En éste modesto blog no nos cansamos de criticar a la clase política peruana, a la falta de partidos políticos, a la ausencia de estado, de institucionalidad y de un proyecto nacional que haga coherente y viable este crecimiento económico pegado con babas. En el contexto descrito, el manejo de la cosa pública, el gobierno, los actos y las acciones de estado, se convierten en el mosaico folklorico, demagogico, caricaturezco y de ejercicio abusivo y prepotente del poder por parte de la clase política que lo detenta.
Es en función de estas carencias, de esta manera de hacer política y de ejercer el poder, que el Presidente de la República se niega a hablar de los privilegios de su hermano Antauro por ser un "tema menor". Como si los valores, los principios, la ética, los valores y la igualdad de los ciudadanos ante la ley no fuera un tema mayor, un tema frente al que romper lanzas.
Y como las decisiones en la política peruana estan condicionadas por parcelas de poder y llenas de improvisación, de intereses particulares y de capricho personal y no de políticas de estado; el Sr Ollanta Humala que en lo que tiene que ver con el lado oscuro de la política, le debe a Chávez los dineros que solventaron su elección y que en lo ideológico, es admirador de Castro, hermano de Evo Morales y de Rafael Correa y se siente cercano al populismo y a la demagogia kirchenista; como gobierna desde un pragmatismo de derecha que contradice su predica electoral de izquierda, que lo aleja a las fuentes de ese mamotreto ideológico bolivariano de "izquierda nacionalista" y que tambien lo distancia del UNASUR, no encontró mejor manera de congraciarse con sus pares ideológico-familiares, que hacer que su Canciller Roncagliolo se coma el sapo de revocar (probablemente con la aquiescencia del propio Roncagliolo) el permiso de ingreso al Perú de la fragata británica HMS MONTROSE (fragata del tipo 23 de las que Chile tiene 3 unidades: Cochrane, Linch y Condell) vulnerando en principio la Constitución y creando un impasse diplomático con el Reino Unido, que no hace otra cosa que revivir el distanciamiento que nace con el histórico error de Belaunde, de buscar ser mediador, de buscar la paz entre argentinos y británicos, para luego ceder a la presión del ejercito peruano en la cabeza del gaucho Cisneros y terminar enviando pertrechos militares a los bonaerenses.
Defender en esos términos (antes y ahora) la causa argentina de las Malvinas, es la manera más absurda de proteger los intereses nacionales frente a una causa propia, como la que tenemos con los Chilenos por el diferendo marítimo. Nos estamos enfrentando a los socios históricos de nuestros vecinos del Sur, a los que les venden armas, a los amigos del mapocho, que sin ninguna duda van a aprovechar y capitalizar este estropicio, en la eventualidad no solo de un fallo adverso en la Corte Internacional de Justicia de la Haya, sino de un conflicto bélico, que involucra el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, del que los británicos son miembros.
Una cosa es la solidaridad con la causa argentina de las Malvinas y otra que en aras de esa solidaridad latinoamericana se vulnere la constitución, se cree un malestar innecesario porque el hecho (la decisión) se le oculto al Secretario de Estado Británico para América Latina que estuvo de visita en Lima. Porque por último, en el intercambio militar que representa la visita se perdió una magnifica oportunidad de conocer de cerca un tipo de navio con el que cuenta la marina chilena y obtener eventualmente información de inteligencia.
Una cosa es la solidaridad con la causa argentina de las Malvinas y otra que en aras de esa solidaridad latinoamericana se vulnere la constitución, se cree un malestar innecesario porque el hecho (la decisión) se le oculto al Secretario de Estado Británico para América Latina que estuvo de visita en Lima. Porque por último, en el intercambio militar que representa la visita se perdió una magnifica oportunidad de conocer de cerca un tipo de navio con el que cuenta la marina chilena y obtener eventualmente información de inteligencia.
En lo estrictamente diplomático y en lo político, el manejo de la situación ha sido desastroso; prueba la falta de coordinación entre el ejecutivo y su bancada parlamentaria, el que el profesionalismo de Torre Tagle, ha sido dejado de lado por las visiones ideológicas del Presidente. Por otro lado, tal como se indico lineas arriba, se ha vulnerado groseramente la Constitución. De conformidad con el Inc. 8 del Art. 102º de la Constitución, es el Congreso de la República el que autoriza el ingreso de tropas, naves y pertrechos a través de una Resolución Legislativa. De conformidad con el Art. 80º del Reglamento del Congreso, el Presidente promulga la Resolución Legislativa o la observa, lo que implica en el caso de la observación una motivación que en el caso de autos no se ha hecho. Eso es ilegal, arbitrario e inconstitucional. y debería merecer política y constitucionalmente contra Roncagliolo algo más que simples declaraciones de rechazo a la medida.
El tiempo nos va demostrar cual es el realmente el precio de nuestra solidaridad continental. El valor de levantar banderas bolivarianas contra el imperialismo y en favor de "hermanos" por los que nos jugamos en 1982 y que terminaron vendiendo armas a los ecuatorianos durante el conflicto del Cenepa. Los peruanos somos ingenuos, somos románticos, somos salvadores de todo y de todos...esa es nuestra idiosincrasia.
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