
DUDAS RAZONABLES SOBRE EL "LIDERAZGO" DE OLLANTA HUMALA:
El Presidente electo desperdicio la primera oportunidad que se le presento para demostrar su liderazgo, su personalidad, su compromiso con la verdad y contra la corrupción. Humala frente al entuerto de su hermano en Rusia, negó algo que es evidente, que es el que su hermano Alexis no pudo presentarse por si solo ante el Canciller soviético. Una afirmación que los rusos se han empeñado en reafirmar mediante un comunicado público, que no solo deja mal parado al electo presidente, no deja dudas de que Humala mintió y arrugó a la hora de decir la verdad.
Siendo su esposa Nadine Heredia, Secretaria de Relaciones Internacionales del Partido Nacionalista, resulta una ofensa a la inteligencia ajena, el argumento de que los rusos reciben al hermano de Ollanta por el solo hecho de ser hermano del Presidente electo, por haber estudiado en Rusia, por hablar ruso y estar casado con una ciudadana soviética. Y si esto fuera verdad, lo que queda claro es que el Presidente Humala es un pelotudo; que a esa sabrosa afirmación de Salomón Lerner, de que a nuestro próximo Presidente de la República, "lo guapean" sus padres y su mujer, habría que añadir que lo huevean los hermanos, lo que es un riesgo para la seguridad del Estado y los intereses de la nación.
En el contexto anteriormente descrito, la dependencia mostrada por Humala con su mujer en asuntos políticos es preocupante (un hecho que puede explicar la afinidad con el Cholo, que al igual que Ollanta sentaba a su gringa en cuanta reunión tenía él con dignatarios extranjeros) desde el punto de vista psicológico, en una relación de pareja, por lo general, alguno de los dos conyugues es el dominante, el que impone su visión de la vida, el que complementa las inseguridades o las deficiencias del otro en las diversas esferas de la vida diaria. El problema es el mezclar los asuntos familiares, conyugales o el sentimiento con los asuntos de estado; el exceso de dependencia, la incapacidad para decidir por si solo, en un cargo en que lo que precisamente más se tiene que hacer es tomar decisiones de manera fría, racional y objetiva y no por patologías, traumas existenciales o sentimientos. Y si tienes un padre y una madre autoritarios de niño, lo más probable es que te cases con una mujer autoritaria, que reproduzca de una u otra manera el entorno psicológico y familiar al que estas acostumbrado, que te consigas o tengas tu esposa-mamá. Si a eso se le agrega una formación militar, puedes tener en Palacio de Gobierno, lo que en en lenguaje popular se llama "Candil de la calle y oscuridad de su casa".
En resumidas cuentas en la historia, en la vida diaria, se ha dado situaciones como las que describimos en un entorno de gobierno y de poder; y se puede dar nuevamente. El caso es que, así como se da en las mejores familias; en la política, todo un mandatario, una primera autoridad del país, gobierne una nación y que sin embargo, en su entorno más íntimo, ni manda, ni ordena ni dispone.....aunque ronque en casa. Y sobre esto último, en este momento Ud. amigo lector debe tener una serie de casos recorriendo su mente (si no es el suyo propio) donde la que manda es la mujer.
En el fondo algo de esto tiene el caso del Presidente Humala (aunque esperamos equivocarnos) el subterfugio o la vanidad del poder que hace que se envié (o se acepte por recomendación de los aúlicos y los ayayeros de enviar) al hermano a Rusia con tres churrupacos que no tienen peso político alguno ni representan nada. Y esto por el solo hecho que los Humala se sienten poderosos y dueños del país, al cumplir el viejo sueño familiar de llegar uno de los hijos a la Presidencia del Perú.
El error de protocolo de ir con la esposa a cuanta reunión política internacional se tenga que ir, por dependencia, por inseguridad o por desconfianza (del entorno político personal) frente a la exposición pública de un medio que es desconocido; es clamorosa. No hay asesores, no hay Cancillería, no hay protocolo que valga. En los próximos cinco años veremos si estamos frente a un líder político en todo el sentido de la palabra o se confirma aquella máxima que en el Perú cualquiera puede ser Presidente de la República. Al final si hay un mal gobierno o un presidente que no da la talla, el país indudablemente no se va a acabar....pero la política si acaba en la insatisfacción que genera hoy. Y el pueblo es el que termina finalmente siempre jodido.
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