El texto que ilustra el presente artículo, puede ser excesivo, puede ser ofensivo para un sector de la población, puede no reflejar la idiosincrasia de un pueblo que es amistoso, solidario, cálido y amable con el extranjero que llega al país. El problema es que vivimos desde hace tiempo una grave crisis como sociedad, que no puede pasar desapercibida. Una crisis que tiene que ver en principio, con la falta de liderazgo, con la falta de educación, de cultura cívica y política. Con la ausencia de institucionalidad y de solidaridad, de valores y principios. Del valor de lo colectivo desde el punto de vista de nación. Y es por razones como las anteriores, que el peruano piensa primero en él, segundo en él y tercero en él. Que le importa un carajo el "nosotros". La máxima es que "No importa que le roben o jodan al país con tal que no me jodan o roben a mí".
En el escenario anterior, lo concreto y lo real es que en un país que se construye de arriba para abajo, el gran drama del Perú, es la histórica falta de una clase dirigente, de una clase política, con capacidad, carácter y visión de futuro, porque la que tenemos -desde los criollos en el virreynato- hizo prevalecer siempre sus intereses personales o de grupo. Hoy sufrimos una realidad marcada por la falta de autoridad, por la violencia, por la corrupción, por la ausencia de partidos políticos de a verdad, porque están capturados -con honrosas excepciones- por una recua de demagogos, ignorantes, oportunistas y aventureros, metidos a políticos. Lo que hace que tengamos un Congreso como el que padecemos, porque por no forjar ciudadanos ni construir una sociedad donde el concepto de ciudadanía sea un instrumento de articulación social, la indiferencia de la gente hace que el poder sea ejercido con un autoritarismo huachafo como el de Toledo; arrogante como el García e improvisado como el de Toledo.
En un país minero, donde el estado debe mostrar autoridad y no autoritarismo. En un país donde hay insatisfacción social, ignorancia y ausencia de estado, que crea un caldo de cultivo para que demagogos y electoreros aparezcan como defensores de las reivindicaciones populares; el gobierno debe de buscar que prevalezca el interés nacional, en un marco de equilibrio de derechos y obligaciones de las partes en el camino del desarrollo. Y sobre todo, hacer docencia y crear conciencia sobre el papel que él cumple en defensa de la ecología, del medio ambiente y de todo lo que esta alrededor de las partes involucradas en las actividades y en los pasivos ambientales de la gran minería. Pero el gobierno de Humala -como los anteriores gobiernos- en situaciones de conflicto social, se muestran incapaces de solucionarlos. No hay imaginación ni carácter para merecer el respeto de las partes, para ejercer influencia y autoridad.
El resultado que vemos, leemos y escuchamos por los medios de comunicación, es un país donde hay en situaciones de conflicto, falta de autoridad, ingobernabilidad, caricaturización de las fuerzas del orden. Un desborde popular y una crisis de Estado; que se percibe por ejemplo, cuando las fuerzas poliicales, son enviadas a Arequipa, sin elementos de disuasión o de defensa, sin armas. Porque a los políticos, lo que les interesa es "quedar bien" con el pueblo, no parecer represivos. Porque lo que les importa son los votos y no las vidas de policías enviados al sacrificio, por eso hasta ahora Humala no decreta el estado de emergencia aunque la situación hace rato que es insostenible.
El conflicto social en el Perú, se ha escrito con los nombres de diversos lugares del país, con los rostros de un buen número de vidas humanas. Y en un país que necesita una clase dirigente, de gente capacitada, pensante, idónea, forjada en el interés nacional. Que rediseñe el futuro y el proyecto del país; en ese contexto, hay quienes hablan de que debemos ser un "país de emprendedores" , como si el lucro, la ganancia, el dinero o el comercio construya ciudadanía, solidaridad y país. Sin educación, sin cultura cívica ni política, sin valores ni principios, vamos a seguir creyendo que el problema esta en la no reelección y no en elegir bien. Vamos a seguir dándole la espalda a la realidad que implica forjar con la educación una clase dirigente de solera de la que carecemos.
Al final no es solo "Tía María" estas cosas son parte de nuestra historia, "cosas de familia". Ahora bien. Que hay gente de mierda en el país lo creo. Que hay gente de mierda dirigiendo los destinos del Perú lo sufro. Que hay gente de mierda en lo que se quiere seguir llamando "Partidos Políticos"......de eso estoy absolutamente seguro. Y creo que hay que combatirlos frontalmente. Sin los arrumacos, los acomodos y la hipocresía propia de la política.
Al final no es solo "Tía María" estas cosas son parte de nuestra historia, "cosas de familia". Ahora bien. Que hay gente de mierda en el país lo creo. Que hay gente de mierda dirigiendo los destinos del Perú lo sufro. Que hay gente de mierda en lo que se quiere seguir llamando "Partidos Políticos"......de eso estoy absolutamente seguro. Y creo que hay que combatirlos frontalmente. Sin los arrumacos, los acomodos y la hipocresía propia de la política.