viernes, 19 de abril de 2019

N° 495 - EL SUICIDIO

A PROPÓSITO DEL DE ALAN GARCÍA:




Yo soy un hombre que tiene cierta fascinación por la muerte. Creo que no somos conscientes cuando nacemos, pero somos conscientes cuando nos petateamos, cuando abrimos esa puerta que nos lleva a lo que creo es la verdad absoluta y eso me parece una experiencia seductora. A propósito del suicidio de Alan García he escuchado y leído una serie de cosas; muchas de ellas marcadas por el odio al ex presidente, otras desinformadas y algunas absurdas e ignorantonas. Y como el tema me parecio interesante, me atrevo entrado el viernes santo, a bocetear algunas líneas sobre tan espinoso asunto.

Para comenzar, debo decir que en una sociedad marcada por el miedo, por el temor al castigo divino y yo no creo que se camine en la vida en función de miedos y que quien se suicida se vaya directamente al infierno. Soy católico, apostólico e hincha del Sport Boys del Callao -que vive una vez más el calvario que nos lleva nuevamente a la segunda división- y pienso en el contexto anterior, que no se puede generalizar sobre las razones que llevan a un ser humano a acabar con su propia vida. Y digo esto porque hay quienes dicen que lo de García fue un acto de cobardía para no ir preso. Si el suicidio fuera un "acto de cobardía" sería cobarde, el soldado que prefirio matarse antes de ser preso y victimado en medio de una guerra, el japonés que se hacía el harakiri en defensa de su honor o el enfermo que se practica la eutanasia para no sufrir ni hacer sufrir a los que le rodean. Hay un valor en ese acto, un razonamiento y una explicación y no simple cobardía. Eso es innegable.

 La libertad humana que es el principio más importante de los que creemos en la existencia de un ser superior, permite tomar decisiones sobre nuestra propia vida -equivocadas o no-  por razones diferentes, que nacen de problemas psicologicos, patologicos o de decisiones razonadas, basadas en valores, principios o en formas de ver la vida. La propia vida.  Es Jean Paul Sartre y el existencialismo el que percibe el suicidio como una forma de expresión de la dignidad y la libertad humana; en otra perspectiva desde el existencialismo, para Albert Camus, es un fenómeno estrictamente personal, al que añadiria o mejor dicho reafirmaria en su caracter de conducta autodestructiva. 

En el caso del Presidente García, insisto a partir de  mi artículo anterior, que fue su "ego colosal", sus psicopatías y su patología y volubilidad, la que lo llevaron a un gran conflicto interno. Por lo general los políticos tienen una doble personalidad, son personas que estan fingiendo ser quienes en realidad no son; viven negando su realidad, mintiendo y escondiendo o maquillando su fragilidad humana. Ante la posibilidad de ser descubierto, de quedar en evidencia, de ser humillado; quien se sabia odiado, prefiere autoagredirse. El es su propio agresor y su propia víctima.Y hay un acto de romanticismo y de misticismo en medio de todo esto.

Para quien soñaba con la posteridad y con un lugar en la historia. Para quien conocía como político el arte de la manipulación, el suicidio es un "sacrificio" que bien vale la pena para el objetivo que anhela, porque sabe que le abre una vez más una puerta -esta vez sin retorno- a la impunidad y a preservar su imagen de dos veces ex Presidente del Perú, de líder y conductor del partido de masas más importante del Perú.  La leyenda y el mito se comenzara a escribir en un país sin memoria colectiva y Alan García sera el Leguía o el Pierola del Siglo XXI. El suicidio lo preserva de la verguenza ante lo que dijo más querer, que son sus hijos. En la vanidad personal del personaje, probablemente se una el hombre y el cargo que detento y al que quería acceder por tercera vez. 

Todos los seres humanos nos enfrentamos a nuestro demonios internos. A nuestra fragilidad. Hay una historia que esta por escribirse. Si Alan García es culpable de lo que se le imputa,  el mismo se impuso -en medio de lo que lo atormentaba- una pena que termina siendo mayor que la carcel  a la que su enemigos dicen que temía. Por preservar su imagen creo que principalmente frente a sus hijos aunque les termina causando un gran dolor. Por su vanidosa relación con el cargo. Por su obseción por la posteridad, ofrenda su propia vida. 

Hay algo más preciado que la vida pregunto hoy que es Viernes Santo. Si por lo que hizo mal pago con ella; ya no caben odios ni reconcores ni manipular politicamente su muerte. Mi padre me solía decirme cuando yo era niño que "hasta el hombre más malo tiene algo de bueno".  Y mi madre me enseño a no odiar. A estas alturas de mi vida, creo que en el caso de Alan García.....Su tumba merece paz. Y lo dejo allí.

miércoles, 17 de abril de 2019

N° 494 - ALAN GARCIA PEREZ

¿PAZ EN SU TUMBA?.


No soy de los que creen que la muerte convierte en buenos a los malos u obliga a cambiar la percepción de la vida y los pecados de los muertos. Creo que Alan García Pérez, fue uno de los últimos  grande líderes de la política peruana y latinoamericana; pero creo tambien que fue un político corrupto que se enriquecio en el poder. Al márgen de todo lo anterior,  entre el uso politico que le dan los apristas a su muerte y el escarnio y la pobreza de espíritu de sus opositores ante sus restos. Creo firmenente que hay que tener grandeza ante la muerte humana, como se debe tener en la guerra ante los vencidos. Al final la vida es una guerra ante nuestros propios demonios, ante nuestras miserias humanas, ante la fragilidad que solo percibe nuestra intimidad, porque ni nosotros mismos logramos conocernos del todo.

Cada ser humano escribe su propia historia, el final de sus días de manera diferente. Y para escribir sobre la "leyenda" que se inicia hoy, creo que hay que comenzar conociendo el diagnóstico psiquiatrico del ex Presidente García para entender su decisión, porque sus psicopatías son manifiestas y porque su volubilidad, su falta de percepción o aceptación del sentido de la realidad, la hemos vivido hasta su último día. Las especulaciones sobre el suicidio de Alan García, para mí van por el lado de su soberbia de su "ego colosal" (a punto tal que ni siquiera pensó en sus seres queridos) y no de cobardía frente a la posibilidad de la cárcel. La decisión de acabar con su vida, para el que escribe estas líneas, van por su negativa a verse descubierto en sus mentiras, en que se muestre y desnude publicamente, el cinísmo psicopático del animal político que era. 

Una personalidad como la suya se resiste a verse derrotado, encarcelado, vejado y materia de burla o de este escarnio  que merecen sus restos, por parte de algunos individuos, que en el fondo -como sucede siempre- más que las criticas o la oposición al político corrupto, tienen en su subconciente envidia frente a la inteligencia y el éxito ajeno; a la brillantez y a los recursos políticos de quien "encantador de serpientes" o no, muere en olor de  multitud y no solo del pueblo aprista. En la perspectiva de la historia Alan García, va a ser percibido  como Nicolas de Pierola -a quien decia querer imitar- o Leguía y otros políticos cuestionados, juzgados por sus luces y sus sombras. Porque nadie puede decir que  García no hizo obra o que todo en el fue malo o corrupto.

En el contexto jurídico procesal en el que se da el suicidio de Alan García, no creo que se pueda hablar de "persecusión política". Uno   de los méritos de la precaria institucionalidad peruana es la investigación y el juzgamiento de una  clase política que se ha enriquecido a costa del erario público,.De la serie de "encumbrados personajes" que se han vuelto millonarios gracias al "servicio al país". Al ser imputado Alan García como jefe de una organización criminal, por criterio jurisdiccional y lógica, el fiscal continua la diligencia porque  se pueden encontrar pruebas contra los demás imputados y porque volver a comenzar una diligencia como ésta tiene sus complicaciones. Y adicionalmente a lo anterior es bueno decir que el emplazamiento a politicos de diverso cuño por  actos de corrupción, no esta alejado de estandares de legalidad.

Creo  que García con su suicidio termina haciendole un servicio a la tradición de su partido y un favor a la cúpula que se queda en la conducción del mismo. Van a poder apelar a la vieja persecución y al martirologio aprista para unir a la miitancia. Van a comenzar a construir la leyenda y el mito que anhelaba García. Lo que esta por verse, es si Mulder, Del Castillo o Velasquez Quesquen, reconstruyen el partido de masas más antiguo de la historia republicana. Lo concreto y lo real es que un liderazgo como García va a ser difícil de igualar. 

Aunque en un país como éste de envidias y rencores; de enemigos irreconciliables y de doble moral; de mediocridades y pobrezas de espíritu; es dificil pedir "Paz en su tumba", hay que invocarla. El juez ante el que esta ahora es una garantía de justicia y de imparcialidad.

sábado, 6 de abril de 2019

N° 493 - LOS 05 DE ABRIL DEL 79 Y DEL 92

Y LAS LECCIONES NO APRENDIDAS:




El 05 de Abril tiene para los peruanos una significación especial. Hace  140 años, un 05 de Abril de 1879, Chile nos declaró la Guerra, una declaración que estaba cantada, porque la Misión Lavalle, estaba condenada al fracaso. En realidad el objetivo principal de los sureños era el guano y el salitre de Tarapaca, que era en proporción dos o tres veces mayor que el de los bolivianos. La "Compañía Autonoma del Salitre y Ferrocarriles de Antofagasta" era la empresa que explotaba el salitre en la provincia boliviana de Litoral, pero más que de capitales ingleses, estaba integrada por capitales provenientes de la clase política, de la burguesía, de la clase gobernante mapochina. Y ya en 1836, Diego Portales, el Padre del Concepto de Nación en Chileen carta dirigida a Manuel Blanco Encalada, cuando partía éste a combatir a la Confederación Perú-Boliviana que consideraba nociva para los intereses chilenos; sienta las bases de la llamada "Doctrina Portales"  frente a los peruanos y bolivianos, doctrina que rige hasta nuestros días con la complacencia de gobernantes,  políticos y  lobbystas peruanos: "Las riquezas conjuntas de Perú y Bolivia deben explotarse en beneficio de los Chilenos, que deben dominar para siempre en el Pacífico".

Lo concreto y lo real, es que esa guerra, cuyo mayor dolor y ofensa no esta en la derrota -porque en las guerras se gana o se pierde- sino en la larga ocupación de nuestro territorio y sobre todo de la capital, con el agregado que personajes como Nicolás de Pierola -muy cercano a Chile- priorizó sus intereses personales antes que los grandes intereses nacionales. Que hubo traidores peleando en Huamachuco contra Caceres; terratenientes que colaboraron con los chilenos con tal que no afectaran su patrimonio y que por último, no se midio el desgaste que implicaba la ocupación y el que seguir combatiendo "en guerrilla"; en una guerra de desgaste, hubiera significado, un armisticio más favorable a nuestros intereses. Al final no supimos negociar ni durante la guerra ni después de la guerra y terminamos perdiendo Arica.

140 años después creo que no hemos aprendido la lección. Nuestras fuerzas armadas estan en pésimo estado, los aviones estan en un 80% inoperativos, nuestros viejos tanques T-55 no han sido repuestos, nuestros submarinos han disminuido en numero y capacidad y nuestras unidades de superficie no nos garantizan una defensa efectiva del mar de Grau. En un eventual escenario de Guerra, que a futuro va a ser por el agua, estamos en las mismas condiciones de 1879. Las compras son sobrevaluadas, materia de raterias y corruptelas y no estamos en capacidad de disuadir a nadie. Y en lo económico los capitales chilenos los tenemos insertados significativamente en nuestra economía con el riesgo que ello representa y sin considerar las restricciones que se ponen a los capitales peruanos en Chile.

En lo político, el 05 de Abril de 1992  represento el quiebre de un sistema democratico, que el país rechazaba por culpa de una clase política desacreditada, desgastada, que solo defendía intereses personales o de grupos de poder; que no representaba al pueblo  y que era objeto  -como ahora- del repudio popular, con una mellada imagen en lo que significa su respeto institucional. Lo que siguio después es historia reciente. Un Fujimori populista pero efectivo en sus promesas, que capitalizo el descontento popular para instaurar con su socio político Vladimiro Montesinos, un regimen corrupto al que termina perdiendo la ambición de poder y el sentirse intocable. Yo en el contexto anterior, no creo que Fujimori haya destruido el sistema de partidos. Creo más bien que nuestra clase dirigente, que nuestra clase politica, tras estar "con el rabo entre las piernas" tras el retorno de la democracia, tampoco ha aprendido la lección. No ha sabido reinventarse, institucionalizarse, democratizarse, construir partidos atractivos que representen y que permitan articular programas y propuestas para construir nación.

Hoy por la falta de cultura política, de cultura cívica, de ciudadanos y de ciudadanía, la cosa esta peor, no hay partidos, no hay mucha gente capaz y de valía en los partidos políticos, que son franquicias, plataformas electorales para llegar al poder y no instituciones que representen y articulen las demandas populares. En medio de la corrupción, de la frivolidad, de la demagogia  y de la indiferencia, frente al descontento popular actual, no tengo dudas que, como todo es electoralismo barato y busqueda de poder por el poder, se corre el peligro de que el fantasma de Fujimori reaparezca. Un "Nuevo fujimori" que este "a la vuelta de la esquina" porque si algo tenemos los peruanos es que no prendemos de nuestros errores.