Cuando dibujaba el titular de éste artículo en mi memoria, en lo primero que pensé es en mi querida Tía Gloria -que es maestra jubilada y que hoy celebra su día- hermana menor de mi madre e históooooricamente cercana a mi familia y a mis sentimientos a lo largo de mi vida. La Tía Gloria es bueno decirlo, es una persona a la que no le gusta el lenguaje coprolálico. Siempre me dice que no use en mis escritos "malas palabras", que no me pelee en política al interior de ACCIÓN POPULAR, que las cosas se pueden decir de otra manera. Pero finalmente, a pesar de saber que sus recomendaciones caen en "saco roto", se que las acepta a regañadientes por el cariño que me tiene y que es mutuo.
El problema es que yo soy antes que un escritor, un comunicador social al que la vida y el oficio de escribir, le ha enseñado a ser directo, a usar las palabras precisas, sobre todo en política, donde hay especímenes que tienen un tipo complejo de psicopatía, que tienen el "cuero duro"; un cinismo digno de las más viles causas y una "flema inglesa", que ni Winston Churchill pudo exhibir ante el pueblo inglés, en tiempos de la azonada nazi sobre Londres. Y la mera verdad, es que después de ver el cínico infantilismo demagógico con el que desde el Congreso se petardea por revanchismo la institucionalidad del país -expresada sin rubor entre otros, por esa caricatura de político que es ex-congresista y que se apellida Del Águila- manteniéndose los privilegios congresales, quitandosela no a Vizcarra sino a la institución presidencial; y tonteando asimismo a la gente con cosas que no son verdad. No creo que para graficar la actual situación se pueda decir simplemente, que el país esta en "crisis". Las consecuencias son mayores.
En este blog hay una critica permanente a la clase política que padecemos; a la falta de institucionalidad que nos agobia; a la falta de técnicos que nos angustia; a la mediocridad política que parásita en estos menesteres de la política y que tienen que ver con el destino de un país. A la desaparición de partidos políticos y a su reemplazo, por plataformas electorales de carácter mercantil, que defienden intereses subalternos o proyectos políticos personales. En este blog hago tambien público, mi enfrentamiento con esos fariseos y oportunistas que trafican con el legado y la imagen de Belaunde, un político de solera que más allá de sus errores, fue un hombre honesto, un hombre de bien y un personaje que tenía una visión de país y de Estado. Un político que con Haya de la Torre son ya una especie de políticos extinguida e irrepetible.
Lo concreto y lo real, es que quienes ejercen el poder en el Perú, quienes toman decisiones en la política y en la economía; quienes tiene la responsabilidad de organizar, de institucionalizar o de gobernar el país, no dan la talla. Defienden intereses personales, actúan como si el país fuera su chacra, subestimando la inteligencia ajena, abusando de la ignorancia de gente a la manipulan con histrionico cinismo. Y frente al deterioro permanente de esta clase política, hoy tenemos un Presidente sin liderazgo y un Congreso de la República, con una gran mayoría de demagogos, de oportunista y de políticos de medio pelo que llegan al Congreso, porque la política es hoy más que nunca una actividad de minorías pero en el sentido inverso a las necesidades del país. Antes ser politico era un honor, el congresista era un hombre respetado, con calidades personales e intelectuales y muchos de ellos inclusive no eran profesionales, pero era gente de bien, gente proba -con la cola de siempre de los políticos es cierto- pero gente respetable insisto. Hoy más bien cualquier "hijo de la guayaba" es congresista.
Y queda claro que en lo que toca a esta última elección congresal, "el remedio fue peor que la enfermedad". Que lo que elegimos como congreso y los que fueron electos como congresistas; nos dijeron y juraron que eran "diferentes" y que iban a buscar "conciliar con el ejecutivo" pero hicieron todo lo contrario. Y su actuación política es indignante, deprimente y frustrante.
Estos caballeros presididos por un señor que en anteriores congresos fue simplemente "uno más del montón", pero que hoy es "Rey en tierra de Ciegos" o mejor dicho el "experimentado" en medio de una serie de noveles congresistas, necesitados de poder, de dinero y de cámaras, están destruyendo la poca institucionalidad que tenemos y vulnerando el estado de derecho.
Y en medio del ridículo que hicieron algunos de esos "Padres de la Patria", -que están viviendo su cuarto de hora de fama- al decir el sábado que no votaban por el levantamiento de la inmunidad por "principio" pero el domingo -ante el anuncio Presidencial a un referéndum- que hace que convoquen a Plenario esa la tarde -ante la grita y la protesta ciudadana- se olvidan de "los principios" y de "las enseñanzas de su líder" y contradictoriamente, terminan votando a favor del levantamiento de la inmunidad parlamentaria, pero manipulando el articulado respectivo, pues introdujeron sin estar en agenda, sin pasar a comisiones y sin debate, el levantamiento de la inmunidad para delitos comunes, reforzando grosera e ilegalmente la inmunidad para la función congresal y levantándola totalmente para el Presidente de la República, los Ministros de Estado, el Defensor del Pueblo y los miembros del Tribunal Constitucional. El infantilismo y la irresponsabilidad política en su máxima expresión.
En lo estrictamente jurídico constitucional, solo la modificatoria al Art. 93° constitucional es legal o valida, porque solo esa modificatoria estaba en agenda. La modificatoria propuesta por el "Neo Constitucionalista" de ACCIÓN POPULAR, el Congresista Ricardo Burga Chuquipiondo, que nace de la "piconería" y "vendetta" propias de las mafias políticas y que modifica los Arts. 99°, 117°, 161° y 201°, no tienen valor legal. No estaba en agenda, ni ha pasado por comisiones y más tarde o más temprano esas modificatorias van a ser declaradas inconstitucionales.
El "trinquete", el engaño y la manipulación de lo aprobado en el Congreso, es que el supuesto levantamiento de la inmunidad parlamentaria es un artificio y un engaño. Lo anterior porque se levanta la inmunidad parlamentaria -que no era el problema en si, porque el problema era que por intereses políticos no se levanta la inmunidad en el Congreso- para delitos comunes, pero se mantiene y se genera total impunidad para la función congresal, no ajena a excesos.
El texto modificado dice, palabras más palabras menos que "no son responsables ante la autoridad ni órgano jurisdiccional alguno, por las opiniones y votos que emiten ni por acciones legislativas de fiscalización, de control político y otras inherentes a la labor que cumplen durante el ejercicio de sus funciones". Quitarle el antejuicio al Presidente de la República, que representa a la Nación, es desestabilizar un régimen. Quitarle el antejuicio al Defensor del Pueblo y al Tribunal Constitucional por "infantil piconería", es entender de manera delincuencial la labor congresal, es petardear el estado de derecho, es querer controlar a esos funcionarios. Es comprobar que la labor legislativa está en manos de gente mediocre y sin visión de estado. Que llegaron por poder, por figuración, por vanidad personal o por dinero. y no tienen la menor idea de lo que es la institucionalidad de un país y el equilibrio de poderes.
Y aquí nadie esta defendiendo a Vizcarra, que no tiene nivel de estadista, ni reflejos ni cintura política; a punto tal que no tiene ni bancada que lo respalde y no ha sabido manejar sus relaciones con el congreso. Pero más allá de los errores del gobierno -que son los de un país sin líderes, ni técnicos, ni imaginación para ejercer el poder- es necesario dejar constancia de que esta lejos de ser el "dictador" que pretenden que sea o un "controlador" de la Fiscalía o de los medios de comunicación, aunque tiene su cuota de responsabilidad en esta crisis. En esta caricatura de país que dibujan ambos poderes día a día.
Los Señores que tienen sus "cuatro letras" en una curul parlamentaria, como han perdido el sentido de la realidad, creen, se aplauden y se abrazan, pensando que han hecho un "acto patriótico" y que "defienden los intereses del pueblo" cuando la gente los critica por calles y plazas, esta harta de su desarrollo político. Y en esa consideración, es necesario decir que la prensa se ha convertido en el mejor fiscalizador de las leguleyadas, de las estupideces y de la pillerías de la política y de los políticos.
Esta pobre imagen de nuestra clase política repercute en la imagen de un país que se acerca a una república bananera; que ya tiene rasgos de republiqueta y que incluye al empresariado y a los que detentan el poder económico. Y lo anterior porque vamos camino a esos periodos de inviabilidad y de crisis económica que ya hemos padecido en nuestra historia reciente. A esos periodos de crisis cíclicas que históricamente nos agobian. No dudo que Moisés Mamani entre esta gentita sería toda una figura política. Podría usar palabras mayores para el titular de éste artículo y lo que pretende expresar, pero la Tía Gloria me lee.....Digamos simplemente que "El Perú se va a la Mela".
Lo concreto y lo real, es que quienes ejercen el poder en el Perú, quienes toman decisiones en la política y en la economía; quienes tiene la responsabilidad de organizar, de institucionalizar o de gobernar el país, no dan la talla. Defienden intereses personales, actúan como si el país fuera su chacra, subestimando la inteligencia ajena, abusando de la ignorancia de gente a la manipulan con histrionico cinismo. Y frente al deterioro permanente de esta clase política, hoy tenemos un Presidente sin liderazgo y un Congreso de la República, con una gran mayoría de demagogos, de oportunista y de políticos de medio pelo que llegan al Congreso, porque la política es hoy más que nunca una actividad de minorías pero en el sentido inverso a las necesidades del país. Antes ser politico era un honor, el congresista era un hombre respetado, con calidades personales e intelectuales y muchos de ellos inclusive no eran profesionales, pero era gente de bien, gente proba -con la cola de siempre de los políticos es cierto- pero gente respetable insisto. Hoy más bien cualquier "hijo de la guayaba" es congresista.
Y queda claro que en lo que toca a esta última elección congresal, "el remedio fue peor que la enfermedad". Que lo que elegimos como congreso y los que fueron electos como congresistas; nos dijeron y juraron que eran "diferentes" y que iban a buscar "conciliar con el ejecutivo" pero hicieron todo lo contrario. Y su actuación política es indignante, deprimente y frustrante.
Estos caballeros presididos por un señor que en anteriores congresos fue simplemente "uno más del montón", pero que hoy es "Rey en tierra de Ciegos" o mejor dicho el "experimentado" en medio de una serie de noveles congresistas, necesitados de poder, de dinero y de cámaras, están destruyendo la poca institucionalidad que tenemos y vulnerando el estado de derecho.
Y en medio del ridículo que hicieron algunos de esos "Padres de la Patria", -que están viviendo su cuarto de hora de fama- al decir el sábado que no votaban por el levantamiento de la inmunidad por "principio" pero el domingo -ante el anuncio Presidencial a un referéndum- que hace que convoquen a Plenario esa la tarde -ante la grita y la protesta ciudadana- se olvidan de "los principios" y de "las enseñanzas de su líder" y contradictoriamente, terminan votando a favor del levantamiento de la inmunidad parlamentaria, pero manipulando el articulado respectivo, pues introdujeron sin estar en agenda, sin pasar a comisiones y sin debate, el levantamiento de la inmunidad para delitos comunes, reforzando grosera e ilegalmente la inmunidad para la función congresal y levantándola totalmente para el Presidente de la República, los Ministros de Estado, el Defensor del Pueblo y los miembros del Tribunal Constitucional. El infantilismo y la irresponsabilidad política en su máxima expresión.
En lo estrictamente jurídico constitucional, solo la modificatoria al Art. 93° constitucional es legal o valida, porque solo esa modificatoria estaba en agenda. La modificatoria propuesta por el "Neo Constitucionalista" de ACCIÓN POPULAR, el Congresista Ricardo Burga Chuquipiondo, que nace de la "piconería" y "vendetta" propias de las mafias políticas y que modifica los Arts. 99°, 117°, 161° y 201°, no tienen valor legal. No estaba en agenda, ni ha pasado por comisiones y más tarde o más temprano esas modificatorias van a ser declaradas inconstitucionales.
El "trinquete", el engaño y la manipulación de lo aprobado en el Congreso, es que el supuesto levantamiento de la inmunidad parlamentaria es un artificio y un engaño. Lo anterior porque se levanta la inmunidad parlamentaria -que no era el problema en si, porque el problema era que por intereses políticos no se levanta la inmunidad en el Congreso- para delitos comunes, pero se mantiene y se genera total impunidad para la función congresal, no ajena a excesos.
El texto modificado dice, palabras más palabras menos que "no son responsables ante la autoridad ni órgano jurisdiccional alguno, por las opiniones y votos que emiten ni por acciones legislativas de fiscalización, de control político y otras inherentes a la labor que cumplen durante el ejercicio de sus funciones". Quitarle el antejuicio al Presidente de la República, que representa a la Nación, es desestabilizar un régimen. Quitarle el antejuicio al Defensor del Pueblo y al Tribunal Constitucional por "infantil piconería", es entender de manera delincuencial la labor congresal, es petardear el estado de derecho, es querer controlar a esos funcionarios. Es comprobar que la labor legislativa está en manos de gente mediocre y sin visión de estado. Que llegaron por poder, por figuración, por vanidad personal o por dinero. y no tienen la menor idea de lo que es la institucionalidad de un país y el equilibrio de poderes.
Y aquí nadie esta defendiendo a Vizcarra, que no tiene nivel de estadista, ni reflejos ni cintura política; a punto tal que no tiene ni bancada que lo respalde y no ha sabido manejar sus relaciones con el congreso. Pero más allá de los errores del gobierno -que son los de un país sin líderes, ni técnicos, ni imaginación para ejercer el poder- es necesario dejar constancia de que esta lejos de ser el "dictador" que pretenden que sea o un "controlador" de la Fiscalía o de los medios de comunicación, aunque tiene su cuota de responsabilidad en esta crisis. En esta caricatura de país que dibujan ambos poderes día a día.
Los Señores que tienen sus "cuatro letras" en una curul parlamentaria, como han perdido el sentido de la realidad, creen, se aplauden y se abrazan, pensando que han hecho un "acto patriótico" y que "defienden los intereses del pueblo" cuando la gente los critica por calles y plazas, esta harta de su desarrollo político. Y en esa consideración, es necesario decir que la prensa se ha convertido en el mejor fiscalizador de las leguleyadas, de las estupideces y de la pillerías de la política y de los políticos.
Esta pobre imagen de nuestra clase política repercute en la imagen de un país que se acerca a una república bananera; que ya tiene rasgos de republiqueta y que incluye al empresariado y a los que detentan el poder económico. Y lo anterior porque vamos camino a esos periodos de inviabilidad y de crisis económica que ya hemos padecido en nuestra historia reciente. A esos periodos de crisis cíclicas que históricamente nos agobian. No dudo que Moisés Mamani entre esta gentita sería toda una figura política. Podría usar palabras mayores para el titular de éste artículo y lo que pretende expresar, pero la Tía Gloria me lee.....Digamos simplemente que "El Perú se va a la Mela".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario