Los políticos mayoritariamente son hoy en día gesto y pose, figurettismo, show mediático y dominio escénico. Mucho ruido y pocas nueces. Por eso convierten su labor parlamentaria en mesa de trámite de los problemas de los ciudadanos en un ejercicio demagógico y clientelista que lo que busca es votos, desvirtuando la tarea legislativa y el impulso (que como legisladores y fiscalizadores les corresponde dar) para que las instituciones que pretenden reemplazar funcionen. Y en ese escenario, como en los partidos políticos, unos cuantos son los que mandan, ordenan, deciden y tienen posibilidades reales de llegar al Congreso; las cúpulas no tienen la menor intención de cambiar las cosas y en lugar de ideas y propuestas para reinventarse o financiarse, lo más fácil es dejar las cosas como están (en un pueblo que no tiene capacidad de indignación ni memoria colectiva) pasar el sombrero y darle la posibilidad de postular a gente como la que ilustra la fauna política de la política peruana; una fauna aparentemente más numerosa en éste congreso que en anterior parlamento. Por ello no hay reforma de la Ley de Partidos Políticos, ni modificación de las circunscripciones electorales, ni partido que muestre una férrea voluntad de institucionalización y de cambio. Y por eso las seudo agrupaciones políticas y los intereses representados en el Congreso, se mueren de miedo por impulsar una necesaria modificación a la Constitución, como es volver a instaurar una Cámara de Senadores, porque saben que el pueblo la va a repudiar amparándose en un hecho real y concreto, el nivel de nuestros políticos.
Y como la gente rechaza e ignora a los políticos y a los partidos políticos, estos se oponen al voto voluntario que los desnudaría en una representatividad y en una legitimidad que no tienen porque se agota en la elección. Al final se quedan solo con el poder por el que gobiernan, consientes de que ya no hay partidos de masas ( y sin voluntad para constituir partidos de cuadros) aunque se afanen por inscribir y reinscribir gentes para jugar con las cifras y dar la imagen de lo que no son. Y en ese escenario personajes que solo llegarían a Sub Oficiales (hablando políticamente) en tiempos pasados, hoy tiene mando de tropa y son nombrados o ascendidos a Coronel de Infantería, es decir a altos dirigentes; gente que como pasó en los gobiernos de PERÚ POSIBLE o del APRA, es ignorada a la hora de la responsabilidad o del cargo público, salvo que tenga buenos padrinos como la anticuchera que fue Directora de Gobierno Interior en el Gobierno de Toledo.
Escuchar a la Sra. "Roba Cable" y a su marido, Eloy Yong, ex candidato seis veces a Alcalde de Pisco (en los diversos medios de comunicación por donde pasearon su humanidad) propietarios de CABLE ORIÓN fue patético y doloroso. Comenzando por la demostración de que él es quien manda y por la confesión pública que su divorcio es una simulación (sobre la que afirman con desparpajo que "hecha la ley hecha la trampa") para seguir con una nueva confesión pública de que el marido de la Congresista debió ser el candidato (pero que no lo fue porque la gente, le tiene cólera, como la tiene "la mafia que ha comprado el Comercio para malograr su imágen") y terminando con la denuncia de MIRA QUIEN HABLA, de que el actual alcalde de Pisco y su ex empleado le paga la luz a CABLE ORIÓN .
Chabacanería, falta de sentido común, ignorancia, torpeza con la que es imposible la llamada "Gran Transformación". El gobierno de GANA PERÚ ya dio muestras que va a ser un gobierno conservador, con algunos rasgos intolerantes y dictatoriales, ante la imposibilidad de aplicar su entraña ideológica, va a ser más de lo mismo. Es difícil en éste país que la clase política choque con sus propios intereses y con los grandes intereses que gobiernan el Perú. Por eso el Ministro de Agricultura saca una ley en beneficio propio y ni oposición politica tiene el gobierno. Lo más común históricamente en el Perú es negociar e "incluirse" en ese grupo de poder que es dueño del país. Por eso los programas asistencialistas y clientelistas que buscan votos se llaman "inclusión social" mientras las políticas de desarrollo social que generen empleo, que eleven el ingreso per capita y que a partir de allí se vinculen con políticas que mejoren la educación, la salud y por tanto las condiciones de vida de los más pobres, no son priorizadas, porque con el peruano en pobreza extrema, el floro y el regalo basta. Makarian se quedo chico. Este Congreso tiene más de cuatro fantásticos pendejos.
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