PSICOPATÍA Y PODER.....RECORDANDO A MARIETAN:
En crisis como esta, donde lo más probable es que tengamos un nuevo presidente y quien sabe si nuevas elecciones, la política peruana muestra su falta de institucionalidad, su folklorismo, la mediocridad que hace que el ciudadano común y corriente esté harto de estas formas y maneras de hacer política, por falta de políticos de solera, que son reemplazados hoy, por oportunistas, aventureros y demagogos que muestran la venalidad de su pelaje, su proclividad e inclinación a la mentira, el cinismo de su demagogia efectista, de una demagogia que ante la ignorancia de las masas, proclama que su lucha no es por su beneficio personal o el "pinche poder", sino en "beneficio de las grandes mayorías nacionales", aunque lo que exuden en su gestión sea su ignorancia, su falta de cultura cívica y política, su ausencia idoneidad para ejercer un cargo público o para "representar" al pueblo.
Y la mera verdad de todo este sainete político que vivimos desde principios de los años ochentas, tiene que ver con el "concepto" de político; con como la ética, la moral pública, la honestidad y la vocación de servicio, se han ido perdiendo, para que se pase a un ejercicio mercantil y delictivo de la política, a su caricaturización, a su deslegitimación y degradación progresiva en el tiempo; a punto tal que hemos pasado de los Haya de la Torre, Belaunde, Bedoya o Carlos Malpica -para no remontarnos mucho en el tiempo- a los Galarreta, los Becerril, los Vitocho o los Salaverry de hoy, que abusan de su inmunidad e insultan o mienten y hablan cínicamente de "compra de votos" sin prueba alguna como sucede ahora; toda una "clase política" que termina con los mudos que en el hemiciclo solo sirven para hacer el quorum de reglamento.
Y como en éstos días leí un debate sobre eso de la "incapacidad moral permanente" y la serie de mentiras de los señores Becerril o Salaverry, que subestiman la inteligencia ajena ; esas mentiras de los congresistas me llevaron nuevamente a citar al prestigioso psiquiatra argentino Hugo Marietán, que es uno de los que primero ha estudiado y escrito sobre el tema, aunque ya hay muchos estudios sobre la psicopatía y los políticos (*). Marietán y otros especialistas, han desarrollado la tesis que un gran número de políticos son psicópatas, porque el psicópata ama el poder. Para Marietán el psicópata no es un enfermo mental sino es una persona que tiene una manera particular o especial de ver el mundo. Es una variante -poco frecuente- del ser humano que se caracteriza por tener necesidades especiales, como el afán desmedido de poder o de protagonismo. Para Marietán no todos los políticos son psicópatas, pero se trata de personalidades atípicas que no necesariamente tienen conductas criminales de alto impacto.
En crisis como esta, donde lo más probable es que tengamos un nuevo presidente y quien sabe si nuevas elecciones, la política peruana muestra su falta de institucionalidad, su folklorismo, la mediocridad que hace que el ciudadano común y corriente esté harto de estas formas y maneras de hacer política, por falta de políticos de solera, que son reemplazados hoy, por oportunistas, aventureros y demagogos que muestran la venalidad de su pelaje, su proclividad e inclinación a la mentira, el cinismo de su demagogia efectista, de una demagogia que ante la ignorancia de las masas, proclama que su lucha no es por su beneficio personal o el "pinche poder", sino en "beneficio de las grandes mayorías nacionales", aunque lo que exuden en su gestión sea su ignorancia, su falta de cultura cívica y política, su ausencia idoneidad para ejercer un cargo público o para "representar" al pueblo.
Y la mera verdad de todo este sainete político que vivimos desde principios de los años ochentas, tiene que ver con el "concepto" de político; con como la ética, la moral pública, la honestidad y la vocación de servicio, se han ido perdiendo, para que se pase a un ejercicio mercantil y delictivo de la política, a su caricaturización, a su deslegitimación y degradación progresiva en el tiempo; a punto tal que hemos pasado de los Haya de la Torre, Belaunde, Bedoya o Carlos Malpica -para no remontarnos mucho en el tiempo- a los Galarreta, los Becerril, los Vitocho o los Salaverry de hoy, que abusan de su inmunidad e insultan o mienten y hablan cínicamente de "compra de votos" sin prueba alguna como sucede ahora; toda una "clase política" que termina con los mudos que en el hemiciclo solo sirven para hacer el quorum de reglamento.
Y como en éstos días leí un debate sobre eso de la "incapacidad moral permanente" y la serie de mentiras de los señores Becerril o Salaverry, que subestiman la inteligencia ajena ; esas mentiras de los congresistas me llevaron nuevamente a citar al prestigioso psiquiatra argentino Hugo Marietán, que es uno de los que primero ha estudiado y escrito sobre el tema, aunque ya hay muchos estudios sobre la psicopatía y los políticos (*). Marietán y otros especialistas, han desarrollado la tesis que un gran número de políticos son psicópatas, porque el psicópata ama el poder. Para Marietán el psicópata no es un enfermo mental sino es una persona que tiene una manera particular o especial de ver el mundo. Es una variante -poco frecuente- del ser humano que se caracteriza por tener necesidades especiales, como el afán desmedido de poder o de protagonismo. Para Marietán no todos los políticos son psicópatas, pero se trata de personalidades atípicas que no necesariamente tienen conductas criminales de alto impacto.
Marietán en su tesis desarrolla la idea que vemos en nuestra vida diaria y en la interna de las caricaturas de partidos políticos que tenemos en la política criolla. Personajes que usan a los militantes o a personas sobre las que tienen subordinación o influencia, para obtener más y más poder y las terminan convirtiendo en cosas u objetos para su propio beneficio. Este tipo de personaje político es definido por Marietán, como un "psicópata cotidiano" un individuo que se adapta perfectamente al medio, pasa inadvertido en su patología y suele inclusive llegar a la cúspide del reconocimiento político social y del éxito económico.
Para el profesional argentino, este tipo de individuos actúan en función de códigos propios, distintos a los que se manejan socialmente y suelen basar su liderazgo, en un alto grado de insensibilidad y de intolerancia ante situaciones de extrema tensión. Marietán afirma que en psicopatía no hay "tipos" sino grados e intensidades diversas. Así por ejemplo el violador en serie, sería según el galeno, un psicópata más intenso o extremo que el cotidiano. Y las declaraciones, los gestos, el lenguaje corporal de muchos de nuestros líderes grafican esta realidad donde una serie de fariseos que votaron en el Congreso para favorecer a ODEBRETCH hoy pretenden ser catones y censores de moralidad con una larga cola que se terminan pisando sin verguenza y sin rubor.
Para Hugo Marietán una de las características del psicópata, es que es un mentiroso, pero no un mentiroso cualquiera, "es un artista" miente con la palabra, con el cuerpo, actúan y sobre actúan y pueden incluso fingir sensibilidad. Uno les cree una y otra vez dice Marietán, porque son muy convincentes. Y Marietán pone un ejemplo que desde mi punto de vista es significativo: Un dirigente común sabe que tiene que ejercer un cargo durante un tiempo y luego se va: El político psicópata una vez que está arriba no lo saca nadie: Quiere estar una vez, dos veces, tres veces. Ni se larga del poder ni lo delega. En el Perú de hoy vimos el ejemplo de Fujimori y lo más probable es que en el 2021, si "Martincito" termina el mandato de PPK, un Alan Garcia, obligado "por las bases y por el pueblo" termine postulando nuevamente a la Presidencia de la República, después de negarlo cincuenta veces más que Pedro a Cristo.
Otra de las características del político psicópata es la manipulación que hace con los militantes, con los ciudadanos. Alrededor del dirigente psicópata indica Marietán, se mueven obsecuentes, los ayayeros, los pateros de siempre, gente que bajo su efecto persuasivo, hace cosas que en otras circunstancias no harían; con el añadido que el manipular, el ordenar y el digitar, es una conducta muy natural en éste tipo de personas. El psicópata siempre trabaja para sí mismo aunque su discurso político diga lo contrario. La gente es un mero instrumento para este perfil de políticos.
Un rasgo determinante en la personalidad de estos individuos según Marietán, es que carecen de habilidad emocional, de empatía, que no es otra cosa que la capacidad de cualquier persona normal de ponerse en en lugar del otro. Según este tipo de político, todas las cosas que giran a su alrededor tiene que estar a su servicio; personas, dinero, conciencias, voluntades. En éste contexto el dinero o el poder es un elemento de presión para doblegar la voluntad del otro; para dividir. Y en ese marco conceptual, el elemento mas nocivo es el clientelismo porque se basa en "el doy para que des, doy para que hagas, hago para que des o hago para que hagas", pero no para un fin colectivo o altruista sino para que el político edifique o construya su propia estructura de poder.
El político según Marietan es un manipulador compulsivo, el político de conducta psicopática, siempre va -a través de la manipulación- a cortar la libertad de elegir, de pensar, de desarrollar un sentido crítico. Y por eso es que es común dice Marietán, que se usen banderas suprapersonales y supuestamente de valor colectivo, porque nunca van a decir que hay que trabajar para él. En periodos normales sin crisis agudas, este tipo de políticos no se adaptan a la tranquilidad porque tienen que ser reconocidos como salvadores y allí esta la razón de que los países o los partidos gobernados por éste tipo de políticos, vivan de crisis en crisis. Lo grave de todo esto según el psiquiatra argentino, es que el psicópata no aprende de sus errores porque la psicopatía es una estructura que no cambia.
En las tesis del científico argentino, el punto débil del político psicopático, es la frustración. Con las reacciones que tiene si las cosas no le salen como piensa o quiere. Si esto es así, se desestabilizan, se desorganizan y hacen o dicen tonterías. Una personalidad controladora en un momento de frustración puede tener actitudes absolutamente toscas o torpes, lo que hace que sea percibido por el entorno y que se rompa la unidad lograda con persuasión y manipulación, con el histrionismo, el embuste y el engaño.
Como conclusión, el galeno argentino indica que hacen falta líderes comunes, normales u otro peso pesado psicópata para sacar al entronizado, al que hay que aprender a no elegir o a controlar su poder -la institucionalidad que tanta falta nos hace- aunque lo ideal dice Marietan es combatirlo y aprender a no elegirlo. En la hora presente varios de estos personajes que están a flor de tierra, van a desde Presidente a Congresista, desde Congresista a dirigente. Una clase política que necesita la frescura de la sencillez, de la honestidad de los valores humanos. De esa sensibilidad por la que el bien común es una vocación.
(*) http://www.lanacion.com.ar/1089612-los-politicos-suelen-aferrarse-al-poder-como-psicopatas
(*) http://www.lanacion.com.ar/1089612-los-politicos-suelen-aferrarse-al-poder-como-psicopatas
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