martes, 24 de febrero de 2009

N° 56 - MECHITA DE MIS ENSUEÑOS.........

UN PESO PESADO APRISTA EN EL GABINETE: 

El cambio del Ministro Hernani estaba cantado, parafraseando a García Márquez era como la crónica de una muerte anunciada, el problema era el tiempo, el saber cuando iba a producirse el cese de un nuevo fiasco aprista en el Ministerio del Interior. Y basto que el Ministro le diera explicaciones a la prensa o desmintiera, una supuesta falta de respeto a la majestad presidencial, para que el cambio se produjera con el mismo hermetismo y silencio con el que se anuncio la salida del Ministro Valdivieso en Economía.

Mercedes Cabanillas jura como Ministra en un sector del que no conoce mucho. Con su presencia, el gabinete ministerial recobra el necesario peso político aprista que se perdió con la salida de Alva Castro, un personaje que no mostró su peso político sino su exceso de peso; un ´personaje que no aportó políticamente nada frente a un Del Castillo eclipsado y en problemas. El Presidente García ya tiene en su entorno más cercano, un nuevo hombre fuerte (en éste caso mujer) del aprismo, para lidiar con un gabinete, que no es necesariamente partidario en el amplio sentido de la palabra y que en una perspectiva complicada, puede decirle no cuando se tenga que recurrir a la demagogia y al populismo para no perder la calle ni la encuesta.

Cabanillas le da al ejecutivo la imagen de experiencia, de objetivos claros, de honestidad y veremos si de capacidad aprista, que el gobierno necesita urgentemente tras salir bastante mal parado por el escándalo de los petroaudios. En su primer capotazo tras recibir el despacho, Meche Cabanillas ha llamado a un Comité Consultivo de ex ministros para escuchar alternativas y soluciones a una problemática que va desde corrupción hasta enfrentamiento institucional, una medida política que muestra su manejo, pero que es difícil que signifique un aporte concreto a la problemática del sector más allá del recurso retórico y personalista de cada ex ministro.

Sin políticas definidas y radicales de amplio contenido institucional, sin una reforma policial como política de estado, es difícil que la gestión de Cabanillas sea radicalmente diferente a la de sus grises antecesores. Cabanillas puede manejarse mejor que un Alva Castro sin el brillo político de hace veinte años, puede ser más efectiva en el recurso del gesto, la pose y la condición de mujer, que sus antecesores; pero no va a solucionar los problemas del sector. Administrarlos, esconderlos debajo de la alfombra o evitar que le exploten en la cara, si es algo que su genio político puede conseguir. Un activo que forme parte de su patrimonio político de cara al 2011, en el que vemos difícil que sea la candidata presidencial del aprismo. No solo porque ya lo ha sido, sino porque es consciente que el candidato aprista a la Presidencia de la República en la próxima elección, no tiene muchas posibilidades de éxito. Tal vez a lo que aspira Mercedes Cabanillas antes de jubilarse políticamente, es a ser en el futuro, Presidenta del Consejo de Ministros y Presidenta del Senado. Una aspiración que Yehude Simon la debe sentir respirándole en la nuca y que lo va a mostrar aún más, como el político liviano, improvisado, algo despistado y que no da la talla para Premier.

En el contexto descrito queda claro que el APRA como todos los partidos políticos en el Perú no tienen figuras jóvenes de recambio. Que los nuevos cuadros partidarios no dan la talla para mayores responsabilidades. Que gente como Aurelio Pastor por ejemplo, son las que garantizan que el partido siga dependiendo de Alan García para el 2016, porque a más de “parlar” y de ser algo articulados no tienen el liderazgo ni la ambición política que represente la conducción de una nueva y fresca visión de la realidad nacional.

En lo sustantivo, desde nuestra perspectiva no hay ni una Meche Candidata a la Presidencia ni una diabólica movida para quemarla políticamente. Mercedes Cabanillas es el necesario peso político, la experiencia y el prestigio aprista que el gabinete debe tener; el colaborador y el soporte partidario que el Presidente necesita para manejar un gabinete independienton en épocas de crisis. A García le interesa el hoy y su futuro mediato. El 2011 no le interesa ni michi ni Meche. Sabe que tiene que dar la imagen de estadista interesado y comprometido con el Perú y no con el partido o con la elección de un aprista. El 28 de Julio del 2011, Alan García sabe que debe iniciar nuevamente su campaña a la Presidencia de la República.


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