En el marco de las tareas de la Comisión Investigadora del caso Oscar López Meneses. Que en lo personal, tengo la convicción, que tiene que ver, con un caso de interceptaciones telefónicas, con un sistema de escuchas ilegales y dolosas a opositores políticos y no con un tema de corrupción policial; el Presidente Constitucional de la República, Cmdte. Ollanta Humala Tasso, se ha negado a recibir a la citada comisión, arguyendo -a través de la Presidenta del Consejo de Ministros- razones legales y constitucionales. Concretamente, la inmunidad que tiene el ejercicio del cargo y la imposibilidad del Presidente de la República, de ser acusado durante su mandato, de conformidad con el Art. 117° de la Constitución Política del Estado, por la irresponsabilidad política que le merece el poder que ejerce.
Es necesario indicar en principio, que de acuerdo con la Constitución Política del Perú, el Presidente de la República, ejerce simultaneamente los cargos de Jefe de Estado y Jefe de Gobierno. Como Jefe de Estado personifica a la Nación y como Jefe de Gobierno dirige el mismo, a pesar de tener un Presidente del Consejo de Ministros, un "Premier" como se llamaba en Constituciones pasadas, que es más bien un coordinador gubernamental y no un Ministro, que manda, ordena y dispone a la usanza europea.
En el contexto anterior, una cosa es que el Presidente de la República no tenga responsabilidad política, que no pueda ser acusado sino por las causales del Art. 117° Constitucional y otra cosa, es que como Jefe de Gobierno, en resguardo de las formas y maneras democráticas; de las relaciones entre los Poderes del Estado; se pueda reunir con una Comisión Investigadora del Congreso, para absolver algunas interrogantes sobre un tema que de alguna manera lo toca o afecta la institucionalidad y la imagen del gobierno.
La casa de Oscar López Meneses, esta cerca a la de Ollanta Humala; esta cerca al Colegio de sus hijos. La seguridad con la que gozaba el inmueble del operador montesinista, no podía pasar desapercibida para el Servicio de Inteligencia, para la propia seguridad presidencial. En esa dirección, las confusas declaraciones de los miembros de la Policía Nacional del Perú, las contradicciones de los altos mandos del Ejercito, las inexactitudes del Alcalde de Surco y el desenvolvimiento de hechos que atentan contra la lógica y el sentido común -en medio de negadas amistades y de obsequios de López Meneses a Humala- son asuntos más que suficientes, para que la Comisión Congresal quiera reunirse con el Presidente de la República, para que éste absuelva algunas interrogantes que afectan su figura como mandatario. Una reunión con el Presidente de la República, de la misma manera como la que el tuvo cuando se reunió con Don Víctor Andres García Belaunde -el anterior Presidente de la Comisión- que tuvo que renunciar, al hacerse público que conferencio en secreto con el Presidente de la República y sin comunicar a sus pares.
En lo estrictamente político, el gobierno de Ollanta Humala, es un régimen que antes que en un partido organizado, se sustenta en sus relaciones con la tecnocracia gubernamental, con determinados grupos de poder económico y con miembros retirados del Ejercito del Perú, que es el alma mater del Presidente y que le permite -con oficiales condiscípulos, amigos o cercanos en actividad- tener el soporte del "partido político" más organizado en la historia del Perú y gobernar buscando terminar lo mejor posible su mandato.
Si consideramos que los principales asesores de Ollanta Humala, han estado ligados a los miembros de la mafia Fuji-Montesinista. Si queda claro, que las prácticas de escuchas ilegales, se han insertado en los mecanismos del ejercicio del poder en el Perú y hoy son práctica común. Hay razones fundadas -en el contexto de los hechos expuestos- para pensar que un gobierno sin operadores políticos, sin mayor base popular y sin cintura política, se haya visto obligado a recurrir a estas prácticas que resultan para muchos "políticamente necesarias".
El hilo conductor de la madeja, lleva a la oposición política a tenor de la realidad y la lógica, a buscar interrogar a un personaje, que si bien no tiene responsabilidad política, es políticamente limitado y puede con sus desafortunadas declaraciones, complicar su situación a partir del 29 de Julio del 2016. Esa es finalmente, la razón de la negativa presidencial.
El hilo conductor de la madeja, lleva a la oposición política a tenor de la realidad y la lógica, a buscar interrogar a un personaje, que si bien no tiene responsabilidad política, es políticamente limitado y puede con sus desafortunadas declaraciones, complicar su situación a partir del 29 de Julio del 2016. Esa es finalmente, la razón de la negativa presidencial.
Los congresistas de la Comisión Investigadora, saben que aún cuando se descubra lo que se hacía en la casa de Oscar López Meneses; aún cuando Humala tenga alguna responsabilidad en los hechos -algo difícil de que pase- no lo pueden tocar hoy al Presidente. Solo buscan "centrarlo".
Humala, que conoce sus limitaciones, sabe igualmente, que a partir del 28 de Julio del 2016 tiene que tener una bancada lo más numerosa posible para enfrentar a la mayoría aprista o fujimorista que en el próximo gobierno va a tratar de mostrar que eso de "La honestidad que hace la diferencia" fue una simple frase de marketing político.
Humala, que conoce sus limitaciones, sabe igualmente, que a partir del 28 de Julio del 2016 tiene que tener una bancada lo más numerosa posible para enfrentar a la mayoría aprista o fujimorista que en el próximo gobierno va a tratar de mostrar que eso de "La honestidad que hace la diferencia" fue una simple frase de marketing político.
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