
A PROPÓSITO DEL INDULTO A FUJIMORI:
Ante las declaraciones de Ollanta Humala a la prensa extranjera en el sentido de que indultaría a Alberto Fujimori por razones humanitarias, me vino a la memoria la similitud existente entre Don Augusto B. Leguía y Alberto Fujimori, ambos Presidentes gobernaron un largo periodo de tiempo (11 y 12 años respectivamente) ambos fueron acusados de corrupción, de corromper a todos y a todo y ambos terminaron con sus huesos en la cárcel. La diferencia es que Leguia murió en ésta, que ante un Fujimori enfermo de cancer, Humala habla de la posibilidad del indulto; creemos que más por efectismo político o por electoralismo que por convicción.
El 22 de Agosto de 1930, el Comandante Luis M. Sánchez Cerro, Jefe del Batallón de Zapadores de Arequipa se había sublevado. En los corrillos limeños la noticia fue tomada con desagrado; la gente estaba descontenta con Leguia que era considerado un dictador, la cabeza de un régimen corrupto; pero Sánchez Cerro tampoco era bien visto, era un militar autoritario que ya había intentado dos veces derrocar al mismo Leguia y cuya ideología era afín al fascismo español. El "mocho" Sánchez Cerro tenía fama de hombre valiente, de oficial honesto y su apelativo lo obtuvo al volarle una ráfaga de metralleta un dedo, en una de las tantas acciones conspirativas que tuvo en su biografía militar. Producido el levantamiento, la alta jerarquía castrense que se había beneficiado con los favores políticos de Leguia, decide darle la espalda y se reune en la Jefatura de Estado Mayor. Mientras la alta oficialidad quería que el General Manuel María Ponce, Jefe de Estado Mayor General, sea nombrado Jefe del Gobierno, otro grupo de oficiales de menor rango propone que el jefe de la Revolución sea el Presidente. Por primera vez en la historia del ejercito se decide por votación un tema político (quedando a partir de allí institucionalizada) y Sánchez Cerro es el elegido.
Como este relato no tiene afanes históricos, basta decir que lo singular en el derrocamiento de Leguia, es que la salida ante el levantamiento de Sanchez Cerro, es que se nombra un gabinete militar con la alta oficialidad del Ejército, en el que el General Ponce es nombrado Ministro de Guerra; este gabinete después de nombrado supuestamente se subleva y se constituye en Junta de Gobierno, (algo así como lo que vemos hoy en día en que políticos como Alejandro Toledo, pasan de acusaciones de "salto al vació" a ser aliados de sus adversarios políticos) una Junta de Gobierno a la que habría que sumar la constituida en Arequipa con Sanchez Cerro como Jefe Supremo y a la que pretendía arrebatarle el poder desconociendo la votación efectuada.
El 25 de Agosto de 1930, Agusto B. Leguia, a quien la marina le da inicialmente su respaldo, se embarca en el Crucero Almirante Grau con rumbo a Panamá, en las calles de Lima las turbas saquean la casa de Leguia y los hogares de los principales funcionarios del oncenio, como José Rada y Gamio (el del Tratado con Colombia) Sebastian Lorente y Foción Mariátegui (Presidente de la Camara de Diputados) entre otros. Recuerdo con ternura, que mi madre me contaba haber recibido a Leguia y al Presidente de Venezuela siendo niña como escolar (con banderita e himno llanero de por medio que dicho sea de paso no olvido jamás y que cantaba cada vez que recordaba el hecho) en la Casa de la Magdalena en Pueblo Libre (lo que es hoy el Museo Bolivariano). Sus relatos sobre esa época se centraban en el pillaje y el caos de esos días y en la muerte del "Negro Arzola" un prontuariado delincuente que era seguridad de Leguia y que murió valientemente defendiendo la casa del dictador. El día 26 la Marina que en primera instancia quiso apoyar al dictador da marcha atrás y el Crucero Grau regresa a puerto y pone a su ilustre pasajero a disposición del nuevo gobierno.
Con el apoyo de los destacamentos de Cuzco, Arequipa y Puno, Sanchez Cerro presiona a Ponce para que le entregue el poder, pues este quería quedarse con el cargo de Presidente; a lo que este finalmente cede. Al asumir el poder, Sanchez Cerro envía a Leguía a la isla San Lorenzo y luego lo traslada al Panóptico (hoy Hotel Sheraton - Centro Cívico de Lima) presidio en el que es alojado con su hijo Juan, en condiciones bastante penosas y donde a pesar de ello y del agravamiento de su mal de próstata, engendra a su último hijo Joaquín Leguia Gálvez que no llegó a conocer y que fue Ministro de Trabajo del segundo gobierno de Fernando Belaunde. En Noviembre de 1931 ante el deterioro significativo de su salud, Leguia es internado en el Hospital Naval de la Av. Venezuela donde muere el 06 de febrero de 1932. La historia de Fujimori mientras tanto esta por escribirse.
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