LA JUSTICIA EN EL PERÚ:
Estos días, en los que he estado trabajando con placer, en uno de los oficios más antiguos del mundo, el de abogado; han habido muchos temas que me dieron ganas de meterle tinta. Pensaba en el título "Dos Mujeres un Camino" para tocar el asunto de las cuentas de Nadine Heredia y Keiko Fujimori; de como estas dos honorables mujeres políticas o mujeres metidas en la política, no han podido justificar ingresos y el tema nos lleva al financiamiento de los políticos o de los partidos políticos, para hablar con propiedad; de como a pesar del tiempo transcurrido, en el Perú estas instituciones no han sido capaces de crear sus propias fuentes de ingresos y prefieren pasar el sombrero a los empresarios o vender sus conciencias y sus candidaturas, a gente sin visiones de país, que solo muestra su ambición por el poder y por el cargo público y creen que hacer política es solo clientelismo, regalos y prebendas, que pueden conseguir fácilmente con sus recursos, de la misma manera que se hacen de un espacio para pretender ser alcaldes, congresistas o presidentes regionales. Una realidad que termina dándonos el Congreso que tenemos, la clase politica que padecemos y los partidos que sufrimos. Al final, tanto Nadine Heredia (o su esposo) como Keiko Fujimori, hablaron de persecución política, de inventos y mentiras; dieron argumentos sin lógica ni coherencia. Y al igual que el Alcalde de San Miguel, Salvador Heresi Chicoma (con propiedades que resultan imposibles de adquirir sin meter la mano a los recursos públicos) no justificaron nada.
En otras de las puestas semanales de la escena política nacional, está la controvertida Ley de la Selva, que le está generando un fuerte dolor de cabeza al gobierno. Una ley con una visión mercantilista de esta región del país, que pretende privatizar las tierras, sin proteger los derechos ancestrales de las comunidades indígenas y amazónicas, ni a los recursos naturales del Perú, bajo el argumento que, en un país en el que el negocio es lucrar a partir del erario público y hacer faenones, la privatización de la re forestación, sin institucionalidad ni legislación de soporte, no solo es posible sino que es una palanca de desarrollo. Una ley que es solo el reflejo de una buena intención, como aquella que cobija el Plan de Desarrollo del VRAE que expuso un errático Primer Ministro. Un rosario de buenas intenciones, con pinceladas de burocratismo estéril, en las que al parecer no cree ni la misma bancada aprista, que dejó solo a Simon en el hemiciclo, que sabe finalmente (como lo manda la lógica y el sentido común) que como esta diseñado el Plan, va a significar que los narcotraficantes y los terroristas, terminaran desplazándose a otra zona y es recién allí cuando la policia y las fuerzas armadas controlen victoriosamente el VRAE.
En medio de estos temas y de la lectura de "100 Secretos de una Dama de Compañía" de Vanesa de Oliveira, que comentaremos en un texto aparte, me quedo con graficar mi experiencia personal como abogado frente a la problemática de justicia en el país. Lo frustrante y lo dramático que resulta, no solo la lentitud del Poder Judicial, sino la baja calidad de la adminsitración de justicia en el Perú. Resulta inconcebible que el espíritu de cuerpo, impida el juzgamiento imparcial y las sanciones correspondientes a la ignorancia o mala fe de determinados de jueces, que por más estudios, maestrías o capacitación tienen un perfil cuestionable y que lo que más abunda son magistrados poco idóneos, medrosos y que piensan en todo menos en administrar justicia.
Y es que en éste país, en la sede más importante del Poder Judicial, se dan resoluciones que más que prevaricadoras resultan preburricadoras . Por poner algunos ejemplos, en una de ellas se desconoce el Artículo 290 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que permite al abogado firmar por su cliente y se deniega un pedido de sentencia "por el derecho personalísimo del estado civil". En otra cantinflesca resolución. En otra pintoresca resolución, ante una solicitud de partes para inscripción de una sentencia de divorcio en la Municipalidad de un Distrito de Lima, se pide el pago de tasa por partes y por concepto de exhorto, que solo se paga cuando se trata de un distrito judicial distinto. Que decir de aquel juez que detiene una inversión cuantiosa, porque pide un expediente de interdicción del Archivo Central de la Corte Superior de Lima, para verificar en un juicio de beneficios sociales, si los documentos de los Registros Públicos (las partidas registrales) por las que se levanto la interdicción del Gerente General de la empresa demandada, son verdaderos y se niega a devolver el expediente al archivo, aduciendo que el expediente que solicito del archivo, lo debe pedir el juez de familia que vio el proceso de la interdicción, sin importarle, que este juez no tiene el expediente entre sus causas en giro y por tanto no puede solicitarlo. En mi anecdotario está aquella resolución que le llegó a una viuda, que demanda filiación matrimonial de su hijo, al morir su esposo en el octavo mes de su embarazo y que dice que ella "no tiene legítimo interés para demandar" Al final después de haber visto convertida en vaporosa magistrada, a una agraciada y guapa abogada, que fue expulsada de un examen para ser notario, por tener las piernas llenas de plagios; creo que no es mucho lo que se pueda esperar de éste poder judicial, por más que Villa Stein cuadre a su gente en público. Para acabar pronto, Genaro Delgado Parker ya cayó en desgracia, la Ministra de Justicia ha sido abogada de los Shultz. Y la anhelada y "divina justicia" en un país como éste, a veces se alcanza con una llamada telefónica, un café, una amical conversada, un coktelito o un billete por debajo de la mesa.
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