sábado, 13 de mayo de 2017

N° 447 - ¡MADRE MÍA!....¿A VOLTEAR LA PAGINA?....

LA POLÍTICA PERUANA Y LA CULTURA DEL PODER:




La agenda nacional esta marcada por la pugna entre el oficialismo y el fujimorismo. Por una pugna que gira -en estos momentos- en función del indulto a Alberto Fujimori, porque el Presidente de la República, con la estólida ligereza que lo caracteriza, saludo -en la ceremonia de reconocimiento al estandarte del Comando Chavín de Huantar- a Keiko Fujimori "hija de Alberto Fujimori" para terminar diciendo que "Hay que voltear la página", algo que fue entendido como una posibilidad de indulto a Alberto Fujimori. El problema es que en un país sin cultura política, sin una cultura de concertación y acuerdos mínimos; en un país que antes estuvo polarizado entre apristas y antiapristas y hoy esta polarizado entre fujimoristas y antifujimoristas; donde la política gira en función del electoralismo o de los votos, el "voltear la pagina" se queda en una buena intención, en una simple frase retórica, porque PPK no va a liberar a Fujimori, a pesar de su precariedad política; porque encontraría en su propio remedo de partido y en el ejecutivo resistencias y porque el miedo a la reacción de esa otra mitad del país lo inmoviliza. 

Por el lado de FUERZA POPULAR, comenzando por la misma Keiko Fujimori, todos saben que ese moribundo Alberto Fujimori, en la calle adquiriría nuevos bríos y vitalidad y terminaría reclamando su lugar como líder histórico del Fujimorismo. Al final en política las lealtades -así sean filiales o sanguineas- terminan sobrando y la muestra esta en la cobardía y la felonía de Ollanta Humala para indultar al hermano que se fajo porque el llegue a ser Presidente. Y es por este calculo político, que se sustenta  en llegar al poder superando el escollo que representa hasta el propio "líder histórico", que el proyecto del Congresista Roberto Vieira fue archivado por la mayoría fujimorista y sus encubiertos aliados en la Comisión de Justicia, a pesar que en lo estrictamente legal y jurídico no era una ley con nombre propio, porque hay una serie de presos que sin familia, sin contactos y sin dinero, se hubieran beneficiado con esta ley porque están en la cárcel en condiciones penosas esperando la muerte. En ese contexto, el Habeas Corpus que presentara Keiko Fujimori y que no va a prosperar, es parte de la pirotecnia que desde su coto de poder busca, para imponer aparentemente "su verdad". La afirmación de que "si quiere a su padre libre". porque este no represen ta ningún peligro a su liderazgo.

En un país donde la cultura política o mejor dicho la cultura del poder, se sustenta como bien lo definió Pierre Bordieu (1), en perpetuar el privilegio y la desigualdad, lo que hace que la crisis de la política en el Perú, sea la crisis de las élites políticas y la de los partidos. Crisis que se va ahondando sin un punto de quiebre ni una perspectiva de solución, porque las clases dirigentes o las cúpulas partidarias, pretenden perpetuarse en el poder, manteniendo en la ignorancia y en el clientelismo a las grandes mayorías nacionales, porque finalmente es la ignorancia o la falta de cultura, una forma de dominación, que hoy tiene en la televisión o en la prensa -como antes lo fue la religión- una forma encubierta de manipulación.  Una manipulación que hoy articulan sectas o movimientos cristianos que están detrás de campañas como esa de "Con mis Hijos no te Metas" que lo que buscan es posicionarse de cara a las elecciones del 2021.

En el Perú "voltear la página" implicaría un acuerdo nacional que proyecte al país con prospectiva. Un acuerdo que va más allá del Fujimorismo y que implica incluir a los diversos actores sociales y políticos de la escena nacional, como son Sendero Luminoso, a través de su brazo legal, el MOVADEF o el renaciente MRTA. El problema es que desde los inicios de la República ese acuerdo nacional o ese gran proyecto nacional que pudo tener en Bartolome Herrera o en Hipolito Unanue como el equivalente a Anibal Pinto en Chile; se ahogo siempre por el cavernicolismo, el sectarismo, el complejo adánico, el afán de poder y la mediocridad de nuestra política y de nuestros políticos. Y la prueba es que instituciones como el ACUERDO NACIONAL, terminan en una especie de "te de tías"  donde es tal su importancia, que en muchos casos, he visto que chupes o portapliegos de los caciques partidarios son enviados para calentar el asiento y para pegarse la parte de que son "líderes políticos" porque están en las mesas de honor de la grand politick peruana. Lo anterior sin contar que  la sociedad civil -termino acuñado por Gramsci- o la prensa de investigación, terminan muchas veces acorralando, fiscalizando o haciendo dar marcha atrás al juego político, a propuestas o leyes o acciones que defienden intereses particulares y cubileteos de la élites  que detentan el poder.

"Voltear la página" no es solo girar la del Fujimorismo, implica cabriolar varias paginas negras de la historia política peruana marcada por la corrupción y el juego de intereses personales o de grupo. Allí esta ODEBRECHT  con su histrionico cholo "sano y sagrado" y el resto de pendejos que saldrán a escena. Allí esta Humala que hablo de "honestidad para ser la diferencia" y lo único honesto en él, fue la farsa y el cinismo propio de los políticos de presentarse como hombres probos, inmaculados, inteligentes -tan inteligentes y estudiosos que tienen que falsear o inventarse títulos académicos y honores-  amantes del Perú y preocupados por los pobres y los desposeídos. Para "voltear la página" se necesita voluntad política, institucionalidad, ciudadanía y  cultura en la sociedad y nosotros seguimos anclados a la misma historia y no salimos de la misma página de esa historia.

Kuzcysnski apelo simplemente a la generalización. Y como decía Don Carlos Monsivais "La generalización es poner un poco de verdad a la mentira para seguir mintiendo". En cristiano, el hueveo de siempre de la política criolla.

(1) Pierre Bordieu, Dengui 1930 - Paris 2002.

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