LA PSICOLOGÍA DE LAS MASAS ENTRE LO REAL Y LO LEGAL:

En un país con ídolos de barro, en un país con indiferencia frente al dolor ajeno, en una sociedad donde los valores y los principios de diverso tipo no abundan; el nombre de Ciro Castillo adquirió en estos últimos meses, un papel protagónico y un doble valor por la autenticidad de su sentir. Por un lado, lo sucedido en el Cañón del Colca, expreso un drama personal y familiar, pero a la vez un ejemplo de unidad familiar y de amor, de constancia y de tesón, en la difícil experiencia de ser padre. De ese arte u oficio que nos obliga a mezclar equilibradamente en nuestra vida autoridad y amor frente a quienes llamamos hijos. Durante todos estos meses, nosotros decidimos no pronunciarnos en éste blog sobre el tema de la desaparición del joven (aunque lo hicimos en nuestros comentarios en RADIO VICTORIA por la dinámica de la información en el medio sonoro) porque como abogado sabemos que en el derecho o en cuestiones jurídicas, lo que cuenta es la verdad legal no la real y que mientras no apareciera el cuerpo, las hipótesis son solo eso hipótesis.
Y al aparecer el cuerpo, quedan la autopsia, las pericias y el análisis que se desprenda de estos estudios para tratar de determinar que paso realmente. Queda también la impresión y el rechazo popular a una serie de contradicciones, a una personalidad y a una conducta como la de Rosario Ponce, que no encajan en la lógica y el sentido común y en el imaginario popular; actitudes que le valieron el rechazo general a la muchacha, en una sociedad que se caracteriza socialmente por su calidez, por su sentimentalismo y por dejarse seducir fácilmente por el juego de las imágenes y por esa división entre buenos y malos (las masas siempre se van a extremos) en la que cosechan votos eficientemente (por ejemplo) los políticos, que son elegidos como buenos y terminan siendo rechazados después por malos.
Desde el punto estrictamente teórico las relaciones del individuo, con su padre, con sus hermanos, con sus seres más queridos o con su pareja que son vistos o analizados a la luz del psicoanálisis como un tema individual o personal, puede convertirse a la vez en un fenómeno social, que es lo que lleva a anular un raciocinio, una lógica o una conducta personal para imponer una reacción colectiva, un comportamiento social o propio de las masas (desde una perspectiva tribal o colectiva) que hemos espectado en un caso como el sucedido en Madrigal.
Desde el punto estrictamente teórico las relaciones del individuo, con su padre, con sus hermanos, con sus seres más queridos o con su pareja que son vistos o analizados a la luz del psicoanálisis como un tema individual o personal, puede convertirse a la vez en un fenómeno social, que es lo que lleva a anular un raciocinio, una lógica o una conducta personal para imponer una reacción colectiva, un comportamiento social o propio de las masas (desde una perspectiva tribal o colectiva) que hemos espectado en un caso como el sucedido en Madrigal.
En medio del drama personal de Ciro Castillo, lo que emerge es el valor y la unidad de la familia, frente al penoso y controversial hecho ocurrido en el Arequipa. Una unidad y un dolor con el que todos se han sentido identificados. Porque en todos estos meses, creo que no ha habido peruano que no se haya puesto en los zapatos del Dr. Ciro Castillo, que no haya pasado por su cabeza y por su corazón el drama personal que significa perder un hijo, lo doloroso y difícil que es una busqueda como la emprendida con estoicismo y eficiencia por el Sr. Castillo.
Lo ocurrido con Ciro Castillo más allá de resaltar el valor, el amor y la unidad de la familia y la imagen paternal como cabeza de familia, ha servido también para analizar la reacción de las masas en una cultura como la nuestra. Los esquemas que manejamos socialmente frente a hechos determinados como el del drama de Ciro Castillo y que implican a los medios de comunicación. Y eso explica el ritual social alrededor del cuerpo de Ciro Castillo, la identificación con la condición humana de padre y con el concepto de familia que ha generado el entierro del cuerpo del joven estudiante de Ingeniería Forestal.
Habra que esperar el resultado de las pericias y su análisis posterior para ver si realmente las contradicciones en la versión de Rosario Ponce y de determinados hechos, se transvasan al marco legal y desembocan en algún tipo de responsabilidad penal. Habra que esperar un poco, para ver como avispados políticos en el Poder Ejecutivo o en el Congreso, alguna autoridad municipal o regional, pretenderán (más temprano que tarde) aprovechar la situación, condecorando al Dr. Castillo como involuntario conductor de las masas para nuclear la identificación y la reacción frente a lo ocurrido. Habra que esperar que como siempre las masas le den forma religiosa al hecho, al cadáver o a la imagen de Ciro Castillo. Habra que esperar todavía.
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