sábado, 22 de octubre de 2011

N° 184 - "ESTE PAÍS O NUESTRO PAÍS"

LA REGLA IMPUESTA POR LA IGNORANCIA Y EL NACIONALISMO





A propósito de la presentación del libro de la siempre polémica pero brillante Martha Hildebrant "1000 PALABRAS Y FRASES PERUANAS", un texto cuya lectura es para recomendar sin haberlo leído, por tratarse de una autoridad en la materia y de uno de los personajes de nuestro mundo intelectual (más directos y frontales) en un país de ignorancias, de hipócrecias y de eufemismos. En ese contexto, me toco en éstos días, torear en un foro, con los pies bien plantados en tierra,  la atrevida afirmación de alguien que con la autoridad que da la ignorancia, expresaba sin rubor que no se debe decir "éste país" que lo correcto es decir "nuestro país". Lógicamente la aseveración no se sustentaba  en regla alguna (que por lo demás no existe) ni determinaba la fuente del correcto uso del lenguaje que imponía el ilustre castellano, simplemente se limitaba a indicar que "un  interlocutor peruano no podía usar la palabra éste país sino que debe decir nuestro país". El despistado y osado aprendiz de lingüista o candidato frustrado a miembro de número de la Real Academia de la Lengua, lógicamente desconoce lo que son los adjetivos, los pronombres, los sustantivos y las construcciones que se pueden hacer con estos, porque para él todas las derivaciones del lenguaje, son como decía Silvana Di Lorenzo "palabras, palabras, palabras".

Más allá del personaje,  me resulto interesante el tema, desde la perspectiva de como el imaginario o el habla popular, el nacionalismo chauvinista y la subjetividad, pretenden imponer  una supuesta regla creada por su parecer y que no tiene sustento real ni lingüistico. No es peyorativo, ni esta mal dicho, llamar a nuestro  país de origen como "este país", como tampoco lo sería llamar a nuestro niño "este niño" ya que estamos expresando cercanía y no pertenencia, circunstancias que son reflejo de una realidad o mejor dicho de una forma de expresar y reproducir un hecho objetivo. El significado, el signo lingüístico y el significante con el que  Ferdinad de Saussure sentó las bases de la lingüística moderna  y que recordamos por nuestro paso por la Facultad de Lingüística de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en cuyo homenaje hay un poema en éste blog.

 La riqueza del lenguaje tiene que ver con el valor para describir la realidad, tiene que ver con el estilo, con el juego de amarrar palabras, con los contextos. En esa dirección no es un pronombre posesivo de mayor valor que un pronombre demostrativo. En este caso, en el que determinadas personas  afirman que solo es correcto al referirse al país de origen, utilizar el pronombre posesivo "nuestro", no estamos frente a un uso generalizado que cree la regla de una determinada lengua: Estamos frente a una subjetiva pero equivocada interpretación de lo que es lingüísticamente correcto; a una construcción del lenguaje basada en esquemas psicológicos que tienen que ver con el sentimiento o con el concepto de patria, pero que no tienen base teórica, ni un uso generalizado en la lengua popular que le de carácter de regla correcta de uso común. 

Si no es lingüísticamente incorrecto llamar a nuestro país como "éste país", tampoco es cierto que somos mas  peruanos si utilizamos el pronombre posesivo "nuestro". En un país como el Perú los hechos valen más que las palabras. Como dice la letra de la bella canción ecuatoriana (que tiene también una  versión colombiana) que ilustra éste articulo, el pronombre "este" no necesita describir  la pertenencia a un país; porque en cuestiones de la tierra que nos vio nacer, basta la cercanía del corazón a la patria,  la esencia de sentirse parte de una nación. El vivir, el respirar y el amar una tierra llena de frustraciones y alegrías, a la que se puede  llamar "éste país" porque llamarlo "nuestro país" resulta ser una perogrullada. Porque el sentir una palabra como peyorativa per se es una percepción. Y porque finalmente la ignorancia siempre sera audaz y agresiva.

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