viernes, 11 de noviembre de 2011

N° 189 - A BAILAR CONGA

LOS CONFLICTOS SOCIALES ANTI MINEROS:



El Perú es un país que tiene un modelo económico primario exportador,  nuestro principal producto de exportación son los minerales; somos fundamentalmente un país minero. En ese contexto, en medio de la bonanza económica, del ambiente propicio para la inversión de grandes capitales extranjeros en el Perú, le toca al estado (en un mundo marcado por la necesaria defensa del medio ambiente y de los recursos naturales) afirmar su rol regulador, pero regular bien  la explotación de los grandes yacimientos o denuncios mineros, a fin de no perjudicar el medio ambiente y mitigar su impacto socio ambiental. Le corresponde informar, educar, organizar y crear confianza en la población, a fin de que tenga la seguridad de que la explotación minera, esta bien enfocada, en aspectos que tienen que ver con una legislación general que amalgame las diversas aristas que tiene la actividad minera. Una legislación o normatividad, que sea igualmente eficiente en lo que se refiere a la fiscalización y al desarrollo social de las poblaciones del área de influencia de la actividad minera.  


En una nación donde no hay estado, donde no hay institucionalidad, donde hay corrupción y donde prevalecen los intereses particulares, es indudable que hay falencias y errores, pero estos no pueden llevar a estar en contra de una actividad y de una inversión que es significativa y que genera progreso y desarrollo. De lo que se trata es de hacer primero una distinción entre la minería informal o artesanal y la gran minería, para luego resaltar el papel del Estado, esto es regular, monitorear, fiscalizar, multar, aplicar sanciones, cancelar licencias o hasta mandar a la cárcel a quien haya que mandar; para cumplir con una ley que de armonía social, económica y ambiental a la gran explotación en curso.

En el marco descrito, es la  minería informal o artesanal, la que trae mayores problemas de contaminación   ambiental y de salud. La gran minería, por su nivel de tecnología e inversión, bien regulada y fiscalizada, puede de acuerdo a estándares internacionales mitigar el impacto negativo y controlar la problemática y es esto lo que hay que buscar con eficiencia. Pero los conflictos sociales actuales, nos muestra la ignorancia o la demagogia clientelista y electorera, de políticos, que cuando  deberían mostrar su imaginación, su capacidad y su criterio técnico  a la hora de legislar y de mostrar a la población el balance del costo-beneficio, se detienen mas bien a mostrar el aspecto negativo que exacerba a una población poco informada o con conocimiento del tema. Y lo que tenemos en medio de estos conflictos sociales son también ONGs ambientalistas que se oponen deliberada y radicalmente a todo lo que signifique explotación minera. A políticos o autoridades locales que en lugar de sentar criterios de docencia y de gestión, para esa necesaria relación entre las empresas, la actividad productiva  y las poblaciones involucradas, solo se dedican a  impedirla bajo argumentos trasnochados, violentistas y caducos. 


Y así llegamos a Conga, que no es el baile popular cubano de origen africano que bajo el ritmo de los tambores acompaña a las comparsas en los carnavales; es un proyecto minero del orden de los CUATRO MIL OCHOCIENTOS MILLONES DE DOLARES (US. 4,800.00) y cuya problemática gira alrededor del ESTUDIO DE IMPACTO AMBIENTAL (EIA) un estudio que debe ser re-evaluado ante los problemas surgidos con el agua de las lagunas, para buscar, la identificación del problema y su solución técnica. Por el nivel de la inversión si es necesario recurrir a técnicos o asesoría extranjera, esta debe hacerse, debe contratarse. Plantear la mesa de diálogo en términos técnicos y de costo beneficio garantizando el Estado el interés nacional y el de la población involucrada. En el contexto anteriormente descrito la posición del gobierno ha sido inicialmente la correcta y muchos de sus ocasionales aliados han quedado descolocados frente a la afirmación de Humala, quien esperamos que no termine mostrando falta de autoridad y cediendo ante la turbamulta. La responsabilidad de los políticos es construir país, es legislar, es marcar el camino. Si no elevamos el nivel de la política, si no tenemos estado, ni partidos, ni líderes, ni políticos serios, la economía tendrá también que inventarlos para no volver a jodernos como país.


(*) El 16 de Noviembre el Presidente Humala dio un mensaje que concuerda con el papel del estado que planteamos en éste artículo.

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