miércoles, 25 de diciembre de 2019

N° 505 - 24 DE DICIEMBRE DE 1880

LA NAVIDAD MAS TRISTE DE NUESTRA HISTORIA:



Estoy en medio de una navidad más. De un nuevo año más, en el tercio final de  mi vida, tiempo en el que he cambiado la muleta por el estoque y enfrento la vida con los pies bien plantados sobre la tierra y con las mismas convicciones sobre la vida y el mismo tremendismo de mis  veinte años, cuando  me juré "no ser dinamitero a los veinte y  terminar de bombero a los sesentas".   

Es indudable que la navidad es una fiesta de unión familiar, de amor. Una fiesta en la que lo que se percibe es nuestra influencia occidental y fundamentalmente de modelos y estereotipos norteamericanos que comienzan en la época del gobierno de Leguia cuando se difunde la costumbre del árbol navideño, de los adornos y del consumo del pavo, que importamos de la fiesta de Acción de Gracias norteamericana.

Es bueno recordar que en el pasado, en el siglo XIX, los inmigrantes italianos, ingleses y españoles, marcaron nuestra vida con sus costumbres navideñas, como el consumo del pan dulce. En épocas de la Guerra con Chile, en los días previos a las batallas de San Juan y Miraflores y a la ocupación de Lima, el 17 de Enero de 1881, ese 24 de Diciembre de 1880, que es creo la navidad mas triste de nuestra historia, los comerciantes italianos vendían sus Panetones de Milán o sus  Panes dulces a la Genovesa productos importados básicamente para sus compatriotas. Es recién a principios del siglo XX, cuando don Pedro A. D´onofrio comienza a producir masivamente el paneton nacional que consumimos abundantemente en diferentes marcas hoy. Al final esa costumbre europea de los dulces en la cena de navidad se ha perdido con el tiempo.

La cena de navidad como tal no existía en el Perú sino hasta fines del Siglo XIX, lo anterior porque primaba el sentimiento religioso y no había cena de navidad sino "Misa del Gallo" y la gente cenaba temprano generalmente, lechón, humitas, tamales, té, ponche, jamones o chorizos comprados en los mercados o en la plaza mayor o después de la misa, lo que era ya prácticamente un suculento desayuno de esos tiempos. Creo que hasta comienzos de los sesentas la gente iba todavía a la "Misa de Gallo" que hoy es una misa de siete de la noche. Yo recuerdo de niño esperar por la ventana ver venir a mis padres de la misa. Un dato interesante que consigna Guillermo Thorndike en "La batalla de Lima" con relación a lo que se consumía en esa épocaes la venta de "Pan de Santa Rosa" que era un pan para los pobres.

Aunque no hay mayores estudios peruanos sobre esta festividad de la navidad en la época de la Guerra con Chile; que  es algo que nos diferencia de la historiografía chilena, abundante en estudios  sobre las costumbres y la sociedad de la época, levanto este articulo en función de lecturas diversas sobre los días previos a la ocupación de Lima y a las costumbres gastronómicas de la época.  Con relación a la abundante historiografía chilena, acabo de encontrar por ejemplo, un estudio de la Universidad de Chile sobre la prostitución en Arica en tiempos de la ocupación chilena; un oficio que era ejercido unánimemente por mujeres mapochas, ante lo que representaba el cautiverio de Arica para la dignidad nacional, en una ciudad militarizada, tema  que me parece interesante reseñar en otro articulo.

Dentro de lo poco que he podido conocer al respecto, es necesario precisar que siguiendo costumbres de la colonia, en la navidad de 1880, la gente bebía sidra importada o aguardiente nacional, que el pueblo mostraba su temor y preocupación  por la  invasión chilena, que ya se escuchaba del Chino Quintín Quintana como colaboracionista chileno y organizador de chinos para ese fin. En Lima había escasez, no había carbón , no había tampoco cera ni aceite mineral, una ciudad a oscuras era frecuente y  las iglesias andaban tenuemente iluminadas. Del otro lado, en el libro del escritor chileno Guillermo Parvex "La Muerte Acampa en Chorrillos" que son las memorias noveladas del Alférez Jose Miguel Varela, este cuenta que el 24 de Diciembre no hubo "Misa de Gallo" ni ninguna celebración navideña para las tropas chilenas, porque no tenían sacerdote y porque todo era tensión. La incertidumbre de lo que encontrarían en Lima. El 25 iniciaron las tropas invasoras el camino a Lima y basta indicar que en el Chile de esas épocas, se cenaba después de la misa y se recibía en 24 con una corneta o un pito "metiendo bulla por el nacimiento del niño".

En esos tiempos, la navidad se circunscribía al día 24 de Diciembre e incluía una verdadera fiesta de "Colaciones" un nombre que escuche en mi niñez igualmente por los años sesentas -nombre que ya se ha perdido en el imaginario popular- y que era una fiesta de dulces, panes, mazapán y frutas en almíbar. Ese diciembre, en el que el 25 era un día de oración, los rezos se incrementaron y la gente se movilizaba con pico y pala de por medio hacia los reductos, no había piñatas, solo sudor y lágrimas. 

Las piñatas son una  costumbre que los franciscanos. introdujeron  en los Virreinatos de México y Perú y que se ha afincado más en México que en nuestro país como igualmente sucede con las Posadas; costumbre que tiene su origen en China, de donde Marco Polo la llevo a Europa y que es una festividad previa a la Noche Buena -entre el 16 y 23 de Diciembre- que recrea la búsqueda de San Jose y de la Virgen por el lugar donde va a nacer Jesús. Las posadas en esa época eran misas en los atrios de las iglesias, donde se rezaba el rosario y se representaban escenas de navidad, en medio de bengalas, villancicos y piñatas. Una escena que no se vio en una ciudad más preocupada por levantar los reductos, por organizar y preparar las milicias para la batalla. Por colocar cañones en sitios estratégicos, cañones que finalmente nunca dispararon un tiro como el del cerro San Cosme. 

Lima era una ciudad que sentía más cerca el olor de la muerte que la celebración  de la vida. El 21 de Diciembre de 1880 los chilenos desembarcaron en Chilca. El 23 de diciembre las tropas de línea tras tomar conocimiento del desembarco chileno en Curayacu, salen a ocupar los campamentos del sur. Según fuentes chilenas el Día de Pascua, en su campamento hubo carreras -a la inglesa le llaman a las carreras de caballos- pero estas fueron de mulas. Creo que fue la navidad mas triste de nuestra historia y la mejor manera de decirle a mis amigos, familiares y lectores ¡Feliz Navidad! .




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