undato que no consigna Penton, tal vez por considerarlo intrascendente, pero que si consigna en sus memorias el capeññan del  Cochrane, es que en la sala de maquinas encontraron una oveja que era parte de la dieta de la tribulación del monitor.

Sobre el combate, Pelton indica que casi todos los tiros del Cochrane daban en el blanco y causaban gran detrucción. Que el segundo tiro dío en la Torre de mando y mato al Comandante Grau. Los tiros del blindado dice el marino inglés, eran muy precisos y causaban grandes daños. Que el pabellon del Huascar  se vino abajo hasta por dos veces y fue izado nuevamente. El combate duro hasta las 10.55 AM añade Penton en sus memorias. Los estropicios en el blindado chileno producto de  las granadas del Huascar fueron pocos, a punto tal que solo dos hombres fallecieron. En el Huascar las bajas fueron 64.

El Cochrane  disparo sobre el Huascar 45 granadas Palliser de 9", 12 de 20 libras, 12 de 7 libras, 4 dobles de 7 libras, 12 Shrapnell de 7 libras, 560capsulas de ametralladora y mil de rifle. Cuando llego el Blanco Encalada  ya la batalla estaba casi terminada y solo atino éste a disparar algunas granadas más. El comandante del blindado chileno, en su Parte de Combate indica que las granadas del Huascar a pesar de su buena dirección, casi siempre pasaban altas  y que solo cinco de esos proyectiles  le impactaron sin mayores daños. Que el fuego de la ametralladora de la cofa del Huascar es el que causo mayores problemas pues corto las maniobras a babor del blindado chileno.

El Diario de Penton relata que tras abordar el Monitor Huascar, lo primero que encontraron, fueron montones de escombros, astillas de madera, esquirlas, granadas rotas y numerosos artículos entremezclados con cuerpos de los muertos, con gente moribunda y con heridos. Unos  estaban decapitados, otros sin brazos, otros sin piernas, mientras habia cadáveres que solo tenian el tronco. Había marineros con sus ropas quemadas. Bajo cubierta escribe Pelton, los cadaveres yacian en montones uno sobre otro en medio de escombros, en un espectaculo que califica de dantesco. 

En la popa del buque anota, debajo de la cámara del Comandante, yacían siete hombres en una pila -habian sido muertos por una granada explosiva que había entrado por la popa del buque- estos hombres fueron alcanzados mientras servían la rueda del tímon del buque. La otra rueda de gobierno del buque había sido  alcanzada dos veces por los disparos del Cochrane. Del Palo Mayor  colgaba un marino que había sido muerto mientras servia la ametralladora ubicada en el Carajo del monitor.

Sobre los restos de Grau, Pelton dice que nada se encontro, que se presume que la pierna que se encontro era suya, pero que no se puede asegurar ello, pues la granada que traspaso  la torre de mando, lo quemo, lo pulverizo  o lo expulso por la borda. El marino ingles escribe que jamás vio  una escena de muerte como la que le toco vivir y que espera no tener  que presenciarla nuevamente. 


En su Parte Oficial, Meliton Carbajal anota que al quedar inutilizados los cañones, roto el timón, diezmada la tripulación y sin posibilidad de resistir, se abrieron las valvulas para hundir el buque y que cuando los chilenos abordaron el Huascar fue imposible resistirlos y se frustro la sumersión a pesar de tener cuatro pies de agua. Mac Mahon señala que cuando recibio la orden del Alferez de Fragata Ricardo Herrera (*)  de abrir las valvulas y echar el buque a pique, no tuvo tiempo suficiente entre sacar a los heridos, parar el barco y sacar los condensadores y al abordaje de los chilenos, fue amenazado de muerte y se le indico que como los ingenieros chilenos del Vapor Rímac cuando fue capturado, entregaron la maquina, él estaba obligado a hacer lo mismo. Por último, Pedro Garezon al escribir su parte oficial, indica que hizo notar al Teniente 1° del Cochrane, Sr Toro, que la driza de la cadena que sostenia el pico donde se izo la bandera se rompio, que el pabellon se encontraba en la cubierta y que el Huascar nunca se rindio.

(*) RICARDO HERRERA DE LA LAMA: Era el oficial más jóven a bordo del glorioso monitor, poco se ha escrito de él en la historiografia peruana. Herrera nacio en Lima en 1850, presto servicios en la Independencia y al encallar esta paso al Huascar .Fallecio en 1887 sin dejar desendencia y sus restos no reposan en la Cripta de los Héroes. Una Corbeta Misilera, tipo Lupo de las adquiridas a Italia en los años 90s y que ya esta al final de su vida útil lleva su nombre. Ambos buques, el Huascar y el Cochrane fueron dados de baja por la Armada de Chile en 1933.