sábado, 12 de septiembre de 2020

540 - LA CRISIS DEL BICENTENARIO

EL PAÍS DE SIEMPRE JAMAS:




Yo debo confesar que tenía mucha ilusión por el Bicentenario de la Independencia Nacional. Mi familia materna es una de las mas antiguas de Pueblo Libre. La Casa de los Abuelos era una primorosa casa de estilo republicano de principios del siglo pasado -que ya no existe- comprada en terrenos de  la Sucesión Mariano Ignacio Prado. La escritura que conservo en mi archivo, tiene una relación de los bienes que dejo el ex Presidente Prado. Y escribo lo anterior porque me enternecía escuchar a mi madre, hablar sobre el Centenario de la Independencia, oírla cantar el himno de Venezuela e imaginarla niña en la puerta del Museo Bolivariano agitando una bandera de Venezuela. Ese recuerdo ha sido siempre para mí, como tener un globo unido a mi dedo por una larga pita  llevándome por los aires para encontrar a mi madre. Esa era para mi la ilusión del Bicentenario.

Y digo "era" porque la realidad rompe esa burbuja imaginaria en la que pensaba elevarme por los aires. A la crisis sanitaria -la palabra pandemia no me gusta-  se suma la crisis económica y la crisis política que es culpa de la clase dirigente que tenemos. Y esta tambien a "tiro de pluma" la necesidad que tengo de escribir sobre lo que pasa, aunque  el abogado que hay en mí,  tenga harto trabajo por hacer. Y es que esta el tema de la vacancia y el de unas "fuerzas armadas no deliberantes" y la "tranquilidad" y la "paz" que Merino -que personifica la mediocridad de este congreso- le quiso dar a las fuerzas armadas si vacaban a Vizcarra, muestra nuestra folklorica realidad y las inconsistencias como país. 

En principio, es necesario indicar que el tema de la vacancia es un problema de "arquitectura constitucional". El 113° constitucional es una prerrogativa parlamentaria de carácter politico, basado en criterio cuantitativos, es decir simplemente en los votos;  donde se incluyo una causal churrigueresca y anacrónica, como la "Incapacidad Moral Permanente"  que debio estar incluida en el 117° constitucional como "Incapacidad Moral debidamente Acreditada" y con una ley de desarrollo constitucional  que la precise. Independientemente de que la norma es conceptualizada como "incapacidad mental" y que el ser humano tiene a lo largo de su vida actos inmorales. Finalmente si tenemos en Palacio de Gobierno un "incapaz moral permanente" desde el punto de vista ético, deberíamos replantear nuestra existencia como país.

Pero como en éste país, las cosas no pueden estar bien hechas, a propósito de la causal de vacancia, el Tribunal Constitucional solo se limito a poner una valla más alta, a fijar en 87 votos la misma, en un procedimiento que vulnera el derecho de defensa y el debido proceso y deja librada la decisión a la subjetividad del voto de los parlamentarios como sucede hoy. El articulo de marras debería ser reformado -algo difícil teniendo la clase politica que tenemos- y aunque sería muy pretencioso afirmar que debería serlo según mi propuesta, creo que la cosa va por allí.

El otro tema en el tapete, es el de la critica que ha merecido   "Diazepan" Merino como  el Congresista Ricardo Burga, vocero de la bancada de ACCIÓN POPULAR, por  su defensa de las llamadas telefónicas del Presidente del Congreso, supuestamente para darle "paz y tranquilidad" a las Fuerzas Armadas ante la vacancia de Vizcarra. 

Lo concreto y lo real es que los congresistas desconocen por calculo politico que el 117° constitucional, establece que el Presidente de la República no tiene responsabilidad politica; que solo puede ser acusado constitucionalmente por Traición a la Patria, por Impedir elecciones Presidenciales o Parlamentarias, Regionales o Municipales, por Disolver el Congreso o el Funcionamiento de Organismo como el JNE.  Como se ha dicho anteriormente,  la vacancia además de no tener un fundamento solido jurídicamente hablando como texto constitucional y ser subjetiva, no es conveniente aplicarla ahora, en medio de una crisis sanitaria y económica sin precedentes.

Que hay indicios de delito en los audios que involucran a Vizcarra y a su gente, los hay. Pero Vizcarra debe responder por ellos al terminar su mandato. No se puede desestabilizar al país en medio del conflicto, poniendo en el Sillón de Pizarro a un individuo que no tiene talla de líder, que no va a hacer una mejor gestión que la actual y que llego a la Presidencia del Congreso por ser "Rey en Tierra de Ciegos", por su "mayor experiencia". Porque ya había sido parlamentario. En el contexto anterior, el Art. 169° constitucional establece que "Las fuerzas armadas no son deliberantes y están subordinadas al Poder Constitucional". 

El texto constitucional anterior, significa que las FF.AA. no pueden discutir o pronunciarse sobre temas politicos. Que están bajo la autoridad y el mando del Presidente de la República en cuanto a Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas. Que estas no tienen por tanto, nada que discutir,  que escuchar o conversar con Merino; ellos obedecen al Presidente, se sujetan al orden constitucional. 

Si Merino les quiso tocar "Noche de Paz" o pensó que se iban a asustar, poner nerviosos o incomodar ante la vacancia se equivoco. La verdad es que más allá de interpretaciones o justificaciones que subestiman la inteligencia ajena, la "humana ambición" le gano a Manuel Merino y quiso sondearlos para hacer su propio juego. Si le daban "Luz Verde" los militares, reunía a los voceros en el Congreso, manejaba la situación y era el nuevo Presidente de la República, el "Paniagua versión chicha" del Siglo XXI. La maniobra parece que se va desinflar y la ilusión de Merino se queda en eso. En una simple ilusión que nace de la tentación y la ambición de poder.

Me cuesta creer que los partidos en el Congreso mantengan a Merino en la Presidencia, si de lo que se trata es de no seguir creando tensiones.En un parlamento -donde de cara a una elección- cada quien ve su propio interés; se van a tratar de desmarcar de la maniobra y el primero ya ha sido Urresti, Es necesario indicarle -a algunos noveles constitucionalistas- a los que la elección congresal los ha convertido en "autoridades en derecho constitucional según su entender y su cálculo politico" y que han criticado como "presión politica", la presencia de los mandos de las Fuerzas Armadas, no es otra cosa que la muestra de su subordinación al Presidente, al Poder Ejecutivo, al Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas. 

El Bicentenario que nos espera va a ser tan gris como la ciudad capital que me cobija. Por culpa de esta dolorosa realidad que día a día, nos enfrenta con la muerte, el dolor y la angustia, el Bicentenario de la Independencia Nacional, simplemente nos enfrentará  con el país de mosaicos que terminan buscando la identidad, la unidad y la frustrada nación que no somos por culpa de nuestra clase política.  Mientras tanto, me arropare en esa imagen permanente de  mi madre de niña, ondeando una bandera y cantando el himno de Venezuela ante el Canciller llanero en la Casa de Bolivar en Pueblo Libre. La imagen de que han pasado cien años y no hemos crecido.   







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