martes, 19 de julio de 2011

N° 160 - POLÍTICOS, PSICOPATÍA Y PODER

SAQUE UD SUS PROPIAS CONCLUSIONES:























Mientras escarbaba en la red buscando temas de psicoanálisis, una entrevista en LA NACIÓN de Buenos Aires, al reputado psiquiatra argentino Hugo Marietán, uno de los principales especialistas bonaerenses en psicopatías, me dejo realmente cautivado y no dude en compartir el tema con los lectores de este blog. Marietán expresa sin ambages en una entrevista que data del 2009, que un gran número de políticos son psicópatas, porque el psicópata ama el poder. Pero la afirmación no es tan simple. Para Marietán el psicópata no es un enfermo mental sino una manera de ver el mundo. Una variante poco frecuente del ser humano que se caracteriza por tener necesidades especiales, como el afán desmedido de poder o de protagonismo. Para Marietán no todos los políticos son psicópatas, se trata de personalidades atípicas que no necesariamente tienen conductas criminales de alto impacto.

Marietán expresa que este tipo de personajes usan a las personas para obtener más y más poder y las transforma en cosas u objetos para su propio beneficio. Este tipo de personaje político es definido por Marietán, como un "psicópata cotidiano" un individuo que se adapta perfectamente al medio, pasa inadvertido y suele llegar a la cúspide del reconocimiento político social y del éxito económico. Para el afamado especialista argentino, este tipo de individuos actúan en función de códigos propios, distintos a los que se manejan socialmente y suelen basar su liderazgo, en un alto grado de insensibilidad y de intolerancia ante situaciones de extrema tensión. Marietán afirma en la entrevista que en psicopatía no hay "tipos" sino grados e intensidades diversas. Así por ejemplo el violador en serie, sería según el galeno, un psicópata más intenso o extremo que el cotidiano.


Marietán indica en la entrevista, que una de las características del psicópata, es que es un mentiroso, pero no un mentiroso cualquiera, "es un artista" miente con la palabra, con el cuerpo, actúan y sobre actúan y pueden incluso fingir sensibilidad. Uno les cree una y otra vez dice Marietán, porque son muy convincentes. Y Marietán pone un ejemplo que desde mi punto de vista es significativo: Un dirigente común sabe que tiene que ejercer un cargo durante un tiempo y luego se va: El político psicópata una vez que está arriba no lo saca nadie: Quiere estar una vez, dos veces, tres veces. Ni se larga del poder ni lo delega. En ese contexto en la vida nacional hay en estos momentos un claro ejemplo de esta psicopatía.

Otra de las características del político psicópata es la manipulación que hace con los militantes, con los ciudadanos. Alrededor del dirigente psicópata indica Marietán, se mueven obsecuentes, los ayayeros, los pateros de siempre, gente que bajo su efecto persuasivo, hace cosas que en otras circunstancias no harían; con el añadido que el manipular, el ordenar y el digitar, es una conducta muy natural en éste tipo de personas. El psicópata siempre trabaja para sí mismo aunque su discurso político diga lo contrario. La gente es un mero instrumento para este perfil de políticos. 

Un rasgo determinante en la personalidad de estos individuos según Marietán, es que carecen de habilidad emocional, de empatía, que no es otra cosa que la capacidad de cualquier persona normal de ponerse en en lugar del otro. Según este tipo de político, todas las cosas que giran a su alrededor tiene que estar a su servicio; personas, dinero, conciencias, voluntades. En éste contexto el dinero o el poder es un elemento de presión para doblegar la voluntad del otro, para dividir. Y en ese marco conceptual, el elemento mas nocivo es el clientelismo porque se basa en "el doy para que des, doy para que hagas, hago para que des o hago para que hagas" sobre el que escribíamos en un artículo anterior, pero no para un fin colectivo o altruista sino para que el político edifique o construya su propia estructura de poder.

El político manipulador, el de conducta psicopática, siempre va -a través de la manipulación- a cortar la libertad de elegir, de pensar, de desarrollar un sentido crítico. Y por eso es que es común dice Marietán, que se usen banderas suprapersonales y supuestamente de valor colectivo, porque nunca van a decir que hay que trabajar para él. En periodos normales sin crisis agudas, este tipo de políticos no se adaptan a la tranquilidad porque tienen que ser reconocidos como salvadores y allí esta la razón de que los países o los partidos gobernados por éste tipo de políticos vivan de crisis en crisis. Lo grave de todo esto según el psiquiatra argentino, es que el psicópata no aprende de sus errores porque la psicopatía es una estructura que no cambia.

Es interesante a tenor de lo expuesto, la descripción del punto débil del político psicopático que hace Marietán y tiene que ver con la frustración, con el hecho de lo que pasa si es que sus planes no le salen. Si esto es así, se desestabilizan, se desorganizan y hacen o dicen tonterías. Una personalidad controladora en un momento de frustración puede tener actitudes absolutamente toscas o torpes, lo que hace que sea percibido por el entorno y que se rompa la unidad lograda con persuasión y manipulación anota en la entrevista el Dr. Marietán.

Como conclusión, el galeno argentino indica que hacen falta líderes comunes, normales u otro peso pesado psicópata para sacar al entronizado, al que hay que aprender a no elegir o a controlar su poder (institucionalidad creo que le llaman) aunque lo ideal dice que es aprender a no elegirlo. El psicópata necesita desestabilizar siempre las cosas para sentirse necesario, por eso necesita fabricar crisis. La cuestión es entender su mecanismo; algo a lo que pretende contribuir el presente artículo. Por último, Marietán indica que el político psicópata que lea su entrevista o un texto como éste, no se va a reconocer en ellos y que lo más probable es que diga que "es una barbaridad tanto psicópata en la política". Saque Ud. sus propias conclusiones.

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