
CAPRICHO, MAL GUSTO Y VOCACIÓN DE FOTOCOPIA:
Es indudable que desde el punto de vista geopolítico, estamos obligados a mirar al Brasil por la importancia de los cariocas, no solo como vecinos y como socios estratégicos, sino como potencia mundial, como una de las economías emergentes más importantes del mundo. El problema es que nuestros políticos estan mirando al gigante sudamericano con ojos nada santos. No solo empresas brasileñas donan fondos para la campaña de Toledo, a Ollanta Humala el Partido de los Trabajadores le facilita asesores y seguramente fondos para su campaña y al Sr. Alan García para quien "la plata llega sola", sus amigos de ODEBRECHT le donan UN MILLON DE DÓLARES (US. 1'000,000.00) para que se cumpla el capricho que inmortalizarà a nuestro rechoncho gobernante: Un Cristo del Corcovado, que es igual al de Río de Janeiro pero que es diferente. Diferente porque según Alan García, esta en el Perú, porque va a mirar al Oceano Pacífico y porque tiene los brazos en una posición más paternal y protectora que el Brasileño.
Si hablamos de complejo de XEROX, de vocación de fotocopia, los peruanos no nos quedamos cortos. Nuestros programas de televisión, los nombres de nuestros diarios, los proyectos de ley que presentan esos Padres de la Patria que en cada periodo legislativo pasan anonimamente por el Congrezoo (y que sin lugar a dudas, van a estar presentes en el legislativo que entra en funciones el 28 de Julio) terminan copiados de México, España, Estados Unidos y de país donde se pueda copiar algo para presentarlo como novedad. En el caso de nuestros intelectuales, el Sr. Alfredo Bryce Echenique fue condenado por plagio de diversos artículos por INDECOPI y Alvarito Vargas LLosa, se fusilo el libro de Doña María Rostorosky sobre Francisca Pizarro. El hoy Ollantista acérrimo, pensando que nadie se iba a dar cuenta, novelo la pulcra y documentada investigación de la doctora Rostorosky sobre la hija del Conquistador que murió en España y que se casó en la península (donde fue prácticamente deportada) con su tío Gonzalo Pizarro, que le llevaba como treintaicinco años. En la música para acabar pronto, una serie de temas bolivianos, los peruanizamos, los puneñizamos y lo más grosero, grotesco y vergonzoso en ese contexto, ha sido el tema musical de la campaña MARCA PERÙ, que precisamente tuvo que cambiarse por ser un tema del folklor boliviano.
En el caso del "Cristo del Pacífico" el Sr. Alan Garcia se caga en todo el mundo, él convoca sus amigos de ODEBRECHT, que no dan puntada sin aguja y que como bien dice el Congresista Víctor Andrés García Belaunde no regalan nada; para que pongan la plata con la que se va a financiar la réplica (que él dona o regala a Lima) del Cristo del Corcovado. Un Cristo que mirará al Oceano Pacífico, que de alguna manera lo inmortalizará en la memoria colectiva, al ser llamado por el imaginario popular como "el Cristo de Alan García". Al Sr. Presidente le importa un carajo los cuestionamientos estéticos o urbanisticos, la existencia de una Autoridad Autónoma de la Costa Verde, el que Lima tenga un alcalde o una alcaldesa. Por último tampoco le importa un pito que el Morro Solar sea un santuario histórico, de la Guerra del Pacífico. El monumento es bueno, bonito y barato.
Y como se trata de una imagen de Dios, de un Cristo; comenzando por mi mujer una serie de personas aplauden el regalito (y hasta están dispuestas a ir a la inauguración) que es indudablemente una muestra de la egolatría, de la soberbia y el autoritarismo del Sr. García. Una prueba de lo acojudados que estamos los peruanos en diversas temas en los que reaccionamos, tarde, mal y nunca, a pesar de que la biblia dice de que no todo aquel que dice "Señor, Señor" va a entrar al Reino de los Cielos. Esperemos que la sociedad civil, que los colegios profesionales, que la autoridad municipal o el ente autónomo de la Costa Verde se opongan a esta huachafería que es original precisamente por la ridicules que consagra. Porque sería el "Cristo de los Acojudados" el Cristo de una sociedad con la que los gobernantes hacen lo que les da la gana.
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