TACNA 26 DE MAYO DE 1880:
El General Rafael Sotomayor a la sazón MInistro de Guerra de Chile, era un hombre de Guerra, un militar experimentado y el estratega de la campaña. El 20 de mayo de 1880, las tropas se encontraban en Yaras a 37 Kms de Tacna y el general después de comer salió a caminar por un campamento chileno diezmado por las enfermedades provenientes de mosquitos y zancudos, la falta de higiene y la aglomeración de la multitud de gente que representa un ejército en campaña; como en estos días del COVID-19 (Bulnes en sus memorias habla de que se perdió por las enfermedades un 10% de la tropa) cuando cayó fulminado por un derrame cerebral. No hubo tiempo para "sangrarlo" -que era la técnica de esos días para la alta presión- Sotomayor murió y el hecho generó incertidumbre en la clase dirigente sureña por la importancia del alto oficial que terminó siendo reemplazado por Don José Francisco Vergara, que era civil pero de un estilo más duro que su antecesor según historiadores sureños. Eran los días en los que Chile ante la seguridad de su victoria en Tacna buscaba un acercamiento con Bolivia para terminar rápido la guerra quedarse con Antofagasta y anexar Arica, Tacna y Moquegua a Bolivia, ofrecimiento que nunca prosperó porque Bolivia se negó a traicionar al Perú.
En Tacna desde los primeros días de Abril se fueron congregando tropas peruanas y bolivianas. Alcides Arguedas en Historia General de Bolivia, escribe que peruanos, bolivianos y chilenos departían amenamente en Arica como si la guerra no existiera. El grueso del ejército boliviano llegó antes que Narciso Campero, que era igualmente un militar de gran prestigio -había estudiado en Francia, había peleado con el ejército galo en el norte de África mientras estudiaba en la Academia Militar- que tras la destitución de Hilarión Daza, fue nombrado provisionalmente Presidente de la República -decisión que tenía que ser ratificada por el Congreso y que originó que quisiera regresar a La Paz antes de la batalla- algo que finalmente no sucedió. El hecho que Campero se constituyera en Tacna se debio a divergencias entre el Almirante Lizardo Montero y el Coronel Eliodoro Camacho, que se zanjó con la presencia del Presidente de Bolivia, al respaldar a Camacho y respaldar siempre a su paisano, como si lo nombrara un cuasi Comandante de línea en desmedro del Almirante Lizardo Montero.
A Campero por su alto cargo le correspondía comandar o tomar decisiones sobre el ejército aliado porque Pierola estaba en Lima. Entre ambos ejércitos en contienda -entre el chileno y el aliado- mediaba la planicie llamada Inti Orcko. En días anteriores a la batalla del 26 de Mayo, las escaramuzas que se produjeron dejaron mal parados a los aliados, superados por los chilenos en poder de fuego, preparación y número de tropas. Campero decide salir de su ubicación en la noche del día 25 y atacar por sorpresa a las tropas chilenas que acampaban en Quebrada Honda, al recibir información falsa de arrieros chilenos extraviados con odres de agua, que le informaron que el ejército chileno era de 22,000 hombres. Tras la movilización del ejército aliado, fue la camanchaca y la inexperiencia de los guías la que lo hizo perderse, por lo que decidió regresar a fin de no verse sorprendido por el enemigo. El regresar a su posición inicial implicó pérdida de tiempo y la fatiga de una tropa que necesitaba estar descansada y bien comida para la batalla.
En la madrugada del 26 de mayo, el General Baquedano, Jefe del ejército chileno, mueve sus tropas para la batalla, A las nueve de la mañana se iniciaron los fuegos de artillería que duraron más o menos una hora, sin causar ningún daño en ambos lados. A eso de las 10 de la mañana la primera y la cuarta división chilena, al mando de los Coroneles Amengual y Barceló entraron en combate, pero fueron resistidos por el ejército aliado debiendo replegarse. Igual sucedió con el 2° Regimiento chileno que era parte de la División Barceló, que se enfrasco cuerpo a cuerpo con el Zepita (que le había arrebatado su bandera en Tarapaca) y tuvo que retroceder al quedarse sin parque. Eran las 12.30 del día y solo había entrado en combate aproximadamente el 40% de las tropas chilenas.
En esa inicial victoria aliada, Camacho había comprometido la mayor parte de sus tropas y reservas, movilizando inclusive al Sucre y a los Colorados que era lo más profesional que tenía el ejército boliviano y por la euforia, parte de las tropas salieron desplegadas en guerrilla para perseguir a los chilenos. Baquedano ordenó entonces contraatacar movilizando a la Tercera División Chilena y arremetiendo con la caballería a los aliados. Eran tropas frescas y reservas las chilenas. Ni la izquierda ni el centro aliado pudieron resistir el contraataque del ejército mapocho y en el lado derecho, la Cuarta División de Orozimbo Barboza no encontró mayor resistencia pues Campero había ordenado a Montero mover sus tropas y sus reservas al centro de la línea de batalla por indicación de Camacho. La Tercera División Chilena, con un movimiento envolvente destrozo a las menguadas tropas de Montero.
A las 2.30 de la tarde la suerte estaba echada, la victoria chilena era inobjetable y las tropas aliadas huyeron en grupos dispersos, Los peruanos y bolivianos en combate fueron unos 9,000 hombres y los chilenos eran aproximadamente 12,000 hombres, con una superioridad abismal en piezas de artillería, ametralladoras, caballería y armamento. A partir de tan dolorosa derrota los bolivianos se retiran a La Paz y para ellos termina la Guerra. Un número no determinado ni registrado de soldados bolivianos por voluntad propia siguieron combatiendo al lado de los peruanos y más allá de las recriminaciones mutuas por la derrota, lo cierto es que aún sin el error tactico y estrategico de Camacho -que fue herido y hecho prisionero- difícil hubiera sido cambiar el resultado de la batalla.
La derrota del Alto de la Alianza, mostró la histórica demagogia, el cinísmo y el oportunismo de la clase política peruana, al convertir Pierola una derrota en victoria declarando que "Nuestros recursos están intactos; los de ellos agotados. Han jugado en un golpe de fortuna que les es completamente mortal, que los postra y nos hace levantarnos más vigorosos y resueltos que antes".
A manera de colofón es necesario indicar que el ingreso de los chilenos en Tacna después de su victoria, significó el mismo escenario de sangre y rapiña que viviría Lima tiempo después y que es poco consignado por la historiografía peruana. Que durante el cautiverio de Tacna y Arica, el Presidente Salvador Allende vivió en Arica, pues su padre, el abogado y Notario del mismo nombre, fue un agresivo operador de sentimientos y acciones contra los peruanos. En el campo de batalla del Alto del Alianza se levanta un santuario, un cementerio y un museo que vale la pena visitar.
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