martes, 17 de marzo de 2020

N° 512 - DE ARRANQUE "SACARON LA COLA"

EL CONGREZOO QUE IBA A "RENOVAR" LA POLÍTICA:



La política peruana esta marcada por una crisis estructural que es histórica, que viene de antaño, que no es solo culpa del fujimorismo, sino de la falta de institucionalidad, de la falta de conciencia del valor de lo colectivo, de falso patriotismo o de carencia de sentido del concepto de nación; finalmente diríamos que de valores y principios éticos y morales.

No hay partidos políticos, hay franquicias electorales. No hay una élite política de solera, a la altura de las necesidades y los requerimientos del país. En esos ghettos políticos que llaman partidos políticos, no esta lo mejor de la sociedad. Hay cúpulas ligadas a diversos intereses económicos, que son las que controlan una actividad que se ha convertido en un negocio. Una actividad que no es para "misios" y que como no es para misios, la plata manda y  los que no la tienen, esperan que el patrón, el líder o el cacique "le tire su hueso", su cuota de poder que lo haga protagonista o que por su cuenta, costo y riesgo, esa militancia, la pobre competencia interna y un poco de populismo, le signifique un cargo partidario o de elección popular, que le de "notoriedad" "status" y "su cuarto de hora de poder"

Y en medio de esta crisis de la política que padecemos; de esta crisis de clases dirigentes y de partidos, donde la corrupción está siempre presente, llegamos a este "nuevo congreso", que despertó solo la ilusión de los elegidos, de sus familias y de los "militontos" que creen que la política es un juego de ganar o perder, la búsqueda del poder por el poder. El ejercicio de una retórica de frases huecas, efectistas y demagogicas. 

Un nuevo Congreso del que los candidatos, dijeron, ofrecieron y hasta juraron, que iban a "renovar" la política, a devolver la confianza al pueblo de una institución desprestigiada. Donde hay electa gente con prontuario y no con curriculum,  personajes, con denuncias de diverso tipo, hasta por tocamientos individuos, que pasaron filtros inexistentes y que llegan en esta "democracia de sainete" que padecemos, a ser "representantes del pueblo", "Padres de la patria" que van a terminar perdiendo rápidamente legitimidad y representandose  a ellos mismos y a los intereses que los llevaron al parlamento.

Y lo más dramático de todo lo anteriormente expuesto, es que ni bien tomaron juramento, estos señores -que parece que ignoran que su cuarto de hora de popularidad, solo les servirá para abultar su billetera, para comprarse su "depa", su 4x4 o un "billetito extra" por ese trafico legislativo que existe desde los inicios de la república y que ha puesto en vitrina la Congresista Luciana León malogrando la plaza- "sacaron la cola" y aprobaron -exonerando la norma de segunda votación- "entre gallos y media noche" y de madrugada, una modificatoria a la Ley de Elecciones, Ley 26859, por la que las modificatorias entran en vigencia no al año de su aprobación, sino a los seis meses de aprobadas y desde el día siguiente de su publicación. 

Esa medida era necesaria porque el plazo de un año que consignaba originalmente la norma era imposible de cumplir. , porque la Primera Vuelta electoral esta fijada para el día 11 de Abril del 2021 y el Congreso actual solo tendría veinte días para realizar las modificatorias que quedaron pendientes en la reforma electoral aprobada.  Pero el quid del asunto, es que la modificatoria efectuada tiene su trinquete.

La ley que añade una Tercera Disposición Complementaria  Transitoria a la Ley N° 26859, aprobada con el voto en contra del FREPAP, FUERZA POPULARUNIÓN POR EL PERU, expresa que "las normas con rango de ley y normas reglamentarias relacionadas con procesos electorales o de consulta popular aprobadas por el Congreso Complementario 2020-2021, serán de aplicación al día siguiente de su publicación".  

Lo anterior va a significar que la reforma electoral aprobada y la reforma política, puedan ser modificadas por este congreso, hasta después de la convocatoria que haga el Presidente de la República. Y como en política no hay que ser ingenuo, eso  significaría que el Congreso de la República, tenga la ultima palabra, la decisión final, la pechada y la vuelta al pasado del enfrentamiento entre poderes que hemos espectado anteriormente. Y lo anterior significa,  pretender retar nuevamente al pueblo al desconocer lo aprobado por éste y querer imponer sus propios intereses y los caprichos de una mediocre clase política, que de la mano de los caciques que los dirigen, quiere incorporar el Senado de la República, elecciones cerradas y bloqueadas y el que después de estar de acuerdo de que la elección de los miembros del Tribunal Constitucional sea por concurso, pretenden ahora que una comisión del Congreso los "elija por invitación". Es decir nada de cambios, solo más de lo mismo, con el añadido que han jurado varios congresistas sin presentar su declaración jurada. Lo anterior para que no se vea el incremento de bienes e ingresos cuando salgan. Patético. En política se renuevan las caras pero no las mañas.

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