LA CIUDAD DE LOS CELAJES....Y DEL HIDROMIEL:
Hace algunas semanas, el mismo día de la creación política de Apurímac, por razones de trabajo, estuve en Andahuaylas; regrese después de veintinueve años y me sucedió un hecho anecdotico. En 1987 cuando llegue a Andahuaylas por primera vez -trabajando en el tema de la regionalización- se me rompió el brazo de un lente y cuando busque una óptica se me dijo que no había, que había que ir a Cuzco. Hoy al llegar, curiosamente tuve el mismo percance.....pero esta vez si había óptica. una moderna y bien surtida óptica.
Cuando visite por primera vez Andahuaylas, era la época de la violencia subversiva, la época del terrorismo; uno tenía que ir armado y con seguridad, la ciudad estaba bastante atrasada, la gente era poco comunicativa y el ejercito tenía un destacamento acantonado en el lugar. En ese entonces como ahora, Andahuaylas, que esta a 2,900 Mts. sobre el nivel del mar, era una bella ciudad enclavada en el Valle del Chumbao; en la que lo que me llamo la atención, además de la belleza de sus mujeres, fue la pugna que existía entre los Andahuaylinos y los Abanquinos, porque a pesar de ser la ciudad el reservorio alimenticio de la región, como todas las autoridades eran de Abancay, las principales obras se iban a esta ciudad y no a Andahuaylas, lo que generaba un desarrollo desigual, una confrontación y un resentimiento que persiste hasta hoy. En los días en los que andaba por allí, cuando las carreteras eran solo afirmadas, recuerdo que el Presidente de la CORPORACION DE DESARROLLO DEL CUZCO, Don Roberto Santander Estrada -con estudios en Francia- era uno de los mejores técnicos, de los mejores planificadores con los que he trabajado; y que el Presidente de la CORPORACIÓN DE DESAROLLO DE ABANCAY era "CPC".....Por la sigla puede Ud. pensar amigo lector, que me refiero a que el citado funcionario era Contador Público Colegiado, pero no es así, la sigla significaba "Con Primaria Completa". Hoy al menos la situación a cambiado, los Presidentes Regionales que son elegidos, son periodistas, maestros o caciques regionales, algo que desde mi modesto punto de vista no ha contribuido mucho a llevar adelante una regionalización, que dentro de un estado que ha cambiado, requiere cierto grado de capacitación y profesionalismo, lo que implica, primero que los candidatos no tendrían que ser necesariamente del lugar. A lo anterior hay que añadir que ante la falta de cuadros partidarios, estos no tengan la capacidad de "gobernar" ni el Estado ni las regiones y en lugar de militantes, se prefiera a técnicos con cierta experiencia y capacidad, aunque no falten los burricos envarados que siempre encuentran chamba. Uno de los temas que debe abordar el próximo gobierno es sin duda el de la regionalización, que ya en marcha, necesita gerencia y controles frente al mal de la corrupción.
Yo hice el viaje a Abancay desde Ayacucho por carretera. Una moderna y bien asfaltada carretera, con curvas muy cerradas, pero buena carretera finalmente. El pasaje directo a Andahuaylas por vía aérea, no es regular y es bastante caro; y por eso es mejor irse a Ayacucho en avión -el vuelo dura 40 minutos- y de allí llegar por carretera a Andahuaylas, en más o menos cuatro horas y media.
Lo primero que hice al llegar a la ciudad, es ir a Talavera a buscar Hidromiel, un agradable licor de miel de abeja, que poco se conoce en el país y que es una delicia que debería salir de los extramuros de Andahuaylas. Cuando quise proveerme de "Taparacos" un pan secado al sol, se me dijo que eso solo lo iba a encontrar en Abancay, así que me contente con quesos y el agradable pan de la zona -hecho a la leña- para traerme a Lima.
Lo primero que hice al llegar a la ciudad, es ir a Talavera a buscar Hidromiel, un agradable licor de miel de abeja, que poco se conoce en el país y que es una delicia que debería salir de los extramuros de Andahuaylas. Cuando quise proveerme de "Taparacos" un pan secado al sol, se me dijo que eso solo lo iba a encontrar en Abancay, así que me contente con quesos y el agradable pan de la zona -hecho a la leña- para traerme a Lima.
Algo que definitivamente debe corregirse, es la falta de promoción turística del lugar. No hay operadores turísticos, agencias que hagan tours, uno debe hacerlo por su cuenta, costo y riesgo y los lugareños no dan una buena información, lo que hace que finalmente uno desista de conocer varios lugares si el tiempo aprieta. El Hotel en el que me hospede es un muy buen hotel. "ENCANTO DE APURÍMAC", esta ubicado en la Cdra. uno de la calle Antonio Trelles y tiene un restaurante donde los platos son generosos y fácil sirven para saciar el hambre de dos personas.
Andahuaylas cuyo nombre proviene de la voz quechua Antahuaylla que quiere decir "Pradera de los Celajes" fue fundada por Francisco Pizarro en su camino al Cuzco en 1533 y elevada por Bolivar a Provincia en 1825 cuando pertenecía al Cuzco. La Plaza de Armas, conserva en la catedral, precisamente la cruz que llevo Francisco Pizarro a esa Ciudad. La Plaza de Armas tiene igualmente las figuras del "Yawar Fiesta" del condor, del puma y del venado; y una campana que es de 1887 y que fue partida por un rayo. Entre sus atractivos turísticos esta la laguna de Pacucha una de las más bellas y grandes del Perú, el complejo arqueológico de Sondor, el Puente Colonial de Chumbao, donde se produjeron los luctuosos sucesos del Andahuaylazo y hay un Bosque de Piedras, que tiene una especie de Casa de Pitufos donde se puede pernoctar -lugar con el que ilustro esta nota- y al que espero llegar en una próxima oportunidad porque vale la pena conocerlo. En resumen un lugar encantador, que me gustaría verlo más interconectado con el resto del país, sin perder ese color de sus celajes y el calor de su gente.
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