lunes, 8 de agosto de 2011

N° 168 - LA CULTURA DE LOS PADRES DE LA PATRIA


LA ESCUELITA DEL CONGREZOO:


Es indudable que no se puede generalizar, pero el reportaje de un programa dominical sobre la cultura general, el conocimiento de la realidad actual y los conocimientos básicos, que deberían tener o tienen nuestros congresistas, pone una vez más sobre el tapete, la crisis de los partidos políticos, las deficiencias y limitaciones de nuestra clase política; el fandango en el que se ha convertido la política, llena de demagogia, de efectismo, de juego de imágenes y de estéril palabreo.

Bien dice Jose Barba Caballero en un artículo publicado en CORREO semanas atrás, de que lo mejor de la sociedad peruana esta fuera de los partidos. Y es que los partidos son hoy por hoy, cúpulas entornilladas por un proceso de selección natural, plataformas políticas desde las que algunos de los dinosaurios de antaño resisten el paso del tiempo y la merecida jubilación junto con otros dirigentes preparados, elaborados y más articulados que el común de la militancia y que con los adinerados, los audaces o los pateros y algunos ingenuos, románticos y bien intencionados, tratan de hacer partido, controlan y dirigen en medio de estructuras estatutarias anacrónicas, estas seudo instituciones políticas, que no necesariamente llevan a mejorar las condiciones de vida de las mayorías nacionales o a construir el futuro; sino que a través de alianzas políticas que postergan al partido y entronizan al personaje, llevan al Congreso o al poder o a los círculos del poder; al sueldo del estado, a la prebenda, al beneficio y a la satisfacción de la vanidad personal.

Al final queda claro a partir de los tres últimos gobiernos, que hay una manera de hacer política y llegar al poder mediante partidos fachada y la vía electoral; y una forma diferente de gobernar. Los técnicos no necesariamente están en el gobierno, no necesariamente gobiernan los partidos (el ejercito va camino a convertirse en el mediano plazo en el soporte del gobierno de GANA PERÚ) gobierna el presidente, sus amigos, sus conocidos, los intereses que se tejen alrededor del poder. Lo otro es la fachada, la engañifa que ya no sirve, porque la gente esta cada vez más lejos de los partidos

Es indudable que lo que el ciudadano vio con sonrisa e indignación, fue el hueso, el corcho, el relleno de las listas. El folclórico personaje y la mediocridad con poder que abunda en el Perú. Al individuo que con billete, carisma, chamullo y practicas clientelistas, en una sociedad acostumbrada a la dádiva, en un país ignorante y sin cultura política, puede llegar a tener un protagonismo tan marcado, que lo lleve al primer poder del estado. Y allí es donde viene el triste espectáculo que hace que hasta el Presidente Humala deslegitime el Congreso y ofenda su majestad diciendo "que el debate está en la calle y no en el Congreso"......... sin que el parlamento como institución diga nada.

Y lo concreto y lo real es que lo más probable es que esos padres de la patria que no saben cuando se fundo América o quien es el Brujo de los Andes o las capitales regionales o hasta los ministros nombrados, sean digitados por los Taitas Políticos como al interior de sus partidos o estén a merced de sus asesores o de los pateros que terminan trabajando para ellos. La política consiste hoy en día en abrir la boca, para todo y por todo, no quedarse callado, aunque se hable estupidez y media y no se diga nada. La política es el punto común, el hueveo, la pose del tecnócrata o del ideologo intelectual que hace mucho ruido para conseguir votos. El problema es que todavía hay ingenuos y románticos que creen que sin romper huevos, teniendo simplemente un cargo y moviendo algunos muebles, pueden generar un cambio sin tener la llave y los títulos de propiedad. Este es el Perú de hoy, el Perú que dice construir "el gran cambio" cuando la mera verdad es que en éste país. Siempre algo cambia para que todo siga igual.


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