
Este es un día especial, es 06 de Agosto; Aniversario Nacional del hoy Estado Plurinacional de Bolivia. Recuerdo que mi descubrimiento del país, se dio cuando leí en los diarios que el General René Barrientos Ortuño, le dio un golpe de Estado a Don Víctor Paz Estenssoro y se convirtió en presidente de Bolivia (años después se metió un trancazo en un helicóptero y se fue a mejor vida) hablo de 1964 más o menos, luego vinieron las andanzas del Che Guevara y del negro Lobaton en las guerrillas y por allí nomas, estan las eliminatorias para el Mundial de MÉXICO 70, cuando los peruanos clasificamos por primera vez por méritos propios eliminando a Argentina y a pesar de un arbitraje desastroso en La Paz, donde perdimos 2-1 por culpa de un silbante venezolano llamado Chechelev, que todo nos cobro en contra.
Años después, a mis 19 años, Bolivia adquirió un gran protagonismo en mi vida, termine perdidamente enamorado de Silvia, mi paceña compañera de clase de la facultad de Lingüística de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y aunque no llegamos a nada (a pesar de una larga relación) porque como dice la canción "ni ella era para mí, ni yo era para ella", esa relación es una parte muy especial en mi vida, yo le tengo un gran cariño, sigo disfrutando de su amistad (creo) y ligado a su familia. A la familia Portocarrero Miranda; de la que María Miranda, es la viva y siempre tierna imagen materna que me recuerda a la Maricucha, mi madre. Con ellos y entre ellos, aprendí a conocer y a querer a Bolivia y a lo boliviano, a sentir de cerca todo lo que tenga que ver con esas tierras.
Una de esas costumbres, es precisamente el que este día no sea un día más, un día común, porque uno quiere comerse algunas salteñas o un fricase y tomarse un Singani. Porque uno sabe que en Lima hay que estar a las 12 del día en la Iglesia de La Merced para la misa de reglamento y para ir a ponerle flores y rezarle a la Virgen de Copacabana. Porque en un día como éste, no se puede olvidar que el fútbol en Bolivia tiene garras de tigre y color aurinegro; que por estas tierras pasearon su fútbol en el Melgar de Arequipa, jugadores como Ramiro Blacutt (mi hijo menor tiene ese nombre......tan boliviano como el Chairo) Vargas y Herbas que fueron figuras del fútbol boliviano de los 70.
En todos estos años, mis visiones sobre Bolivia han sido diversas, desde mis preocupaciones por ese periodo tan largo de dictaduras militares en los ochentas del que recuerdo un artículo titulado "Ay Bolivia tus Gorilas", que escribí en el desaparecido CRITICA 80; pasando por mis publicaciones poéticas y periodistas en El DIARIO de La Paz, hasta la inestabilidad política de siempre, en países como los nuestros con una precaria institucionalidad. Hoy las mayorías étnicas gobiernan el país (eso era algo que se veía venir) y aunque el futuro no sea prometedor para el desarrollo y la modernidad de las mayorías nacionales: Porque desde mi punto de vista, Evo Morales representa posiciones ideológicas y programáticas de izquierda nacionalista, que terminan finalmente perjudicando a los pobres que pretenden favorecer. Pero dejemoslo mejor allí. Este artículo no pretende hablar de política, pretende recordar que alguna vez escribí un poema en el que digo que el amor a la tierra boliviana va más allá que el de sus hijos, que soy un convencido que el día que peruanos, los bolivianos y sus respectivos gobiernos, entendamos más allá de la retórica y de las declaraciones oficiales, que tenemos un origen y un destino común y nos dejemos de mirar con desconfianza, vamos a construir un proceso de integración y de cooperación real y efectivo de cara al futuro.
En el fondo, éste es un pequeño esfuerzo en el deseo anteriormente expuesto. Soy el primero en zapatear cuando temas del folclor boliviano se quieren pasar como peruanos, cuando algunos demagogos congresistas peruanos, en lugar de expresar que La Diablada es patrimonio cultural aymara y por tanto peruano-boliviano o boliviano-peruano, dicen estúpidamente que es puneña. Cuando los bolivianos hablan de veintiochos y estos ya son frecuentes en El Prado y en otras calles de La Paz. Al final tengo en este día emociones, sentimientos, recuerdos y personas amigas que nacieron y/o viven en Bolivia o fuera de sus fronteras, que pasan por mi mente con el afecto que espero transmita este texto cuando lo lean, si es que lo leen. Recuerdo a Don Coco Manto, mi homonimo Jorge Mansilla, hoy Embajador de Bolivia en México y a quien fui a buscar con curiosidad en los 80s, en la redacción de EL EXCELSIOR de México, para conocer al Jorge Mansilla boliviano, al personaje del que me entere de su existencia, leyendo en un diario de Lima, que había ganado un premio periodístico en la capital azteca. Fue curiosamente por ello, que yo me fui a escribir a EL UNIVERSAL, donde me acogió Don Paco Ignacio Taibo en la página Cultural, un personaje a quien con Doña Elvira Mendoza, primera directora de VANIDADES y Don Bernardo Ortiz de Zevallos, Sub Director de La Prensa de Lima, considero las personas de las que más aprendí del oficio periodístico. El BÚHO HABLADOR de mi blog es un homenaje a Don Paco copiando la idea del GATO CULTO que el publicaba. Hoy es 6 de Agosto. Y Bolivia esta en mi corazón. Le he prometido a mi esposa y a mis hijos que el próximo verano vamos a comer salteñas en El Prado. Que quiero que conozcan al imponente y majestuoso Illimani. Y que el telúrico espíritu del lago nos inunde el alma.
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