En la Francia de Mayo del 68, los jóvenes que se levantaron contra la Quinta República, escribieron en las paredes "La Imaginación al Poder" y el gran problema de sociedades como las nuestras, que son sociedades poco desarrolladas, poco solidarias, sin institucionalidad, sin cultura cívica y sin Estado, es que las élites políticas no solo están marcadas por la mediocridad y la corrupción, sino que no tienen empatía ni imaginación para gobernar.
Y digo lo anterior, porque en un país con grandes y graves desigualdades y diferencias, es muy fácil, para quienes tienen una situación económica boyante. Para quienes viven de "servir al pueblo", tienen una muy abultada cuenta bancaria y están en la parte alta de la pirámide. Para quienes no saben lo que es hacer empresa, sea esta grande o pequeña, "pedir sacrificios"; parar un país por quince (15) días; olvidarse de que hay gente que vive al día y que si no trabaja no come, por más pandemia existente.
Empatía es ponerse en el pellejo del otro y a este Decreto Supremo 044-2020-PCM, le falta eso, pensar en el pueblo, tener sentido de las necesidades del prójimo. No hay política pública sin valor ni sentido social, porque éste es un valor necesario, diria yo obligatorio en el arte, la sensibilidad y el éxito de gobernar.
Empatía es ponerse en el pellejo del otro y a este Decreto Supremo 044-2020-PCM, le falta eso, pensar en el pueblo, tener sentido de las necesidades del prójimo. No hay política pública sin valor ni sentido social, porque éste es un valor necesario, diria yo obligatorio en el arte, la sensibilidad y el éxito de gobernar.
Es cierto que la Organización Mundial de la Salud, ha calificado el brote de COVID-19 como una pandemia extendida por el mundo. Es cierto que hay un Decreto Supremo que ha declarado la emergencia sanitaria el país por noventa días y que se dictaron medidas para la prevención y control para evitar la propagación del COVID -19. Es verdad que se necesitan tomar medidas "adicionales y excepcionales" contra el virus. Pero por "supuestamente defender la salud de un pueblo", no se puede destruir la economía, empujar a gente pobre y sin mayores recursos a una crisis mayor. Ignorar que este es un país informal, que por no tener ingresos en esos "quince días de sacrificio" le van a cortar la luz -en manos de una empresa chilena- a quien no paga por el servicio. El pago del agua podría ser postergado porque es una empresa del Estado, pero dudo que para los bancos, haya Corona Virus, con el agregado que tenemos un Estado que es pro empresa y no pro pueblo. En el contexto anterior, no es lo mismo, el "sacrificio" de un Ministro, de un Congresista o de un miembro del Directorio del BCR, que la de un ambulante. Siempre la misma historia, los de arriba pidiendo "sacrificios" a los de abajo.
Lo que debio implementarse es una medida gradual, no solo porque no somos un país del primer mundo, sino porque esto no se va a solucionar en quince días. Incrementar servicios de salud y salubridad a todo nivel, creando conciencia en la población de la necesidad de la higiene, metiendole publicidad al tema y dinero a la problemática, fomentando la necesidad de no crear concentración de gentes y estar lejos de gente contaminada.
Cerrar las fronteras, suspender el transporte internacional de pasajeros en general por las diversas vías. Suspender actividades públicas y privadas de diverso tipo que impliquen concentración de gente. Restringir al máximo el transito de personas para que la gente evite salir a la calle por gusto y hasta poner el toque de queda era una medida viable. Restringir la atención en restaurantes hasta una determinada hora y supervisar el comercio ambulatorio en los marcos de la salud y salubridad pública, estableciendo un mínimo de tres (3) días para que las empresas privadas se organicen en racionalizar la disposición del personal para trabajar, era una medida coherente y racional.
Cerrar las fronteras, suspender el transporte internacional de pasajeros en general por las diversas vías. Suspender actividades públicas y privadas de diverso tipo que impliquen concentración de gente. Restringir al máximo el transito de personas para que la gente evite salir a la calle por gusto y hasta poner el toque de queda era una medida viable. Restringir la atención en restaurantes hasta una determinada hora y supervisar el comercio ambulatorio en los marcos de la salud y salubridad pública, estableciendo un mínimo de tres (3) días para que las empresas privadas se organicen en racionalizar la disposición del personal para trabajar, era una medida coherente y racional.
Pero impedir el transito y la circulación de un día para otro y todo esto que trae el decreto de marras, sin medir las consecuencias económicas, sobre todo en la población pobre y más vulnerable, que no tiene agua, ni educación, ni cultura cívica, es una norma condenada al fracaso, una solución que va a ser peor que la enfermedad, en un país que no se caracteriza por la organización, porque crea un mercado negro y una respuesta al perjuicio. Adicionalmente a lo anterior, el virus afecta zonas urbanas, de alta concentración y no sectores rurales. Esa diferencia geográfica no se ha considerado ni evaluado. No hay un tratamiento diferencial que es obligatorio en razón de ingresos.
Quien escribe estas líneas, es abogado y no creo que con la carga procesal y las limitaciones existentes, el Poder Judicial deba parar por quince días la atención de los servicios judiciales. De hacerlo se agudizaría la crisis, el retardo y el retraso judicial. En su presentación en CANAL 9, el Ministro de Justicia mintió, dijo que el Poder Judicial "suspendía los plazos" y eso no es verdad ni es real.
El Poder Judicial solo ha dictado la semana pasada, normas de seguridad en el Trabajo sobre salud y salubridad, con la posibilidad de suspender labores hasta por 24 horas, pero el suspender labores por 15 días en función de este Decreto Supremo N° 044-2020-PCM, es una disposición que no se ha dado. Y el Art. 2° del D.S. N° 044-2020-PCM, establece en el Ítem 2.2 que "se garantiza la adecuada prestación y acceso a los servicios y bienes regulados.......Las entidades públicas y privadas, determinan los servicios complementarios y conexos para la adecuada prestación y acceso a lo servicios y bienes establecidos en el Art. 4°". Pero un despistado Ministro de Defensa declaro en Televisión que "nadie debe salir y el que salga va a ser detenido". Lo que prueba que el General no sabe ni lo que firmo.
Una medida tan drástica y radical como la de este Decreto Supremo N° 044-2020-PCM, debio implementarse coordinando con los diversos poderes del Estado, de manera gradual, midiendo el impacto económico, con un componente de apoyo social, evaluando políticas sociales de asistencia a los mas pobres de la que no se habla en ningún extremo de la norma y sobre todo bien explicada, porque queda claro que ni los ministros saben lo que quieren, ni lo que realmente quiere la norma que tiene contradicciones entre lo que declaran los Ministros y lo que expresa el DS. Ninguna de esas coordinaciones estoy seguro que ha sucedido, estamos frente a una norma efectista y gaseosa. Una norma poco evaluada en sus diversas aristas. El efectismo y el populismo de siempre de nuestros gobernantes. Una vez más se pide sacrificio a los de abajo....para que se frieguen los de abajo.
(*) Recién a las 8.00 AM el Poder Judicial saca un comunicado con fecha de ayer suspendiendo labores hoy y anunciando medidas posteriormente, la prueba que no ha habido coordinación entre poderes del estado.
(**) Dos semanas después de este artículo me tengo que tragar mis palabras. Creo que el problema es más grave de lo que percibí cuando escribí este texto y las medidas del gobierno son acertadas leer EL CORONAVIRUS Y OTROS DEMONIOS - N° 516.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario