La noche del jueves falleció en Lima a los 85 años de edad, el escritor Jaujino, Edgardo Rivera Martinez (Premio Nacional de Cultura 2013), probablemente un desconocido para muchos en un país que no lee, donde la cultura no sirve para un carajo porque lo que se vende es la idea del "emprendedor", gente con plata pero sin mayores conocimientos, que permita que los que detentan el poder y el dinero, puedan usar en provecho propia la ignorancia de las masas, manejarlas, gobernarlas, seguir estando en la cúspide de la pirámide, promoviendo candidatos del statu quo, en una democracia sin partidos.
Para Rivera Martinez no habrá Museo de la Nación para despedir sus restos, no era mediático y la Ministra de Cultura, como no era su amigo, como no lo conocía o no lo habrá leído, lo ignora. La burrocracia suele ser indiferente con la cultura, aunque se dediquen o sea su obligación fomentarla y por eso terminan promoviendo a la "gentita" y no a los jóvenes que representan la renovación y la vigencia de la creación humana en el Perú; ni rindiendo homenaje aunque sea póstumo, a gente de esa brillante generación sanmarquina de los cincuentas del siglo pasado, que se formo con maestros como Don Raul Porras Barrenechea.

La novela fue finalista del Premio Romulo Gallegos, a poco tiempo de su aparición. Una novela bien escrita, que recrea en medio de una historia de amor o de búsqueda del amor y del descubrimiento de la sexualidad en un adolescente -que es básicamente un mestizo- el reconocimiento de sus raíces andinas e hispánicas, la influencia de la cultura occidental y la indígena en su formación como ser humano. El mestizaje racial y cultural del que se habla cuando se cita a Garcilazo de la Vega en su identificación con el mundo que lo rodea. "Pais de Jauja" es a partir de una especie de autobiografía; el retrato -con pinceladas de humor bien logradas- del país mestizo que somos, los prejuicios raciales que tenemos aún y la búsqueda de esa nación que no somos todavía, a partir de un diario que retrata un tiempo de vacaciones en una ciudad que era el mejor lugar para curar una tuberculosis. Don Edgardo Rivera Martinez, con "País de Jauja" logro aunque suene ridículo decirlo y con las disculpas a los críticos de literatura, la versión peruana de "Cien Años de Soledad". Descanse en Paz maestro.....y ojala que estas líneas hagan que los lectores se interesen, busquen y viajen a ese "País de Jauja".
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