PARA QUE CASTILLO VAYA A LA CARCEL:
La Constitución Política del Perú, es un Contrato Social y el Contrato Social, es no solo un conjunto de principios jurídicos y políticos, para el buen funcionamiento del Estado, que tiene una base ética y moral, que es desde el punto de vista filosofico y ontologico de mayor valor y anterior a ese acuerdo de voluntades o de consenso, que expresa una constitución como la que nos rige, nos regula en cuanto a líneas maestras y que estamos obligados a respetar.
Desde el punto de vista jurídico, un contrato es un acto jurídico y el acto jurídico de acuerdo al Código Civil, se interpreta en cuanto a sus clausulas -articulados si se trata de la Constitución- unas por medio de otras, atribuyendose a las dudosas el sentido que resulte del conjunto de todas. Y digo esto porque me parece un absurdo, que se interprete el 117° Constitucional en su sentido estrictamente jurídico, formal, sin entender que una Constitución es un organismo vivo, que tiene un sentido jurídico, un sentido politico, uno cultural y otro sociologico, que no debe ignorarse.
En el contexto anterior, interpretar rigidamente el 117° Constitucional, en el sentido que solo se puede acusar al Presidente de la República, durante su periodo, por traición a la patria, por impedir las elecciones establecidas -generales, regionales, municipales- por disolver el Congreso o por impedir su reunión y la de los organismos electorales, es aceptar que en una democracia, el hombre que "representa a la nación", puede como en el caso de Pedro Castillo ser un corrupto, un ladrón, el jefe de una organización criminal y permanecer en el cargo hasta el final de su mandato, para ser procesado recien tras dejar el cargo; porque según la interpretación jurídica a la que han llegado los sectores ilustrados del Perú, no hay posibilidad de materializar una denuncia e impulsar un proceso, por hechos diferentes al 117° constitucional. Es decir la dignidad de un pueblo, los principios, la moral y la etica publica, se someten al poder, por la estabilidad política en un pais totalmente inestable y sin rumbo fijo, que ha perdido o esta perdiendo lo poco construido en institucionalidad.
Y aquí se engarza el gran drama nacional de la hora presente, una clase politica repudiada por la sociedad que no da la talla, partidos politicos que son solo franquicias electorales, politicos de caricatura y uña larga y un descredito total del ejercicio del poder y de lo que representa la democracia; agudizado por un hombre como Pedro Castillo, que es finalmente, ese disparo a la cabeza de una sociedad como la peruana -que anunciamos en este blog siempre- sin ciudadanos, sin ciudadania, sin un concepto de nación y capturado por una clase política, que no tiene clase -desde la perspectiva de la vocación de servicio al pueblo- ni esta constituida por politicos, sino por mercenarios, oportunistas, acomodaticios y mediocres, aunque con honrosas excepciones como siempre.
En el escenario descrito, el inmovilismo social producido por la ignorancia de las masas, que las elites politicas y los gobiernos ineficaces se han preocupado de mantener, le da a un hombre como Castillo cierto respaldo de gente que cree que todavía los representa en sus reivindicaciones de clase, ignorando que el poder impone su verdad y que frente a ese juego de tronos de post verdades, el criterio, la razón y el analisis son importantes. Y ante los indicios abundantes y razonables, los incondicionales de Castillo y su brazo político en el Congreso, piden pruebas y las Fuerzas Armadas, avergonzadas aún, por el triste papel que cumplieron en el fujimorato y que se esconden en ese absurdo concepto de que "no son deliberantes", tampoco se pronuncian ante esta descomposición no solo del estado de derecho, sino de la moral, los valores y los principios que sustentan un país.
Si el Minisiterio Público, ha dado el paso valiente y jurídico, de investigar los latrocinios y las corruptelas de este personaje que ejerce la primera magistratura de la nación, solo para defenderse y mantenerse en el poder, lo que le corresponde es la acumulación de pruebas y las conclusiones de ley. No hay ningun impedimento legal para que con esas pruebas informe al Congreso Nacional sobre las contundente pruebas que hay en las cinco carpetas fiscales que corren en investigación en contra de Pedro Castillo Terrones y que van a contar pronto con la confesión del ex Ministro Silva. Con ese contundente y jurídico informe y la presión de hechos que calienten la adormilada calle y arrinconen a "los niños" y a los de la bancada oficialista, le toca al Congreso hacer su parte. No creo que en ese escenario, la vacancia no logre los votos necesarios para que el Chotano y su banda vaya a la carcel por incapacidad moral. Como reza un poema de César Calvo se necesitan "Los elementos propicios: Un arbol incocente, alguna cuerda".
(*) Despues de escuchar el Mensaje a la Nación, que fue un monumento al cinismo, a la improvisación, a la demagogia y al populismo, queda claro que Pedro Castillo y su gente van a insistir solo en mantener el poder y en defenderse de las imputaciones para evitar la cárcel.
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