
INJUSTICIA, POBREZA Y DICTADURA EL COCKTAIL MORTAL
Las primeras noticias o mis mas lejanos recuerdos de Egipto están ligados a los conflictos con israel, a Nasser. Al líder egipcio lo tengo en mi mente, con su cabello cano, su entorchado uniforme caqui y confusas noticias sobre el histórico conflicto con los judíos. Después vino Sadat, asesinado por fundamentalistas islámicos, tras firmar los acuerdos de Cam David que significaron la Paz con Israel y que le valieron precisamente el Premio Nóbel de la Paz. Tras su muerte, el proyecto nacionalista egipcio respaldado por el ejercito encontró continuidad en Hosni Mubarak, otro militar que gobierna desde 1981, es decir por largos treinta años; un periodo lo suficientemente prolongado como para generar una democracia de fachada que es en el fondo una dictadura corrupta, sostenida por las armas. Una dictadura, que mas tarde que temprano, terminara cayendo por las excrecencias de sus propias contradicciones: inflación, pobreza, falta de libertades, desempleo.
Como en la Francia de 1968, los jóvenes egipcios, que representan la mayoría en el país, son los que impulsan la revuelta, los que expresan decididamente en las calles la necesidad de cambio. Un giro de 180º en un país, en el que más del 40% de la población vive con dos dólares al día. Una vez más la historia nos pone frente a ese cocktail que termina resultando mortal para algunos regímenes autoritarios como el de Mubarak, que se apoya en los militares, en el clientelismo, en la ignorancia y en la pobreza de las mayorías; desconociendo que la dignidad de un pueblo hace que se terminen estos sainetes políticos, que en el caso de Egipto le permitió a Mubarak permanecer por un largo periodo en el poder, ganando inclusive elecciones que le permitieron tener mayorías parlamentarias que barnizaron su régimen de democrático, con el apoyo de las grandes potencias occidentales y gracias a su papel de socio estratégico de estas, a su lucha con el radicalismo islámico y al mantenimiento de una paz duradera con Israel; un hecho que complace fundamentalmente a los Estados Unidos y a la Gran Bretaña.
Esta revuelta, que es sobre todo una revolución que debe poner fin al régimen de Mubarak y a un nuevo liderazgo (que no creo que signifique un cambio radical) se da en alguna medida, motivado por la asonada que derrocó al Presidente Tunecino Ben Alí, quien se mantuvo en el poder por 23 años. La primavera no estuvo esta vez en Praga, estuvo en Túnez y esperemos que esta crisis que es estructural y no religiosa, le de al Medio Oriente aires de igualdad, de democracia y de justicia frente a un modelo que, como en el caso del Perú, a las grandes mayorías nacionales.....simplemente chorrea.
Esta revuelta, que es sobre todo una revolución que debe poner fin al régimen de Mubarak y a un nuevo liderazgo (que no creo que signifique un cambio radical) se da en alguna medida, motivado por la asonada que derrocó al Presidente Tunecino Ben Alí, quien se mantuvo en el poder por 23 años. La primavera no estuvo esta vez en Praga, estuvo en Túnez y esperemos que esta crisis que es estructural y no religiosa, le de al Medio Oriente aires de igualdad, de democracia y de justicia frente a un modelo que, como en el caso del Perú, a las grandes mayorías nacionales.....simplemente chorrea.
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