lunes, 23 de noviembre de 2020

N° 545 - PUEBLO LIBRE, EL PARQUE AMORETTI

 EL HÉROE DE LA GUERRA CON CHILE Y LA MAMÁ DE ODRIA:


Revisando documentación sobre la Guerra del Pacífico y la participación de la migración italiana en dicha guerra, me encontré con un personaje que desconocía y que me intereso porque tenía que ver con el barrio donde crecí y donde la familia de mi madre es una de las más antiguas del distrito. Me refiero a Pueblo Libre

El registro documental que guardo en mis archivos tiene que ver con la transcripción de la partida de bautizo de mi abuelo, que obra en la Municipalidad de Pueblo Libre y que es de 1891. Mi bisabuelo de oficio agricultor nació en 1870 y vivió en la calle San Martín -recuerdo que mi madre me solía mostrar la casa donde vivió su abuela- eran tiempos en los que la Magdalena Vieja, estaba conformada por chacras y potreros, donde al costado de Queirolo, discurría un canal de regadío que en tiempo de mi niñez  estaba canalizado, pero que mi madre, me contaba que a inicios del siglo pasado, cuando ella era niña y comía chancaca con limón saliendo del colegio era un gran canal  que se percibe en la foto del Queirolo que ilustra este artículo.

                      (*) Esquina de Vivanco y Brasil.

Sobre ese canal escribe Doña María  Rostworowski en su libro "Señoríos Indígenas de Lima y Canta", IEP, Ed. 1978, que era un canal pre inca, que venía del Río Huatica y llegaba a los terrenos de lo que era el Señorío de Maranga. Algo que poca gente conoce es que esos predios alrededor de lo que era el Pueblo Libre antiguo, pertenecieron a la familia Prado, eran terrenos de Don Mariano Ignacio Prado. La escritura pública de la casa de mis abuelos, que era una primorosa  vivienda de estilo republicano, que estaba  en la Cdra. 21 de Torre Tagle y de la que ya no queda casi nada; porque paso de los hijos a los nietos y de allí a la modernidad de las nuevas edificaciones; registra minuciosamente todos los bienes de la familia Prado. 

A esa casa acompañaba a mi madre de niño a ver  a la abuela y a sus hermanos. Tenía una higuera, corrales, una planta de huairuros, un patio interior que llamaban no se porque "la pampa"  y una gran pajarera, cuyo recuerdo me sigue generando un grave "cargo de conciencia" a mis sesentaicuatro años. Tendríamos no más de diez años, cuando con mis primos Nano y Chulín encontramos un "pichoncito" en el Parque que esta frente a lo que era el Cuartel Bolívar -donde se asentó el 02 de Artillería y donde sirvió el gran Perico León- lo recogimos y lo llevamos a la casa, metiéndolo en la pajarera, sin decirle nada a nadie. Los pájaros más grandes lo terminaron matando a picotazos y no pudimos hacer nada, porque la pajarera estaba en alto y el Chulín que se había trepado para meterlo a ella no tuvo tiempo de salvarlo. El fantasma del pichoncito, su recuerdo  y mi pena por lo sucedido, no me la he podido sacar de encima y creo que me va a perseguir hasta el fin de mis días. 

Para no seguir enredando mi corazón en los recuerdos de mi niñez, debo decir que entre los textos que revise estaba la historia  de Don Vicenzo Amoretti, un ciudadano italiano que se aquerencio en el Perú, concretamente en el valle de Chincha  y que durante la Guerra con Chile formo con sus hijos mayores una montonera para combatir a  los chilenos, causándole una serie de bajas, razón por la cual Patricio Lynch, le puso precio a su cabeza. Al final  a Don Vicenzo nunca le pusieron la mano encima los chilenos  y pudo después de la Guerra, regresar a Chincha para dedicarse al comercio de vinos y aguardientes de uva y morir en Lima en 1902 en el Hospital Italiano. 

Yo que ya tengo la necesidad de resetear o actualizar el cerebro, pensé que el Parque Amoretti que esta al costado de lo que era el desaparecido Cine Ídolo, era en su honor y se lo comente  a mi Tía Gloria, el buque insignia de los Navarrete Cornivel y la ultima hija de mis abuelos que queda  viva. Ella me dijo que era en honor a Zoila Amoretti. Yo no me acorde, dude, pero mi Tía Gloria tenía razón. Foristas de "Yo crecí en Pueblo Libre" indicaron que era un programa de Chalets en tiempo de Manuel Odria, por lo que me quedo claro que algún alcalde "patero" fue el que le puso el nombre de la madre del general. Y la búsqueda no fue difícil. Se trato del alcalde Luis M. Delgado, familiar me imagino de Doña María Delgado de Odria, en tiempos en los que los burgomaestres eran nombrados a dedo.

El nombre del parque me lleva a una reflexión. El poco valor de nuestra memoria histórica, el nulo reconocimiento a nuestros héroes o al de personas que han brindado su contribución al Perú. No creo que haya en el país una calle que lleve por ejemplo, el nombre de PEDRO LUIS STORACE, maquinista italiano a bordo de la Corbeta Unión. 

Y digo esto porque creo que sin restarle méritos a Odria en la Guerra con el Ecuador. Porque como gobernante el "General de la Alegría" que se metía sus encerronas en la Residencia Presidencial de La Perla, hizo obra, porque tuvo el dinero de la venta de materias primas por la reconstrucción de Europa tras la post guerra y se enriqueció a punto tal que sus amigos le regalaron una Casa de Campo en Monterrico,  que hoy es el Centro de Esparcimiento de la FAP. Y en ese contexto, su señora madre mas allá de la adulación propia de los políticos o del alcalde de turno, no tenía ni tiene los méritos que si los tiene su tío para que el parque de Pueblo Libre llevé su nombre. Y digo su tío, porque la madre de Odria, fue sobrina carnal de Don Vicenzo Amoretti. El padre de Doña Zoila vino con Don Vicenzo al Perú se estableció  y formo familia en Junín.

La calle donde yo viví y donde vivieron mis abuelos ha sido cambiada -no se cuando- de Torre Tagle a Santiago Wagner que fue un alemán nacionalizado peruano, Director del Colegio Dos de Mayo del Callao y yo me pregunto que tiene que hacer un personaje chalaco en Pueblo Libre. La falta de institucionalidad hace que se cambien calles o se re bauticen según el capricho de la autoridad política. Que se cambie la zonificación, por intereses muchas veces marcados por la corrupción. Y  sucede lo mismo con el ornato. En tiempos de mi niñez, el parque frente al Cuartel Bolívar, tenía una laguna y un islote con palmeras, que le daba un aire tropical  y donde hasta se bañaban los niños de mi época, hoy esta horrible. Este tipo de cosas tienen que cambiar, ojala que se haga justicia con Don Vicenzo Amoretti y  se cambie Amoretti por Amoretti, pues entre ambos, la más bella historia para el Perú la escribió Don Vicenzo.


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