sábado, 23 de agosto de 2014

N° 367 - ANITA....ANOTA:

ANA JARA Y EL RECHAZO A LA CONFIANZA DEL GABINETE:



La suspensión de la votación para darle al gabinete de Ana Jara Velásquez, un voto de confianza. Es un hecho inédito desde 1980, porque en el fondo es una medida desesperada, para evitar que el Congreso le niegue por segunda vez, la confianza al gabinete de la Doña, flamante Presidenta del Consejo de Ministros. Lo anterior, porque de conformidad con los Arts. 130° y 133° de la Constitución Política del Perú; la presentación para exponer y debatir la política general del gobierno y las principales medidas de su gestión, implica una cuestión de confianza y si la confianza le es rehusada se produce una crisis total del gabinete, que implicaría  cerrar el Congreso.  

En lo estrictamente jurídico constitucional, la institución es un despropósito de legisladores que olvidan que este es el Perú y que creen que el importar normas de constituciones extranjeras,  nos van a hacer un país más institucionalizado, donde se repitan las formas o maneras de hacer política, de sociedades donde hay una clase política, más experimentada, educada y con mayor prestigio. En concreto, en un régimen presidencialista como el nuestro (porque el Presidente de la República, nombra y remueve ministros) dentro de la inestabilidad de nuestra democracia, resulta un absurdo, que a un gabinete recién en funciones, el Congrezoo le brinde su respaldo o su confianza.  Por la salud de la República, debe derogarse el extremo del otorgamiento de la confianza por el Congreso y quedar el texto constitucional, simplemente  en una presentación para exponer y debatir la política general del gobierno y las principales medidas del sector.

A tenor de lo anteriormente expuesto, es que se dan crisis como la actual; aunque  el gobierno -acostumbrado a jugar siempre al filo de la navaja-  niega que haya crisis, con la misma terquedad con la que se ha negado a retirar al Ministro de Energía y Minas, Eleodoro Mayorga y lo que representa. Con la misma convicción, por la que se ha negado a hacer modificaciones a la ley de aportes obligatorios a las AFP y sus granjerías. Con el mismo capricho con el que pretenden imponer la candidatura de Diego García Sayan, que es el amigo de la pareja presidencial, que un mayor número de ministros les ha "recomendado". Con la misma ceguera y el mismo cinismo con el que se niegan a solucionar una huelga médica, que perjudica fundamentalmente a los sectores más pobres.

En un país surrealista como éste, donde la clase política siempre quiere dar la imagen de lo que no es, el asunto es que el Presidente Ollanta Humala, quiere presentarse como un cachaco, de esos que mandan, ordenan y disponen. Un militar como los de antaño -de esos que anhelan permanentemente los peruanos- porque son  imagen de autoridad, de orden y de la disciplina que no tenemos, porque estamos acostumbrados a "caminar derecho" bajo el imperio del autoritarismo y del miedo; del helado y la cachiporra. 

En esa imagen que se quiere presentar al pueblo, el problema es que la gente, sabe por boca del mismo Ollanta Humala; que él no manda, ordena ni dispone; ni en su casa ni en el Palacio de Gobierno. Porque él comparte el poder con su esposa. Porque Doña Nadine Heredia como es una mujer más inteligente, emocionalmente más estable y más segura que su esposo. Como tiene ambiciones políticas que el usufructo del poder ha alentado, antes que proyectar el futuro del país, proyecta el suyo y nombran como Presidenta del Consejo de Ministros a Doña Ana Jara y como Presidenta del Congreso a Doña Ana Solorzano, respetables damas, cuyo mayor mérito político es ser cercanas e incondicionales de la pareja presidencial. Mujeres sin  mayor experiencia,  sin solera ni personalidad política, que como en el caso de la Sra. Solorzano, plagea textos enteros para presentar leyes. Personalidades que están donde están, para cumplir el proyecto, los deseos y los caprichos políticos de los Humala Heredia.

Y cuando el poder es efímero, cuando el personaje no da la talla, ni tiene el liderazgo ni los soportes, para impulsar una agenda política que  impulse las reformas para hacer más social, mas justo y menos mercantil el modelo económico, porque lo que se prioriza es la agenda personal y los intereses propios; tenemos estos sainetes donde la poca institucionalidad  que tenemos se hace añicos. Donde la imagen de la clase política se caricaturiza aun más, al cobijar el lamentable espectáculo en el rimbombante nombre de "juego político".  

En ese escenario de pechadas como la de la soberbia Sra. Jara; en ese escenario de contradicciones como las de una ministra, que niega lobbys que Abugattas afirma que existen; el problema no es que gobierno y oposición negocien o dialoguen. El problema es que podrán renunciar a Mayorga; podrá ponerse en la agenda del Congreso las modificatorias a la ley de afiliación obligatoria a las AFP o  "conciliar" lo de la nominación de García Sayan, que tiene en las diversas tiendas políticas, los amigos  necesarios para que se mantenga su candidatura. El problema es que éste no va a ser el último gabinete del Gobierno de Humala. Que con una Primera Ministro débil y una Presidenta del Congreso de la República, con complejo de fotocopia; este país va a seguir sufriendo, una clase política que como en la hora presente, más allá del Congreso de la República, nos muestra candidatos con sentencias de violación, que no renuncian ni los renuncian, porque la ética, la moral y los valores no cuentan. Porque en política, nuestra clase política ya sea en condición de candidatos o de funcionarios, habla de "servir al país", pero en el fondo de lo que se trata es de una casta de privilegiados que lo único que hacen es servirse del país.  


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