miércoles, 29 de febrero de 2012

N° 210 - ABUGATTAS: EL ARTISTA

SE INDIGESTARON LOS GESTORES:


El Sr. Presidente del Congrezoo Don Daniel Abugattás, es merecedor de un OSCAR por su actuación en el polémico Programa de Gestores para el Desarrollo Local . Don Daniel al mejor estilo y en una copia fiel de Alan García post aprocalipsis, ha expresado que "ha pecado por exceso, por impetuoso, por apurar las cosas y no ser burocrático"; según Abugattás, han sido "los intereses mezquinos y una prensa encargada de desinformar a la ciudadanía las culpables de abandonar poblaciones en pobreza extrema". Es decir yo estoy bien todos están mal, el programa es bueno y su suspensión es un "histórico error".


El proyecto solo fue tibiamente apoyado por la bancada nacionalista y ferreamente defendido por los Congresistas Merino Lama y por Yehude Simon, que creen que el ser miembro de la Junta Directiva del Congreso los convierte en nacionalistas a ultranza y en defensores de los intereses de Abugattás y Cía, que son sus propios intereses y sus granjerías, razón por la cual igualmente terminaron victimizando a Chejade  y votando vergonzosamente contra la moción que  desaforaba al Segundo Vice Presidente de la República.

El programa nació con el nauseabundo olor del sectarismo, del favoritismo y del clientelismo político que impulsa la agenda personal del díscolo y a veces iracundo Presidente del Congreso (y también la agenda de muchos personajes de la política criolla) quien sueña probablemente con la Presidencia del Concejo de Ministros o con la Candidatura Presidencial del Nacionalismo el 2016, en la perspectiva de que el poder invita a soñar , a respingar la nariz (y porque en cosas de política) con un poco de suerte, en éste país cualquiera puede llegar a ser Presidente de la República. 

Gente de experiencia y de reconocida capacidad (para la chabacanería y la maleadez) como la ex Congresista Nancy Obregón  y otras ilustres colegas que pasaron sin pena ni gloria por el parlamento en el periodo anterior, ganaron en Enero (por un programa iniciado el 1º de Febrero)  entre ocho y diez mil soles (suma que se iban a embolsicar mensualmente con otros allegados a varios padres de la patria) por una iniciativa parlamentaria que tenía un Presupuesto de Diez Millones de Soles (S/.10´000,000.00). El problema de fondo es que la falta de institucionalidad, hace que en un país como el nuestro, no resulte raro que aparezcan  galifardos con poder (para tomar las propias palabras de Abugattás hace un tiempo) que tenga sueños mesiánicos que sustituyen a la precariedad institucional, que crean que el Estado o la repartición pública que dirije es su chacra. El problema es que el Congreso no tiene iniciativa de gasto, que el Congresista confunde su función y termina de tramitador, de intermediador, realizando labores propias del ejecutivo (que le representan clientelismo y potenciales votos) y no fundamentalmente legislando o fiscalizando que es  constitucionalmente la tarea a la que deben abocarse.

En éste escenario, lo más probable es que no pase nada. Que los nacionalistas blinden a su líder parlamentario, que la censura no prospere; que el programa se desactive evitando  mayor escándalo. Lo que debería hacer el Congreso de la República es impedir de una vez por todas que los Congresistas lleven a cabo esas demagogicas jornadas en las que "se reúnen" con la población para escucharla y diz que solucionar individualmente sus problemas. En un país sin estado, sin institucionalidad, la intención de congresistas que tratan de suplir las deficiencias del Estado puede ser buena, se puede ayudar  gente; de hecho hay Congresistas  que cumplen una labor social importante, significativa; pero  esa no es su función, no es su labor. Se distorsiona el despacho parlamentario y se pervierte por esas conductas (que son percibidas de manera personal y no corporativa) y por  programas demagógicos y clientelistas como el del arrebatado Abugattás.




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