En el cuento de Gabriel García Márquez, "El Coronel no tiene quien le escriba" alrededor del personaje principal se grafica la frustración ante una pensión de jubilación que no llega -y la pobreza que agobia- en una historia que gira alrededor de un gallo que el Coronel duda en vender. La situación hace que ante su negativa, su mujer le pregunte ¿Y que comemos? y que él le responda de manera monumental: "Mierda".
Y creo que esa es la respuesta del Coronel a su mujer, que puede enrostrarnos el futuro, si en una democracia sin institucionalidad y sin partidos políticos ni ciudadanía, ni memoria histórica, no nos compramos el pleito por crear conciencia y enfrentar con solvencia y efectividad el fenómeno terrorista que hoy parece estar de vuelta. Si los jóvenes siguen ignorando lo que fue Abimael Guzmán Reynoso y lo que representó el terrorismo en el Perú.
Hoy que se celebran 25 años de la captura de Abimael Guzmán, deberían ser los Partidos Políticos -o lo que queda de ellos- los encargados de estar en la primera línea de combate; de realizar en la fecha una serie de actos recordatorios sobre el tema, en medio de una estrategia de largo plazo para enfrentar politica e ideologicamente a Sendero Luminoso; yendo a las las universidades, disertando en los Colegios, saliendo al campo y no encerrándose en el Congrezoo, solo para el cocktelito y la butifarra.
El problema es que la clase política peruana esta solo preocupada en buscar el poder por el poder y después "ya se vera que pasa" con el país. Que la ciudadanía imbuida por ese individualismo que nos corroe, no ha asumido un compromiso moral con ésta problemática y con el dolor ajeno que esto produjo, cuando estas heridas deberían encarnarse en el ser nacional. El problema es que los valores, los principios y la ética han sido dejados de lado, en un país donde lo que prima es -desde la política- un pragmatismo demagogico, de gesto y de pose, de clientelismo y electoralismo barato, en un país donde la ignorancia y la falta de ese compromiso moral del que hacemos mención, nos termina convirtiendo en un problema y una posibilidad parafraseando a Basadre.
Es la visión o la solución de corto plazo la que nos relaja historicamente como sociedad. Es la corrupción que se termina robando los dineros para inteligencia, investigación y logística, la que nos debilita como nación. El problema no es la Sra. Maritza Garrido Lecca, a quien mediáticamente persiguen y quieren arrancarle un pedido de perdón, que así no lo verbalice, estoy seguro que lo siente, porque veinticinco años de cárcel quiebran a cualquiera. Porque con más de cincuenta almanaques a cuestas ya no se esta para hacer lo que se podía hacer a los veinte y porque la sangre ajena avergüenza y nos persigue.
El problema esta en los remanentes de Sendero, en su vinculación con el narcotrafico, en la falta de dinero para inteligencia estratégica; en recursos y en fiscalización de los recursos para que no se terminen robando esa plata. El problema es que hay que mentalizar esa tropa y esa oficialidad para que no se coludan con el lado oscuro y terminen seducido por el "dinero blanco". El problema es la ignorancia, el ser tibios y efectistas ante los problemas del país.
Si el Estado no entiende que construir una nación implica un esfuerzo intelectual, educativo, de construcción de ciudadanía y de valores y principios, el crecimiento que de todas maneras hemos tenido en los últimos años, no va servir de nada o solo va a servir -mejor dicho- para que las clases dominantes y dirigentes, afiancen su poder y sigan mandando en el Perú, repartiéndose y usufructuando el país, que crece entre grandes desigualdades. A diferencia del Coronel del cuento de García Márquez, "El Cachetón" si tiene quien lo siga. Y lo siguen los que no lo conocen, los que no ha vivido esa época; los que escuchan que este es el mismo país de hace cincuenta años y lo creen. Los que ven una clase política de espaldas a los grandes intereses de la patria. En ese contexto, me parece que es injusto que no se le haya reconocido a BENEDICTO JIMÉNEZ por sus méritos en la lucha antisubversiva. Si se equivoco en una etapa de su vida. En esta etapa que culmino con la captura de Abimael Guzmán tuvo un papel protagonico y es mezquino no reconocerlo. Por sus errores o por sus delitos va a ser juzgado. Por ese pasado hay que darle su lugar y su merito.
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