sábado, 26 de noviembre de 2016

N° 438 - MURIÓ FIDEL CASTRO

¿LA HISTORIA LO ABSOLVERÁ?:



Ha muerto sin lugar a dudas, el último de los grandes caudillos latinoamericanos. El líder indiscutible de muchos de los movimientos de izquierda revolucionaria en  América y en el mundo. Ha muerto Fidel Castro Ruz. Y como hombre polémico y controvertido. Como autócrata autoritario que desato en vida adhesiones y repulsas, odios y afectos; su muerte expresa sentimientos encontrados y los seguirá desatando hasta el fin de los tiempos. Porque Fidel Castro Ruz, es uno de los grande actores del Siglo XX.

Nadie puede dudar de lo que represento la Revolución Cubana a mediados del Siglo XX. El proceso de liberación del pueblo cubano, recogió adhesiones y simpatías, militancia ideológica y de sentimientos por un mundo que ya sentía la autoritaria realidad de un mundo dividido entre dos bloques; entre dos "imperialismos", entre dos maneras de gobernar el mundo. Allí estan por ejemplo, las figuras de Javier Heraud y de Luis de la Puente Uceda, el mítico líder de MIR y una juventud que en esos años, se ilusionaba por los guerrilleros de Sierra Maestra y por su quijotesca lucha contra Batista y contra un penetración norteamericana que se había convertido en el mayor actor de la economía en la isla y la había convertido en el refugio caribeño y  prostíbular de muchos norteamericanos.

Lo que vino después, es la obligatoria definición de un líder nacionalista que ante la presión norteamericana de convertirse en una nueva versión de Batista, se vio obligado -contrariamente a lo que inicialmente pensaba- a declarar marxista su revolución e hipotecarse a los soviéticos, para no ser derrocado por los norteamericanos. 

Lo que implica esa definición, que no es otra cosa que las excrecencias y las limitaciones del poder, de la política y del autoritarismo; es la falta de libertades, la dictadura del partido único y la opresión para mantener el statu quo, en un país pobre, que necesitaba de la subvención y el apoyo soviético para mantenerse o mejor dicho para vivir. En ese doloroso contexto para los valores democráticos, nadie puede negar que la revolución tuvo y tiene logros importantes como sociedad, en sectores como salud, educación o deportes. Que tiene activos y pasivos, cuyo balance siempre se va a inclinar según las preferencias ideológicas de quien juzgue a Castro, a su régimen y al juicio que le corresponde frente a la historia. En Cuba -así como fuera de Cuba hay gente que lo detesta- hay gente que a pesar de sufrir las penurias de un régimen -que aunque tuvo que abrirse en lo económico- sigue manteniendo una cotidianidad, que implica una vida con limitaciones y carencias,  sigue apoyando a la revolución y a la figura de Fidel.  

Ha muerto Fidel Castro pero contrariamente a lo que piensa sus más encarnizados opositores, veo difícil que muera tan rápido su revolución, la revolución cubana, que se inicio llena de misticismo y heroicidad y que termino entre os olores nauseabundos  a los que huelen las dictaduras. Las condiciones no están dadas para el final del castrismo. La gente que esta en el poder, son los niños  que han nacido con la revolución y que están mentalizados con que hay que defenderla hasta con la vida. El transito va a ser lento y doloroso. Y el juicio de la historia no creo que encuentre un tribunal lo suficientemente imparcial para juzgarlo.




miércoles, 9 de noviembre de 2016

N° 437 - ¿GANO SATANÁS?.......

LA VICTORIA DE DONALD TRUMP:



El triunfo de Donald Trump, que es el triunfo de un hombre pragmático y de un mecenas enlistado en un partido tradicional, para buscar la presidencia a la manera de "democracias" como la peruana, donde ante el descontento de las élites políticas, el dinero abre las puertas a la participación y el protagonismo político; hay que analizarlo desde diferencias aristas, las mismas que van desde esa religiosa, que lo ve como uno de los representantes de Satanás  del que habla la biblia al referirse al fin de los tiempos (Revelación 7,14) hasta la interpretación que se detiene en la polarización de una sociedad que hoy muestra que las mayorías anglosajonas sintiendo el peligro de verse desbordadas por las minorías inmigrantes,  apuestan por un liderazgo  radical y con el sesgo autoritario de la primera potencia mundial, que les devuelva el lema de "América para los angloamericanos" (el añadido es mío) en un contexto en el que la institucionalidad norteamericana no ha encontrado el liderazgo que la complemente y personalice en medio de problemas diversos, que también afectan a esas minorías que no se ven representadas por la clase política tradicional y que se ven perjudicadas por decisiones políticas que no han solucionado la problemática social; como la necesidad de reformas en salud que no funcionaron o problemas de seguridad, de productividad o de empleo, en los que hay un descontento popular generalizado, capitalizado por el estilo simplón de Trump; porque Obama y los demócratas sin hacer un mal gobierno no llenaron las expectativas, como tampoco las lleno la Sra. Clinton que  vista como el "mal menor" del sistema, fue desplazada por el "mal mayor" del representante de un supuesto antisistema.

Si Donald Trump cumple con sus promesas electorales, sin duda alguna va a ser el noveno presidente de los Estados Unidos muerto durante su mandato y el quinto asesinado, lo anterior porque es difícil pensar que la institucionalidad norteamericana o el poder que esta detrás del Salón Oval de la Casa Blanca, permitan que caricaturice el ejercicio del poder y se aparte del libreto o de la agenda que se tiene como país y que rompería con políticas públicas definidas en lo  interno y en lo externo, en lo que se refiere a su política internacional. 

Una cosa es ser "el gran policía del mundo" y otra cosa el matón y el prepotente del planeta o "chupar de un solo vaso" con Putín. Una cosa es hablar contra México y los mexicanos y otra cosa negar la presencia de la comunidad mexicana y las relaciones económicas entre dos países que comparten una amplia franja fronteriza. Una cosa es  pretender ser caudillo en el Perú y otra en los Estados Unidos, donde los mismos republicanos no lo quieren y el sistema no  permite caudillismos de república bananera o de cualquier tipo que rompa con la tradición democrática y republicana norteamericana.

Y finalmente, a tenor de esos afectos, es necesario indicar que Don PPK una vez más metió la pata, olvidándose de que la Presidencia del Perú y el manejo de las relaciones internacionales merece prudencia, se pronuncio contra la Presidencia de Trump y ahora tiene que tragarse sus palabras, esperando que éste no tome muy en serio a este "gringo peruano" que mostró su corazoncito demócrata. Lo que viene no es para especular hay que verlo y vivirlo. Corren las apuestas.




domingo, 6 de noviembre de 2016

N° 436 - LOS CIEN DIAS DE PPK

UN GOBIERNO SIN "PILOTO AUTOMÁTICO" PERO CON COPILOTO:




Transcurridos los primeros cien días del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, ha vuelto a reaparecer el gran drama de la política republicana, en un país sin institucionalidad y sin una definición del proyecto y el concepto de nación: La falta de una clase política de solera, la ausencia de una clase política con una visión de país, con una muy clara idea y convicción, no de  "que hacer" sino de "como hacer". De la seguridad programática -de cara al futuro- que lo que tienen que primar son los grandes intereses nacionales y no los pequeños intereses de grupo. Kuczynski es un técnico calificado y exitoso, un hombre bien intencionado y honesto, pero no es un político experimentado, un hombre con el talento, el talante y el cuajo político para manejar  situaciones  o crisis de coyuntura y salir bien librado. 

A nuestro actual presidente de la República a la hora de enfrentar los estropicios del ejercicio del poder, lo  ha terminado ganando el pragmatismo, la caricatura, el chiste con humor americano, la contradicción que implica el retractarse; la exposición de su débil liderazgo; la precariedad de un desabrido e insípido carisma; que lo hace que termine "sin querer queriendo" embarrado por la corrupción, por la falta de partido y por  sus limitaciones como líder político; las mismas que lo pueden convertir en un "Goñi" Sanchez de Lozada  made in Perú, que en un contexto político diferente, termine mal después de un prestigio bien ganado y tras haber despertado grandes expectativas e ilusiones.

Y desnudar esa mediocre realidad de la política, nos lleva a la desilusión que padecemos y sufrimos los peruanos con diferentes matices a lo largo de nuestra historia. Esa desilusión que le abre las puertas a los serviles, a los oportunistas y a los corruptos. A los aventureros de la política, a los carroñeros del negocio público, a los "inversionistas" de los mega proyectos y los "bien relacionados" con la "socialite" y los contactos que se mueven alrededor de las élites del poder. 

El futuro del país esta una vez más hipotecado a un gobierno sin partido, sin cuadros técnicos para cubrir siquiera gran parte del espectro del aparato estatal que se siente obligado a gobernar al alimón. El futuro del país se encuentra hipotecado a un gobierno que tiene que recurrir a personajes de la administración anterior, a ex funcionarios apristas o a técnicos sentenciados del albertismo fujimorista o del Keikismo, ante el cual negocian tras bambalinas o ceden tímidamente, en aras de la "gobernabilidad" que no ha sido la del "dream team" ni la del gran cambio, en un país donde hace rato algo cambia para que todo siga igual.

En cien días es indudable que nada puede cambiar, pero lo que si se puede hacer es marcar la cancha, mostrar liderazgo, hacer que se insinué la mano y la apuesta a futuro. Y nada de eso percibe una mayoría, que confía en que este gobierno puede hacer el gobierno que dijo hacer. Y en la dinámica de un país que le cuesta encontrarse, lo que tiene que hacerse antes que mejorar la logística, los sueldos  o la  infraestructura, es hacer una revolución moral, mejorar la educación, la cultura cívica. No hay mejor manera de combatir la corrupción que formar ciudadanos, hombres honestos, decentes, con ética, con conciencia del valor de lo colectivo. Ese es finalmente el principal soporte de la institucionalidad y de las políticas anticorrupción de las que adolecemos.

Sin operadores políticos importantes, sin pesos pesados en la política, que enfrenten  a un fujimorismo, que es en el Congreso más cantidad que calidad, porque sus cuadros parlamentarios; antes que de la capacidad política, nacen del mercantilismo, de dinero que permite abrir puertas en la política. En ese escenario de falsetes, lo que puede esperarse es un gobierno timorato cuya agenda sea la plataforma política del fujimorismo al 2021 y las cifras en azul de un gobierno sin piloto automático, pero con un copiloto que marco la contramarchas. Que tuvo siempre la carta de navegación de PPK. 



martes, 1 de noviembre de 2016

N° 435 - LA IGLESIA, LAS CENIZAS Y LA VIDA

DÍA DE MUERTOS:

Gracias a que el abogado que habita en mí, que no es "doctor" -porque en éste país cualquier burro es "doctor"- sino un humilde abogado del pueblo, que no le ha dejado tiempo al escritor que también  habita en mí, para que con sus fantasmas y sus quijotes, pinte sobre un papel el mundo que observa. Como lo hacía desde niño cuando le escribía a la Gloria (a la Tía Gloria)  para ser más exacto, mi pequeño mundo. Ese mundo cuando ella vivía en Tumbes y el Zoológico estaba en Barranco, cuando la Botica Francesa estaba en el Jr. de la Unión y el helado de Fosh era lo emblemático de este tan venido a menos jirón. Como lo era el Reloj de la Casa Welch o esa antigua Casa Oeschle, que no tiene nada que ver.........a leguas........ con esa tienda que hoy lleva su nombre y que no tiene los juguetes de mi infancia.

Gracias a esa falta de tiempo o de des tiempos, he podido anudar el artículo en el que al cumplir sesenta años, saludo abrir la puerta al último tercio de mi vida -tercio en el que espero seguir embistiendo con la misma fuerza que hace cuarenta años y defendiendo las mismas banderas que me entrego mi padre- y que hoy las veo dobladas o tiradas por las calles de un país al que le ha ganado el pragmatismo, el concepto de "emprendedor", los iconos de la pendejada y la contracultura o la cultura chicha. Con este artículo que escribo en el "Día de Muertos", no busco saludar, acariciar o conversar con mis muertos", con los muertos que habitan en mí. Con los que me dieron su amor y su afecto. Con aquellos cuya presencia fue siempre un placer. Con aquellos de los que aprendí de sus virtudes y sus defectos el arte de la vida, porque no soy de los que piensa que la muerte vuelve buenos a los malos o santifica a  los pecadores o hace que ignoremos lo que fueron o lo que hicieron. Porque la vida es a veces como colgar nuestras experiencias en el tendedero para que se vean los colores que no se pierden con el tiempo.

En este día de muertos, me inquieto por todo lo anterior, no escribir  sobre la muerte propiamente, preferí dejarla sobre el buro y escribir más bien, sobre esta polémica resolución de la Iglesia Católica -y yo soy católico, apostólico e hincha del glorioso Sport Boys del Callao- de impedir que los moros y los cristianos guarden las cenizas de sus muertos. Y cuando digo "moros" me refiero a los pecadores, a gente como yo que creo que la vida eterna me fue negada hace tiempo; porque "cristianos" son aquellos que tienen a "Dios" permanentemente en los labios. Un ejercicio que los debe acercar al creador, si este tiene un sistema de tarjetas de crédito donde se van acumulando puntos cada vez que uno lo menciona. Y yo soy solamente un hombre libre. Un hombre que cree en la santidad del Dalai Lama y llama hermanos a los Testigos de Jehova.

La decisión de no guardar las cenizas de los muertos, de no esparcirlas al viento o repartirlas, proviene de la  Congregación para la Doctrina de la Fe, que no es otra cosa que la antigua Santa Inquisición. Esta congregación tiene como función "la correcta interpretación de la doctrina católica". El problema es que la cremación de los muertos no es un problema doctrinal, es una asunto que tiene que ver con sentimientos, con percepciones, con costumbres. El que hacer con el cuerpo de un muerto es un tema personal o familiar. El que la iglesia se inmiscuya en estos temas, aduciendo razones religiosas, es en el fondo negar el misterio o la fe en la resurrección, que vendría a ser en todo caso, el valor superior a un tema material, como son un montón de huesos o un puñado de cenizas. La norma va en contra de esa fe y esas creencias que supuestamente busca defender. La norma va en contra de esa frase bíblica de Jesús de dejar que los muertos entierren a sus muertos, porque la única certeza del ser humano es que vamos a morir.

Dicen que hay una serie de intereses detrás de esta draconiana y "cristiana" decisión. Como no me consta, prefiero no especular sobre ella. Para mí esta es una de esas resoluciones que solo los cucufatos van a acatar, una resolución que por esas ironías de la vida va a quedar en "letra muerta".  Yo que espero que la Catrina no me tenga en lista por un buen tiempo, porque tengo muchas cosas que hacer antes de petatearme, quiero que cuando muera haya música y una Catrina en lugar de una cruz frente a mi cajón. Que me velen en mi casa -que es el lugar más entrañable de  mi vida- que me cremen y metan mis cenizas en una pirámide como la que la Chana....la Tía Chana tiene. Porque ella me comunico el día de su velorio su última voluntad y  cuando la cremaban me dijo que quería que le compraran esa pirámide donde hoy esta para guardar sus cenizas..... y yo les dije eso a sus hijos y les indique ese rato donde lo vendían......¡y allí estaba....y la compraron madre! 

Quiero finalmente que me tengan en la sala de mi casa. Que mis hijos me saquen a tomar sol de vez en cuando. Que en lugar de una misa in memoriam cada año, la gente se reúna "a chupar", a comer y a escuchar música en mi nombre. Que  me pongan un Ron con Coca Cola y un cigarro frente a mis cenizas   cuando haya gente y reunión en la casa. Que puedan  ver mis cenizas a mi mujer, disfrutando de sus nietos y a mis nietos disfrutar de mis libros. Que los que lleven mi sangre y representen la continuidad de la estirpe, canten el el "Himno Mansilla" icen la "Bandera Mansilla" y recuerden que la hermandad no es un accidente genético o esa "hermandad" de utilería de los políticos. Creo que eso es realmente vida después de la muerte. 


LA CATRINA:


La suavidad de su carne
es solo una brisa. Una hoja en el desierto.

No podre acariciar
ni sus nalgas, ni sus pechos.
De aquellos que la desean 
no le interesa  una cita.

Inevitablemente
abrirá esta noche sus piernas ante mí.

Ser el elegido significa
una noche con ella
y el olvido. Porque
hay amores que no despiertan la pasión
ni la carne.

MI mejor traje.
El cuarto tiene luces largas
en los extremos del lecho donde la haré mía.
Como los otros salgo con los pies hacia adelante.
Me comienzan a llorar.

                                                         JMN, Agosto de 1978.