martes, 1 de marzo de 2011

N° 139 - EL CHOLO, LA CHINA Y EL MUDO


A CUARENTA DÍAS DE LA ELECCIÓN:






Cuarenta días nos separan del 10 de Abril. Las encuestas y las encuestadoras están en el ojo de la tormenta. En un país donde el ciudadano común y corriente aplaude a todos los candidatos, saluda efusivamente a todos los candidatos, les ofrece, les jura y les rejura votar por cada uno de ellos; confiados en este "sincero" calor popular, hay candidatos que niegan la veracidad de las encuestas, hablan de arreglos debajo de la mesa, de que las encuestadoras recibieron dinero de Montesinos o de que se equivocaron en otros procesos electorales; en un afán de negar el perjuicio que significa un bajo porcentaje de intención de voto. En ese escenario, lo evidente es que hay encuestas para todos los gustos y que el Cholo, la China y el Mudo son los tres que van a definir esta elección. Alejandro Toledo Manrique va primero en las preferencias electorales y es de los tres, el único seguro en la segunda vuelta. Su campaña es la más costosa y la mejor articulada y el Cholo es de lejos no solo el más mentiroso y el más demagogo de todos los candidatos, sino el que de una u otra forma ha tenido el acierto de marcar la agenda; ahora bien si llega por segunda vez a la Presidencia de la República, (como varios por no decir casi todos los inquilinos de Palacio de Gobierno) el tiempo demostrará que muchas de sus propuestas son inviables y gran parte de sus promesas se van a quedar en la piel de la elección. Hay que reconocer que este Toledo ha evolucionado; su sonrisa forzada, su histrionismo, sus frases efectistas y sus poses de galán andino no merecerán un Oscar pero se llevan un Circe y como este es un país sin memoria, la gente no solo se identifica con sus raíces étnicas sino que vota por el malo conocido. 

Alejandro Toledo, recibe fuego graneado de todas partes, el problema es que los artilleros de sus rivales en esta elección, tienen la puntería errada y el sano y sagrado, con buen criterio le ha puesto un espaladrapo en la boca a su mujer. Que crezca más en estos cuarenta días como para ganar en primera vuelta es difícil, tan difícil como que desande el paso de vencedor que tiene y que se quede fuera de poste.

Keiko Fujimori administra su techo electoral con buen criterio, los ataques a lo que representa ella y a lo que represento el gobierno de su padre, no son lo encarnizado y frontal que deberían ser, porque para Castañeda Lossio el enemigo es Toledo, porque para Humala el enemigo es el APRA y es Toledo, porque para PPK el enemigo es Toledo.Y como Toledo sabe que su principal enemigo es él mismo, se des dice y contradice, lo menos posible y queda un Alejandro Toledo folklóricamente natural y auténtico. Un Toledo más Toledo que nunca como dice Patricia del Río. En ese escenario la China es ligth, una candidata descafeinada, a la que no atacan mucho. Keiko trabaja para llegar a la segunda vuelta y recibir el apoyo del APRA y de SOLIDARIDAD NACIONAL con quien por arriba o por abajo va seguramente a suscribir un pacto para tumbarse a Alejandro Toledo, mientras Rafael Rey Rey convence a Lourdes Flores y a Pedro Pablo Kuczynski de que en la segunda vuelta FUERZA 2011 garantiza un gobierno de concertación que no representa el Cholo.

A cuarenta días de la elección, queda claro que Luis Castañeda Lossio es un candidato gris, desangelado, un candidato al que su gran popularidad como Alcalde de Lima, lo mantuvo en una nube de la que se ha tenido que bajar bruscamente por críticas y exposiciones públicas a las que no estaba acostumbrado y de las que no ha salido bien librado, por reaccionar malamente ante cuestionamientos a su gestión. Con JJ. Rendón o sin JJ. Rendón, su poca consistencia como propuesta electoral es evidente y su candidatura queda librada a resaltar su eficiencia como alcalde o al apoyo del Presidente García (que tiene más de un candidato propio) y que le ha resultado perjudicial, en un momento donde lo antigubernamental vende. Si pasa a segunda vuelta va a ser un milagro, un parto de los montes (producto del techo de Keiko, del voto anti cholo y de la teoría del voto perdido que representan Humala y PPK) antes que el mérito de una bien estructurada estrategia propia. El problema es que en política no hay milagros, hay trafas, transas, trinquetes y arreglos debajo de la mesa. Y en cuarenta días, el que cometa menos errores entre Keiko y Castañeda, va a estar en segunda vuelta; con la salvedad de que el voto anti Fujimori, por la banda, la mafia y las corruptelas de quienes se levantaron el país en peso y construyeron una democracia al alcance de sus uñas, es mayor.

Humala y Kuczynski, están rezagados, si bien han crecido algo, es difícil un incremento significativo de su intención de voto. Para los sectores A y B, PPK es percibido como un hombre con perfil de estadista; el candidato más honesto, el de mejores propuestas, el menos demagogo y el menos mentiroso de todos. El problema es que los sectores C y D definen la elección y esos sectores lo ven como un gringo, como un defensor de las transnacionales, del gran capital. El Comandante Ollanta Humala, a pesar de que ha guardo la plata de Chávez de la anterior campaña, de que ha modificado su discurso y se ha distanciado estrategicamente de su principal apoyo, no tiene mayores posibilidades. Al final de cuentas, esta campaña que tiene desde agarradas de huevos, hasta broncas de callejón y chavetazos verbales, esta entrando en el terreno de lo previsible. No hay debate programático, poco falta para que a la manera de Susy Díaz se promocionen los números en las nalgas. Y el tema de la coyuntura es lamentablemente, si Toledo se coquea o no se coquea, si se hace el examen toxicológico o no. Y así se coquée o no se coquée Toledo, lo cierto es que el Cholo de Cabana puede estar en Palacio de Gobierno por segunda vez. Si esto es así habrá que recordar que esa es nuestra "Casa Blanca".

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