sábado, 14 de febrero de 2015

N° 388 - MÁXIMO DAMIAN:

"EL VIOLÍN DE ISHUA":





El día jueves falleció en Lima, Máximo Damián Huamaní, natural de San Diego de Ishua, Ayacucho, un artista que fue sin lugar a dudas, el máximo exponente del violín andino en el Perú. Máximo murió como espera la muerte en nuestro país, a quienes se dedican al arte o a la cultura, -olvidados, ignorados, maltratados, enfermos- sin el reconocimiento en vida de su arte, de su valor y su talento por parte de los sucesivos gobiernos de turno. Condecorado postumamente con la Orden del Sol por un estado que trata de curar en salud su indiferencia y su indolencia.

Protegido de José María Arguedas, quien fue un gran admirador de su arte, Máximo Damián fue amigo y conocido de personalidades diversas de la cultura, como Cesar Calvo -mi poeta preferido- y pudo pasear su arte por diversas partes del mundo, de la mano de su esposa, Doña Isabel Asto, quien le sobrevive. Alguna vez me supo mostrar orgulloso  discos en japones o en alemán de sus presentaciones en esos países; de la misma manera que en su velorio, se lucía solemne, ese violín que queda marcado por su ausencia y un cuadro de dos zorros, que rememoraba la dedicatoria que Arguedas -quien en su testamento pidió que él tocara en su entierro-  le hiciera a Máximo Damián en su libro "El Zorro de Abajo el Zorro de arriba" , cuadro al que se suma otra pintura del propio Máximo, que son "simplemente"  obras del maestro Teodoro Núñez Ureta, el renombrado pintor de los Murales del Ministerio de Educación, hoy local del Poder Judicial en el Parque Universitario.

Conocí a Máximo desde los tiempos en los que vino a vivir a Maranga -cerca a mi casa- cuando trabajaba en el BANCO HIPOTECARIO de donde se jubilo. Hombre tímido, de pocas palabras, Máximo Damián, no ha dejado propiamente un heredero de la mágica forma con la que rastrillaba el violín  desde muy niño. En sus últimos días, cuando su salud era bastante precaria, lo pude ver caminando lentamente que de costumbre, por las calles del vecindario. Un vecindario en el que lo más probable, es que mucha gente no haya sabido quien era realmente.

En un país donde la cultura no vale un carajo. En un país donde los jóvenes no leen, donde "la gente" quiere ser uno de los ídolos de "Combate" o "Esto es Guerra". En un país donde quienes forjan el legado cultural del Perú, son maltratados, ignorados u olvidados; lo más probable es que ese penoso episodio del artista que no es atendido a tiempo. Que no tiene una cama para ser internado. Que muere como resultado de una atención que no es oportuna, se va a volver a repetir, también en ciudadanos comunes y corrientes de un estado que no existe. Y eso debe ser motivo de una profunda reflexión y rectificación.

En un país de "todas las sangres", la sangre negra que corre por mis venas, me obliga a ilustrar este artículo, con un vídeo donde lo andino y lo negro de nuestra identidad se funden en una escenografía que en lo personal me llena el alma. Una expresión de nuestra esencia, donde Máximo Damián participa en el homenaje póstumo a Don Amador Ballumbrosio. Grandes cultores de nuestra música ambos. Hasta siempre Máximo.


1 comentario:

  1. Recordando al gran maestro del violin peruano, grande Maximo Damian en el corazon de los que te apreciamos

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