ENTRE LOS FANTASMAS DE UNA REPÚBLICA FALLIDA:
El historiador Yubal Harari, en Sapiens, expresa que el valor fundamental del hombre para dominar al resto de especies y al mundo, fue la cooperación entre los homo sapiens y si ese concepto lo llevamos a una realidad social como la de nuestro país, donde el peruano piensa primero en él, segundo en él y tercero en él; y la política desde la época de los caudillos militares -con contadas excepciones- ha buscado siempre el poder por el poder, no en razón de propuestas o de visiones de país, sino de la demagogia, la intriga, la canallada, el complot, el acuchillamiento político o la manipulación de la ignorancia o la frustración de las masas, que en épocas electorales como la que vivimos, pretenden capitalizar politicos desangelados que ofrecen sin credibilidad ni encanto la "Patria Nueva". de siempre.
Y en un país sin institucionalidad, no hay Estado y si no hay estado, no hay prioridad por masas educadas, por la cultura, por valores de diverso tipo como la moral y la ética. Y ese es creo, el Perú en doscientos años de historia, en un mundo globalizado, con una crisis mundial de liderazgos. Un mundo que no esta demás decirlo, esta marcado por un liberalismo consumista e individualista.
Y lo anterior porque a diferencia de Chile como escribió Carmen Mac Evoy en "En post de la República" no hemos tenido ni buscado, ese símbolo unificador capaz de anclar al país en el tiempo y en el espacio, protegiéndolo del desarraigo cultural que lo contingente provocaba en la sociedad chilena. Y ese símbolo unificador de la "chilenidad" por llamarlo de alguna manera, podría estar en la victoria de la Guerra del Pacífico y eso explica la vasta literatura e investigaciones mapochas sobre el tema.
Y en ese escenario nos encontró una pandemia, que desnuda nuestra crisis de infraestructura, nuestra crisis sanitaria, nuestra falta de organización y de la necesaria imaginación y creatividad a la que obliga el ejercicio del poder. Y en medio de nuestras limitaciones y excrecencias como sociedad, pasamos lo que pasamos en la primera cuarentena y ya estamos en la segunda cuarentena y no hay seguridad si se habrá aprendido de la experiencia anterior. Si no se repetirán los errores, la corrupción y las raterías del pasado reciente. Si habrá realmente un monitoreo técnico científico de la crisis, para que el confinamiento sea efectivo y eficaz.
.Lo que ya vemos hoy, es el aprovechamiento politico de la incapacidad de los gobiernos para resolver problemas; las criticas ciudadanas que nunca van a faltar en un país donde nadie va a quedar contento con los políticos, la política y los gobiernos de turno. Lo que ya escuchamos, es a la gente que va a tener siempre algo que hablar sobre el tema porque la situación tiene mucha "tela para cortar" y hasta ahora no hay nada claro sobre los términos en los que el gobierno implementa esta cuarentena, que se esta dando hasta en países más desarrollados y con mejor infraestructura en salud.
Que, nuestras deficiencias en infraestructura sanitaria es de antigua data. Que la crisis de la universidad en el Perú y la indiferencia por la capacitación de profesionales; es la causa de la carencia de elemento humano como especialistas e intensivistas para enfrentar la crisis sanitaria. Que el presupuesto en salud no calza ni alcanza, es harto conocido. Que esta segunda ola puede ser mas peligrosa y mortal que la primera, es cosa sabida. Porque además de todo lo anterior, la gente en la calle no cumple con los protocolos por ignorancia o necesidad.
Y en ese penoso escenario donde el dolor, la enfermedad o la muerte, nos puede tocar un día cualquiera, solo cabe extremar el cuidado personal y buscar organizarnos, apelar como sociedad a la creatividad para cooperar que hizo al Homo Sapiens ser el dueño del mundo. Sancionar drásticamente aquellas conductas que afecten los protocolos sanitarios y el doloso aprovechamiento económico de la pandemia. Sabemos que tenemos un gobierno con limitaciones. Que "Somos lo que somos". No podemos seguir improvisando, hay que buscar que esas franquicias electorales que existen bajo la fachada de partidos políticos, saquen partidos políticos o políticos de donde no hay ante la emergencia.
Hay que luchar por ser una sociedad que entienda el valor del esfuerzo colectivo y solidario en la construcción de una nación. Hay que pelear desde donde estemos porque esta no sea una "Cuarentena a la criolla". Tal vez el ganar esta batalla sea el primer paso para independizarnos del fantasma que nos persigue de ser una republica fallida con doscientos años de historia.
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