LOS FANTASMAS DE 1895:
La gran inestabilidad politica de la hora presente, el pais dividido que tenemos al frente, sufre el cargamontón de la élite político económica comandada por el fujimorismo -con un despliegue de recursos nunca antes visto en el país- que una elite intelectual y sectores populares, tratan de contener, en una sociedad que no piensa, que se ha hecho llevar por emociones y no por razones.
Esta asonada que toca tambores de guerra, involucra militares retirados, "cachacos" de determinado prestigio que llaman a la intervención de las fuerzas armadas, es decir al "golpe de estado" para impedir que un regimen supuestamente procubano y chavista tome el poder, en un contexto en el que se agita lo de un "fraude en mesa" que rompe con toda lógica. En principio, el fraude nace siempre del poder, de aquel que tiene poder. Como escuchaba hoy a Rosa María Palacios, hasta ahora no ha salido un solo falsificado que diga "me falsificaron la firma" y hoy una encuesta muestra manipuladamente para favorecer a la Sra. Fujimori, como el supuesto fraude ha prendido en la población, aunque no haya pruebas contundentes ni la encuesta pregunte a quien favorece el fraude. En suma estamos frente a un poder que busca imponer su "verdad"
Y en ese contexto, en el que como decíamos en el artículo anterior, el fujimorismo ha hecho uso del Aparato Ideológico del Estado, porque no puede hacer uso del Aparato Represivo del Estado que es público; me vino a la memoria el libro de Historia del Perú de Gustavo Ponz Musso de quinto de secundaria, que tenia a Nicolas de Pierola entrando por cinco esquinas, en la Revolución de 1895, que es la ultima Guerra Civil que padecimos y que hoy se asoma como un fantasma, en medio de una candidata que para librarse de la cárcel no quiere reconocer los resultados, con socios que buscan mantener privilegios o igualmente salvarse de la cárcel, como la "democrática" Dra. Lourdes Flores Nano, que no ha hecho otra cosa que el ridículo en ésta elección u otros grandes señores del Jet Set limeño, que no quieren igualmente perder privilegios y que se niegan a aceptar que alguien que "no es de los suyos" llegue a la Presidencia de la República
La revolución de 1895, que marco una fractura en la precariedad de la nación peruana, es una de esas etapas de la historia peruana poco estudiadas. Uno piensa que fue un pequeño movimiento limeño por el poder y lo real es que tuvo una dimensión nacional y cívica. El último episodio de "el pueblo en armas" que se reprodujo por costa y sierra, con milicias organizadas que enfrentaron a un Andrés Avelino Cáceres en su papel de dictador y no de héroe, quien tuvo que salir al destierro. Una revolución que Carmen Mac Evoy la califica como el enfrentamiento de "dos modelos de Estado" tan igual como se da hoy en día.
A pesar de contar con mayores y mejores recursos, las tropas de Cáceres que asumió la Presidencia tras la muerte de Morales Bermúdez, cuyo fallecimiento es retratado de una manera monumental por el desaparecido Hugo Garavito en "la Ultima Batalla del Califa" que cuenta entre otros episodios de la vida de Pierola, su relación con la amante francesa que se trajo de Chile y que era viuda de un fotógrafo francés en Santiago. Precisamente es Chile el que le dio apoyo a Pierola para esta revolución desde donde llego en un pequeño barco el Estela.
Esa imagen de Pierola entrando por Cocharcas, se dio un 17 de marzo de 1895, represento el ingreso de las guerrillas urbanas o "montoneras" en la toma de Lima que duro tres días -del 17 al 19 de marzo de 1895- y que dejo un saldo de 1,600 muertos aproximadamente y un saldo general de por lo menos 7,000 muertos. La Guerra Civil de 1895, dio paso a la profesionalización posterior del ejercito, a la vendetta de los triunfadores que incluyo saqueos, asesinatos y otros estropicios que nacen de la victoria. Una revolución que fue la última liderada por caudillos.
Es bueno recordar esta parte de nuestra historia. Hoy que se actúa negligentemente y por interés personal y no pensando en esa nación que no existe. La división social y el no respetar los resultados de la elección, por factores que no vamos aquí a repetir, pueden generar un estallido social de incalculables consecuencias. Ojala prime la cordura, Siento que estamos al filo del abismo entre estos dos Perú que parecen hoy irreconciliables y que estamos dejando como herencia a nuestros hijos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario