¿EL PERÚ DE HOY, DE AYER Y DE SIEMPRE?

La infeliz frase del Presidente Vizcarra, me hizo volver a tomar ese imaginario lápiz, con el que gráfico la percepción -"mi percepción"- del mundo que me rodea; escudriñar en estos dos meses pasados, las cosas que se quedaron en el tintero, porque el abogado que hay en mí, tiene trabajo y como mantiene al escritor que también habita en mi, a veces no hay tiempo para dejar salir a éste último, quedándose las palabras y las imágenes en la memoria. Y no niego que sea frustrante, no poder poner en una nube lo que se piensa, lo que se ve y lo que se siente, como lo hacia antes con la "Lulú", esa vieja HALDA de 1957, en la que escribí mis primeros poemas, una "Lulú" que me acompaño hasta su jubilación y que hoy se muestra orgullosa, coqueta como lo fue siempre y bien arregladita en la sala de mi casa, recordando que en la Pensión de Alvaro Obregon en Ciudad de México, los muchachos la saludaban y hasta la acariciaban al entrar a la habitación. La "Lulú" es parte de ese deseo de libertad y de comunicación constante que marco mi juventud y que me va a acompañar hasta el fin de mis días.
Creo en principio, que la muerte de Eyvi Agreda, dolorosa, lamentable, triste, va a servir solo para poner el dedo en llaga. Y digo esto porque para mi va a terminar siendo una muerte más, una llamada de atención y un referente, en un país, que no se si, por desgracia o "designio de la vida" para usar las palabras de Vizcarra, tiene la clase política que tiene, los políticos y los gobernantes que tiene. Un país donde algo cambia para que todo siga igual. Donde el feminicidio y la violencia contra la mujer tienen un componente machista pero también cultural y de falta de políticas públicas preventivas.
Hace un par de días, me comunicaban por ejemplo, que en un condominio en San Miguel, habia una pareja, donde el esposo agrede permanentemente a la esposa y frente a ello, no queda otra cosa que pedir el apoyo de la Comisaría; pero cuando va el administrador a poner la denuncia y a solicitar una ocurrencia, un policía muy suelto de huesos le dice que "esa no es su función". Y queda claro una vez más, que la indolencia, la indiferencia y la falta de criterio, se imponen a la ola de feminicidios y agresiones de mujeres en el día a día. Solo después de que se les amenazara con Inspectoria o con la denuncia a la prensa hacen su trabajo.
Y al Presidente de la República, a los líderes políticos, a los congresistas no se les ocurre tras la muerte de la Srta. Agreda, otra cosa que frases de cliche, retorica hueca, efectismo y demagogia. No hay una reacción programática inmediata, ideas, imaginación o propuestas de partidos que quieren ser gobierno o que gobiernan o que dicen que buscan satisfacer las necesidades populares; como puede ser un programa de prevención psicológica masiva y la partida correspondiente; campañas contra el machismo con la colaboración de la sociedad civil y de los medios de comunicación; modificación de leyes o la bendita especialización de la policía para que tengan la sensibilidad de atender estos casos y no respondan como el "tombo ignoranton" que frente a una denuncia por agresión le espeta a la mujer agredida "le habrás sacado la vuelta"....u otras humillantes frases -que son para no creer- pero de las que puedo dar fe en ya mi algo dilatado ejercicio de la profesión.
Y si no hay plata, allá esta esa frase que me seduce y que escribieron los jóvenes en París en 1968 "la imaginación al poder". Siempre hay formas de movilizar a la sociedad, de lograr objetivos. Allí están las Municipalidades, la Iglesia, los colegios profesionales, la sociedad civil. Entre la frase efectista y el hacer algo, ese "hacer algo" siempre va a salir siendo mas productivo.
El problema es que este es un país donde las masas encuentran ese héroe, ese líder o ese "Inca" que buscan -ante la falta de políticos visionarios o de solera que muestren o generen ilusión en la tierra prometida y para tomar la frase del desaparecido Alberto Flores Galindo- en un futbolista. Y Paolo Guerrero, tras su "muerte y su resurrección" encarna al Perú de Grau, de Bolognesi o de Quiñones y el álbum PANINI es la biblia que se trasmite y se intercambia masivamente por calles y plazas. Y Doña Peta es el ejemplo de la heroica y abnegada madre peruana y el Presidente de la Federación Peruana de Fútbol, es igualmente otro baluarte en el país que está en el Mundial de Rusia, que ya merece hasta que le retiren la acusación fiscal por homicidio calificado.
Este es el Perú donde los padres de la patria no pueden pagar con su peculio un cuchillo. Y si no pueden comprar con su plata un cuchillo, como se van a poder comprar un Televisor o un Frigo Bar. Su "vocación de servicio" es tan grande que ante la no reelección buscan formas imaginativas para seguir trabajando por el pueblo y postulan en tras circunscripciones o van ahora como Tenientes Alcaldes o como el caso del Alcalde de Breña, Angel Wu, que pone a candidatear a su ex-esposa y a su actual esposa, para asegurar que su "obra continué".
Al final es un problema de educación, de cultura; de cultura cívica y política, que me obliga a referirme al lamentable fallecimiento de Chachi Sansiviero, la dueña de la librería "El Virrey" , que me hizo recordar a ese ilustre librero peruano que fue Don Juan Mejía Baca, cuya amistad cultive y a quien solía visitar en su Librería-Editorial del Jr. Azangaro, hoy convertida en una especie de librería, venta de souvenirs y no se que chucherías más, cuyos actuales propietarios no tienen ni idea de lo que valen los libros. Una edición de segunda de TESTIMONIO PERSONAL de Luis Alberto Sánchez, la venden a S/. 450.00 cuando es una colección que en el mercado máximo podría estar en S/. 100.00.
Doña Chachi Sansiviero junto con su también fallecido esposo, el uruguayo Don Eduardo Sansiviero hicieron de "El Virrey" uno de los espacios emblemáticos de la cultura y del libro en el Perú. Un dato anecdotico, es que otro de los grandes o importantes promotores de la cultura y las letras peruanas fue el salvadoreño, Don Carlos Milla Batres, fallecido en el 2004 en Lima y dueño de la Editorial Milla Batres, quien vino como estudiante al Perú, regreso como diplomático y se quedo a vivir en el país. A propósito de Libros y librerías, creo que no hay un reporte estadístico de cuantas librerías tenemos por habitante en Lima y en las diversas regiones del Perú. Creo que ese dato no interesa en un país como éste -hablo de librerías en el verdadero sentido de la palabra- porque en provincias hay mayoritariamente librerías de libros viejos o de ediciones artesanales o piratas, que no son espacios propios para la lectura o el disfrute del papel impreso y de todo el encanto que representa lo que se mueve alrededor del papel mojado en tinta.
Hoy que estamos en época electoral, después de escuchar a varios candidatos, me pregunto si habrán cogido últimamente algún libro para documentarse o para capacitarse. Por lo general los políticos criollos son "iluminados improvisados", les encanta la generalidad, el punto común, la demagogia barata. Sus ocurrencias las convierten en "tecnicismos programáticos", repiten el sonsonete de que "hay que ensuciarse los pies", cuando la política debe hacerse con el cerebro, con el conocimiento, con ideas. Y en una coyuntura en la que hay un descontento general con la clase política por estar de espaldas al pueblo, por su alto grado de corrupción, de falta de sensibilidad y de criterio, Vizcarra le llama a la incapacidad del Estado para solucionar un problema social que va en espiral y que se escapa del control social como un "designio de la vida". El mismo designio de la vida que hizo que Doña Peta lo cuadrara a Oviedo y a Vizcarra, para que buscaran la solución final. El mismo "designio de la vida" que nos hace padecer a nuestra insufrible clase política.
Creo que hablar de "la vida" resulta muy general, hay historias personales como la de esta joven lamentablemente fallecida hoy. Yo quise tocar su triste historia y termine recalando en "mi vida", en mis recuerdos. En ese compartir los días y las horas, junto a una "Lulu" que golpeaba con un cigarro entre los dedos, en medio de la eufonía de la noche para anudar palabras. Una "Lulu" que con su lazo sobre la tapa siempre daba que hablar.