FÚTBOL, POLÍTICA Y CORRUPCIÓN:
Comenzó el mundial BRASIL 2014. Y un hecho singular que va a caracterizar esta justa deportiva, es que no es una fiesta en todo el sentido de la palabra, pues el país esta convulsionado, con protestas que se mantienen aun iniciado el mundial. En principio, las protestas son porque el PARTIDO DE LOS TRABAJADORES (PT) no satisface políticamente las expectativas populares; porque el país se ha convertido en el reino de la corrupción y de la corruptela; del delito y de la violencia; y sobre todo, porque en una nación donde el MOVIMIENTO DE LOS SIN TIERRA (MST) es fuerte; el Estado en lugar de satisfacer las necesidades de vivienda de los sectores más pobres, ha destinado en la organización del Mundial -en los gastos de infraestructura- una suma que es del orden de los Cinco Mil Trescientos Millones de Dólares (US. 5,300´000,000.00) que no se justifica y que tiene un fuerte sabor a corrupción. Todo esto en el marco del contexto político de las elecciones de Octubre próximo, donde Dilma Rousseff busca la reelección, en medio de un país marcado por el descontento de las masas ante la situación imperante.
Como en el Perú el fútbol es una pasión, tal vez el único deporte de masas que hay en el país, el mundial ensombrece la agenda política y por ello durante un mes, nos olvidaremos de que la corrupción en el Perú, no es de ahora; sino que viene desde los tiempos de la Colonia, donde sin mayor fiscalización; virreyes como Amat y Junet y Pezuela, nombrando funcionarios venales y desviando fondos públicos de diversas fuentes, amasaron grandes fortunas, como lo gráfica un excelente libro, del desaparecido historiador peruano, Alfonso Quiroz Norris, "HISTORIA DE LA CORRUPCIÓN EN EL PERÚ", IEP - 2013, que es un texto que debería difundirse, editarse y formar parte de una estrategia política para una cultura anti corrupción de la que adolecemos por no tener un concepto de nación, por no tener conciencia del valor de lo colectivo.
Y frente a la dolorosa situación de nuestros ex Presidentes de la República, frente a la detención de Presidentes Regionales, en medio de acusaciones de redes mafiosas que tienen que ver no solo con enriquecimiento ilícito o corrupción, sino con crimen organizado. Frente a un sistema anti corrupción que no funciona, porque no hay institucionalidad, ni recursos, ni verdadera vocación contra el delito, porque en el imaginario colectivo -y en el ser nacional- más fuerte es el espíritu de cuerpo, el compadrazgo, la indiferencia o la cobardía para enfrentar al poderoso, el tema no se puede seguir pateando y se necesita tomar medidas extremas.
Porque además de lo anterior, frente a la falta de conciencia política y cultura cívica, esta la farandulización y el clientelismo de la política, que hace que en lugar de ideas, de propuestas y programas, se acepten solo regalos de los candidatos; de personajes que terminan como nuevos ricos, como gente que a partir del puesto público, amasa un patrimonio impresionante de varios inmuebles, casa en la playa, vehículos y un uso ilegal de recursos públicos, que son la plataforma de millonarias campañas re-eleccionistas que no tienen justificación y por lo que se debería optar por la no re-elección para que lo que prime sea los programas y no las ambiciones o los complejos adanicos.
Y en este panorama, cuando la pelota está en la cancha del gobierno, aparecen documentos de que Ollanta Humala y su esposa o mejor dicho Nadine Heredia y su esposo -que ejerce en su representación la Presidencia de la República- recibieron dinero de los mineros informales. Que, el hermano de la Presidenta, "administrador y tesorero" de la campaña, recibió dineros sin justificar, algo que ya se sabía desde hace tiempo, pero que el poder hizo que el hecho "se olvidara"...... hasta ahora, que comienzan los presidentes consortes a transitar el camino de salida de Palacio de Gobierno. Un camino que los va a llevar al mismo banquillo donde están sentados sus antecesores; y esto para que la Sra.Heredia explique las "asesorías" y los "estudios" por los que recibió entre treinta mil y cincuenta mil dolares para lavar el dinero rentregado por Hugo Chávez.
Y en un país donde dejar hacer dejar pasar es un icono; donde la pendejada es un deporte nacional. Donde no hay partidos y los líderes o los candidatos mienten cínicamente sobre una institucionalidad inexistente, mientras el mantener la crisis, la nada, el statu quo o el usufructo del poder es "hacer partido" ; queda claro que como todos tienen rabo de paja o buscan sacarle la vuelta a la ley, la corrupción que se va a sancionar es la ajena, porque la propia como dice el Congresista Abugattas, "es buscar desestabilizar al gobierno".
Durante la ocupación chilena en la Guerra del Pacífico, los sureños se preciaban que organizaron la administración tributaria peruana y que la dejaban funcionando en el país al terminar el conflicto; lo anterior, porque era un sistema marcado por la falta de tributación, por las exoneraciones a los amigos del gobierno y por las corruptelas. Hoy lo que hagan los gobiernos contra la corrupción termina siendo insuficiente, porque en la mente de los que ejercen el poder y en la de los grandes estudios que patrocinan intereses privados, como cabe la posibilidad de que ley que impulsan le sea aplicada; siempre hay puertas abiertas, recovecos legales o leyes no tan drásticas -como debería ser- y eso finalmente se traduce en impunidad.
Durante treinta días el fútbol va a ser el centro de nuestra existencia. Los Messi, los Cristiano Ronaldo, los Neymar, van a eclipsar a los Alvarez, a los Alan García, a Doña Susana Villarán y al resto de personajes de nuestra farandula política. En ambos escenarios la corrupción marca la cancha; en Brasil con el sobre costo de las obras y en Perú además de todo lo anterior, con un dirigente como Manuel Burga que no quiere dejar el cargo. En el caso del Perú, a pesar de que se han hecho esfuerzos significativos; en los últimos años, por los lastres propios de nuestra idiosincrasia y nuestra falta de institucionalidad; creo que una vez más "jugamos como nunca y perdemos como siempre".
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