jueves, 16 de enero de 2020

N° 506 - SAN JUAN Y MIRAFLORES

LA BATALLA DE LIMA:



Este es un país sin memoria colectiva, sin memoria histórica. Los jóvenes de hoy, en medio de una educación pública de mala calidad y de una educación privada, que esta diversificada; porque es una educación privada para gente pudiente, para gente de clase media y para gente de escasos recursos, que no sabe que lo que reciben sus hijos como "educación privada"  es  de tan igual o de menor calidad que la que se recibe en un colegio público. Este es un país en el que se ha cambiado el afán del saber, por el ser "emprendedor", por hacer dinero y adquirir bienes. Este es un país donde el Estado ha descuidado la necesidad de una sociedad preocupada por la cultura general del individuo, por el conocimiento de nuestra historia y la necesidad  de  fomentar principios y valores en la juventud. Y en este deterioro como nación andamos hace bastante tiempo.

Y en esa misma precariedad están nuestros centros de educación superior  con universidades públicas que no se cierran porque son "públicas" aunque sean malas y universidades privadas que están siendo fiscalizadas, pero que tienen "ingreso gratuito", pensiones baratas y la cultura del cartón, sin mayores exigencias para los profesionales que egresan. Un elemento fundamental a tomar en cuenta si se quiere educación superior de calidad. Una cosa son  los requisitos que debe tener el funcionamiento de una universidad, pero otra cosa es el producto, el profesional que se forma y egresa, el objetivo. ambos deben estar  en concordancia; constituir un todo.

En este escenario donde la vida peruana discurre en medio de un aburrido y demagogico, proceso electoral, en el que no se va a "renovar la política", sino que se van a cambiar "mocos por babas", el ciudadano de a pie no se come el cuento de "el servicio al pueblo" , porque de lo que se trata desde hace tiempo, para una clase política mediocre, no es "la politica para servir" sino a tenor de la corrupción y de los resultados, "la politica para servirse de ella". Y en medio de este agobiante sol del verano limeño, estamos frente a un aniversario más, del hecho más traumatico de nuestra historia republicana. La invasión de Lima; las batallas de San Juan y Miraflores -13 y 15 de enero de 1881- la dolorosa ocupación de Lima por el  ejercito  chileno.

Y la verdad es que nuestros jóvenes en una gran mayoría, ignoran las fechas, los hechos y los héroes, porque no hay conciencia del significado como país de esa humillante derrota. Y ese es el resultado de una historia oficial  evocada tibiamente y de un Estado que no existe y que esta más preocupado en "reformas" que van a ser o más de lo mismo o "que algo cambie para que todo siga igual". Y esa dolorosa derrota que marco nuestra falta de Estado, nuestra precariedad como nación, nuestras falta  de una clase dirigente capaz, responsable  y con una clamorosa  falta de una visión de futuro por priorizar sus intereses personales; lo que  nos dice es que no hemos aprendido la lección. 

El Santuario Histórico del Morro Solar por ejemplo, ha sido profanado e invadido. Una constructora levanto edificaciones en las laderas de los cerros donde estaba el Fuerte Ciudadela y el Fuerte Este con autorización de la Municipalidad de Chorrillos durante la gestión del alcalde Miyashiro padre y no paso nada. Instituciones privadas como el Centro de Recreación Histórica de Lima o Juan Carlos Oganes director de "Gloria del Pacífico"  deberían recibir apoyo estatal y no lo tienen. Y un país que olvida su historia esta condenado a repetir sus errores.

San Juan y Miraflores significaron una humillante y vergonzosa pero previsible derrota. El interés personal  sobre el interés nacional. El mismo cinismo y la hipocresía, que escuchamos hoy con "cara de palo" por quienes nos venden un futuro que solo los va a beneficiar a ellos en lo económico y en cuanto al usufructo del poder, porque como en 1879 no hay partidos, ni organización ni conciencia del valor de lo colectivo. Y por eso los chilenos se ufanaban en sus informes de organizar la administración pública y la tributación en el Perú, porque nadie pagaba impuestos o se les exoneraba de estos a los amigos. Y en un mundo donde no hay nada nuevo bajo el sol, el guano y el salitre de ayer, va a ser dentro de cincuenta años,  el recurso hídrico, el agua o el litio que abunda en Perú y en Bolivia hoy. 

Ya a principios del siglo pasado, hay estudios Chilenos para proyectos de irrigación de aguas altiplanicas de Tacna para irrigar Tacna y Arica dentro del proceso de Chilenización de ambas provincias. La canalización del Río Mauri en la frontera peruano boliviana, para  represarlas en la Laguna Blanca y bajarlas al valle. Si hace más de cien años los chilenos tenían eso en mente, no creo que en un contexto futuro donde escasee el agua, el proyecto con mayor tecnificación o con las técnicas del siglo XXI sea dejado de lado. 

Y frente a nuestros vecinos del Sur nosotros estamos en una gran desventaja en cuanto a material bélico con fines disuasivos o defensivos. No tenemos tanques, nuestros T-55 están obsoletos y alguien me decía al respecto que "tenemos misiles antitanque". Pero lo concreto y lo real es que tampoco tenemos aviones, ni barcos, ni submarinos, ni helicópteros y  aunque no soy más que un interesado en el tema, con algo de  lógica, creo que la guerra moderna requiere de armamento diverso para estrategias diversas y  solo con misiles antitanque y sin una caballería motorizada, ni helicópteros, ni aviones, ni barcos, es bien difícil que el escenario de 1879 -en la eventualidad de una guerra- no se repita. 

Al final para preservar la paz dicen que hay que prepararse para la guerra.  Gloria y honor a la sangre derramada en San Juan y Miraflores. A quienes sin mas preparación militar que su amor a la patria y su cuota de sacrificio pelearon en los reductos. Dios quiera que algún día construyamos un concepto de nación. Y que la historia no se repita.


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