martes, 6 de marzo de 2012

N° 211 - LA FELICIDAD

¿ES REALMENTE UNA DECISIÓN?:


Una entrevista a la guru chilena Pilar Sordo (de próxima visita a Lima) en la que expresa que la felicidad es una decisión, me hizo reflexionar sobre el tema e intentar anudar algunas ideas, en función de  palabras escritas con la tinta de mi propia experiencia de vida, con algo de lógica, de imaginación y de humor; sin la pretensión de ser un especialista en el tema, pero con la vanidad del individuo que ha conocido los placeres más altos en los sitios mas bajos y ha vivido, ha urgado y se ha interesado siempre en conocer  la complejidad de la naturaleza humana y siente que al menos la tristeza y la desgracia no marcan su vida. 


En principio, creo que la felicidad es un estado de ánimo que tiene que ver con patrones culturales, con percepciones, con experiencias de vida. Creo que el "ser feliz" es una utopía porque la vida humana esta llena de momentos gratos y momentos tristes, porque de ambos momentos se enriquece la experiencia humana y se nutre el espíritu. Creo que en eso coincidimos todos y aunque hablemos de "felicidad" lo que se busca es "estar bien". Y estar bien para algunas gentes, es estar rodeada de comodidades, de bienes materiales. Esa felicidad de algunos, puede ser producto de un patrón cultural, de la misma manera que (por oposición) gente con poca autoestima, que ha crecido en un medio de carencias y de poco nivel cultural, va a ser proclive al conflicto, al caos, a negarse la posibilidad de tener momentos para estar bien, para disfrutar de la vida......"para ser felíz". En esa dirección es necesario indicar,  que hay gente para la que estar bien es ser el centro del mundo, alimentar su ego y su vanidad personal, tener poder, ejercerlo, aparentar lo que no se es. Que termina siendo una forma de negarse a ser feliz porque terminas actuando siempre.

Yo en realidad confieso que el ser feliz me tiene sin cuidado, me conformo con vivir (y hoy quiero vivir lo suficiente para juguetear con los hijos de mis hijos) con sacarle partido a la vida, a los momentos complicados, a los momentos tristes y a aquellos  que me obligan a pensar o simplemente los puedo disfrutar y sonreír.  Mis patrones culturales desde la infancia tienen que ver con una vida cómoda y por ello trato de vivir holgadamente en medio de mi presupuesto. Algo difícil para un abogado del pueblo, independiente, incendiario, quijotesco, sin mayores relaciones, con muchos reparos éticos y sin mucha habilidad para las cosas torcidas que se pueden hacer con un cartón de abogado. Al final en esa lucha permanente (en la que he enfrentado a la tranza y a la cutra) con la verdad, la razón y mi  capacidad como espada; he tenido frustraciones por no poder cambiar el mundo y también victorias épicas y heroicas que no han cambiado  mi esencia. Victorias que no te dan dinero pero te hacen sentir cojudamente  bien......"ser feliz".

Ha sido mi presupuesto  el que me ha enfrentado a la realidad de  resignarme a no "ser feliz" a no tener una amante. Con lo que gano me es imposible mantener dos mujeres. Con lo aquerenciado y casero que soy, no tendría pretexto para salir de casa. La adrenalina y la complicación de los efluvios del amor transgresor lo he encontrado en los libros: He encontrado un placer casi sexual en ellos y mínimo me tiro dos libros por semana. El mayor problema de mi patético machismo es que amo a mi esposa, que Roxana me sigue gustando como la primera vez que la vi y que dieciséis años después de compartir mi vida con ella, tengo que reconocer que mis prejuicios (entre los que estaba el que no me iba a casar nunca con una mujer mucho menor que yo) se han hecho mierda frente a una vida compartida caminando por el mismo sendero, mirando la misma estrella, unidos en las mismas luchas y viendo crecer a "sus hijos"....... que aunque los traje al mundo y les di parte de mi pepa -para que  pasen piola en en un país donde la choledad es un prejuicio- son simplemente mis compañeros de viaje y los seres humanos que me permiten aprender lo que   es ser jóven hoy en día. Una lección que estudie hace mas de cuarenta años y que disfruto volviendo a actualizar mis conocimientos.

No se cuanto me quede por vivir. Pero estoy decidido a seguir pasándola de la mejor manera que me sea posible. Creo que superar los problemas cotidianos con imaginación y con la cabeza fría nos hace sentirnos bien. Que el enfrentar nuestros miedos es una manera de "ser feliz" o mejor dicho de pasarla bien; porque nos hace entender que todo tiene solución en la vida; que como decía mi padre, lo único que no tiene solución en la vida es la muerte. Nunca me intereso la ropa de marca, simplemente me puse la ropa que me gusto, la que me hacía sentir bien. 

A veces en la vida nos encasillamos en las marcas, en determinados estereotipos. No se si finalmente  Pilar Sordo tenga razón. Si la felicidad es una decisión; yo a mis quince años tome la decisión de ser libre, de ignorar las ciencias porque yo iba a estudiar letras (la "liberalidad" me significo que me chuparan dos años y el mote de "el abuelo") de fumar sin esconderme de las amigas de mi madre y desde entonces, todos estos años la he pasado bien diciendo lo que tenia que decir, enfrentándome a gigantes que no eran sino mis propios molinos de viento. Me he reído y me río frecuentemente de mi mismo;  he bajado la cabeza ante la vida cuando tenía que bajarla y aprender; aprender  a hablar lo necesario y a nadar contra la corriente. Hace tiempo deje los formalismos y el uniforme de abogado solo lo uso para los informes orales. Creo que ser libre, que amar, que tratar de ser autentico, que vivir lo más cómodo que me sea posible, que seguir teniendo capacidad para indignarme y para no ser indiferente, es lo que puede definir en mi caso el tratar ser felíz. Si no lo es....... al menos me permite sentirme bien.





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