
EL CAMPAÑON DEL 2011 Y LA INSTITUCIÓN PRESIDENCIAL
A mis cincuentaicinco años de edad, he visto y vivido un sin número de campañas electorales. La primera fue en 1979 para la Asamblea Constituyente Democrática y creo que muchos de Uds, que son mis contemporáneos o que tienen unos años más y han vivido también esas épocas, coincidirán conmigo en que nunca se ha visto una campaña electoral de tan bajo nivel, una campaña tan mediocre como la actual; donde el denominador común es el llamar "refrito" a la denuncia sustentada, el no pero sí, la bajeza, el ataque artero, la mariconada, el show del ridículo, la oferta demagógica. Una campaña electoral, donde el liderazgo o el nivel de la mayoría de los candidatos presidenciales deja mucho que desear desde el punto de vista de la propuesta, con candidatos como el Sr. Pinazo que puede ser un hombre respetable, exitoso como empresario, pero que no da la talla, cuya postulación prueba que en el Perú, ya desde candidato se maltrata o se le quita valor a la institución presidencial.
Escucho a Toledo, lo veo actuar con la personalidad del mitológico Jano, lo escucho articular palabras en un castellano mal hablado, decir una sarta de lisuras en un audio con Mufarech, ofrecer propuestas demagógicas de diverso calibre y me pregunto si su propia gente lo considera realmente un líder o simplemente el tipo que los acerca al poder, el que encontró como Fujimori la oportunidad de su vida y la supo aprovechar, en un país donde cualquier hijo de vecino puede ser Presidente. Antes a través de un cuartelazo, gente como el mocho Sanchez Cerro o Don Juan Velasco Alvarado (que de ideólogo de la revolución no tenía nada) llegaron a la Presidencia de la República; hoy, en un país de mayorías ignorantes y sin cultura cívico política, en un país hastiado e inconforme con su clase política, las repeticiones no son una ofensa, sino una necesidad, el mal menor por el que opta el pueblo. Y así tenemos un García reelecto, curándose en salud, pegándola de Pierola, haciendo un gobierno menos malo que el primero, pero sin reformas estructurales; lo que hace que algo cambie para que todo siga igual en un modelo mercantilista, primario exportador que favorece a unos cuantos y que no redistribuye equitativamente las bondades del crecimiento económico, que puede terminar estrangulado por nuestra realidad política.
Y en esta puesta en escena electoral, hay el mudo que sonríe sin gracia, el político acartonado que como baja en las encuestas se inventa de mala manera un romance que termina abortando y descubriendo su mentira. Y el gringo de la campaña, sube pero dejando de lado su traje de técnico serio y capaz ante la necesidad de acriollarse e insiste en que le vuelvan a agarrar los huevos para convertir la folclórica anécdota en votos y que los pobres marquen su símbolo en la cédula de sufragio, porque sin votos en el C-D no se gana una elección presidencial. Por el voto, por el poder, por el botín se puede hacer estupidez y media ante el país, se pueden parar de cabeza, cortarse el cabello (pero no las uñas) bailar sin gracia. Y la pregunta es porque no desde candidatos dignificar el cargo, porque no evitar caricaturizar la Presidencia de la República. Los gobiernos de Toledo y de García son la expresión de que el país crece económicamente, como crece también la decadencia de las formas y maneras de hacer política, de contactarse con el pueblo, de ejercer el mandato popular. No es coincidencia que los dos últimos mandatarios terminen con niveles bajos de aprobación y sus partidos sin candidato presidencial. Si el candidato es una caricatura, el Presidente por lógica lo termina siendo también (con el sello personal que lo caracteriza) como lo hemos visto con Toledo y con García.
Es indudable que la política peruana no ha cambiado en lo sustantivo, pero esta es hoy una democracia débil, una democracia sin partidos políticos, sin actores políticos de solera, de credibilidad, de capacidad, de conocimiento y sobre todo de respeto. Ya no hay canteras, formación de cuadros en la política peruana, ni docencia, ni respeto a valores y principios. Hoy el billete o el padrino de siempre pesan más para colocarse en lista y tentar una curul en el Congreso de la República y en esa circunstancia la famosa cuota de jóvenes, termina siendo parte del hueveo, del demagógico tinglado para que las enquistadas cúpulas partidarias o la clase política de siempre, siga detentando el poder y apostando por darle a nuestra democracia el juego de imágenes de lo que no es.
Es indudable que la política peruana no ha cambiado en lo sustantivo, pero esta es hoy una democracia débil, una democracia sin partidos políticos, sin actores políticos de solera, de credibilidad, de capacidad, de conocimiento y sobre todo de respeto. Ya no hay canteras, formación de cuadros en la política peruana, ni docencia, ni respeto a valores y principios. Hoy el billete o el padrino de siempre pesan más para colocarse en lista y tentar una curul en el Congreso de la República y en esa circunstancia la famosa cuota de jóvenes, termina siendo parte del hueveo, del demagógico tinglado para que las enquistadas cúpulas partidarias o la clase política de siempre, siga detentando el poder y apostando por darle a nuestra democracia el juego de imágenes de lo que no es.
Resulta risible y caricaturesco que el presidente en ejercicio y el ex presidente candidato, le den connotación sexual a su discrepancia. Que García sea un activo personaje de la campaña, cumpliendo su aseveración de que el puede impedir que alguien sea presidente. Y como la política peruana esta hecha por el arreglo debajo de la mesa, por el contubernio ilícito con aroma de país, Jorge Del Castillo preocupado por su futuro, lanza el globo de ensayo de una alianza APRA - PERU POSIBLE por la "gobernabilidad" del país en un previsible gobierno chakano. Y aunque lo nieguen o lo desmientan, posteriormente a esa declaración, sale un audio del cholo que es un aviso para que se cuadre; para que envié sus emisarios a "conversar".....porque "conversar no es pactar" sino es hacer algo que se le parece y que deja a todos los actores políticos satisfechos.
La política peruana ha perdido contenido y ha ganado en el show mediático, se ha caricaturizado y ha dejado de ser vista con respeto y admiración. Estos son los líderes que tenemos (la misma frase que repetimos con nuestros futbolistas en la eliminatoria pasada al mundial de fútbol) y si así están las cabezas no se puede esperar mucho ni de las listas parlamentarias, ni de formas de ejercer el poder que por lo demás ya conocemos re eligiendo presidentes. Y ante esa realidad, la pregunta es con ésta clase política, con esta forma de hacer política, hasta cuando va a durar este crecimiento económico para volver a nuestra realidad de patear el futuro y la modernidad. Antes las elecciones eran "Pisco y Butifarra" hoy son "Golpes Bajos, Mariconadas y Demagogia". El show electoral debe continuar......... antes que a los candidatos presidenciales se les malogre la estirada o se les estropee el botox.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario